jueves, 15 de enero de 2009

MI NOMBRE ES HARVEY MILK (2008), de Gus Van Sant


En una época en la que salir del armario era la entrada con billete directo a una habitación con barrotes, un hombre decidió luchar e iniciar un movimiento en rosa para que se reconocieran los derechos civiles de quien tenía una opción sexual diferente. Se batió con valentía sin ser valiente. Se entregó con dedicación y, lo que es más importante, dignificó esa opción luchando por otras cosas que consideraba igualmente preferentes como la educación, la tercera edad y la salud mental.
Hoy, Gus Van Sant, con la inestimable ayuda del centro y sentido de esta película, Sean Penn, nos cuenta la historia de ese hombre. Alguien que sabía que no se podía vivir sólo con esperanza pero que era necesario vivir con esperanza. De ahí que iniciara una lucha política con sentido y muy pensada para hacer que todos fueran considerados personas. ¿No lo hizo Martin Luther King con la gente de color? ¿Por qué no podía hacerlo alguien con los homosexuales? El resultado es una película de una inusitada brillantez, con un delicioso repertorio técnico en manos de Van Sant (que demuestra lo excelente director que es cuando se deja de extravagancias tipo repetir Psicosis plano a plano) y con un actor que rellena y da cuerpo a todos los matices de ese hombre que se atrevió a renunciar a todo con tal de declarar su condición y animó a que otros lo hicieran porque sólo así la gente podría ver en ellos a personas y no a enfermos.
Es lógico pensar que la represión sexual sí da lugar a conductas muy poco normales. En los años setenta, en los Estados Unidos, ser homosexual era un sinónimo de perversión moral, de degeneración mental y de depravación física simplemente porque era algo diferente a la estructura de la bien pensante sociedad americana. Harvey Milk renunció a su profesión, comenzó a vivir de acuerdo a los preceptos que le hacían más feliz y más sincero consigo mismo e intentó llevar a cabo una defensa razonada hacia los ataques de los sectores ultraconservadores que afirmaban, sin rubor alguno, que un profesor homosexual debería ser echado de su puesto porque educaba a los niños en la homosexualidad. Sean Penn, en esta película, otorga a su personaje todo un registro de sensaciones y de actitudes que van desde el temor a confesar al mundo sus preferencias sexuales hasta la seguridad de que el sacrificio mitifica las ideas justo en el momento en que la muerte realiza su triste visita. Por el camino, nos encontramos a un hombre que va aprendiendo por sí solo cómo llegar a la mayoría, cómo preocuparse por las inquietudes de los trabajadores, cómo apoyar otras causas que también quieren tener derechos, cómo vender una imagen popular sin llegar al populismo más rústico al que aquí estamos tan acostumbrados. Y se enfrenta a los demócratas porque considera que eso sólo es una máquina de hacer política (al fin y al cabo, la homosexualidad no es un patrimonio exclusivo de los liberales) y desea ser contemplado con normalidad desde cualquier punto a su alrededor.
Quizá yo no sea nadie para opinar sobre esto, pero ésta es una película que hace más por los homosexuales que la evidente flojera que mostraba Brokeback mountain (una película carente de emoción dentro de una historia de amor que pedía a gritos alguna intensidad bien sentida y en la que nadie cayó en que treinta años antes Richard Burton y Rex Harrison habían hecho lo mismo y mejor en la más que aceptable La escalera, de Stanley Donen) y reivindica ese magnífico logro que es contemplar a las personas de esa opción sexual con la absoluta integración de sus ideas y sus comportamientos. Y aquí sí hay emoción. Tal vez porque las escenas homosexuales que aparecen a lo largo del metraje son mostradas con normalidad, con alegría, con la ilusión y la fantasía propias de quien comparte un sentimiento con alguien. E, incluso, la película va un poco más allá y nos llega a mostrar el respeto que llega a generar un simple comerciante que lucha honradamente por los derechos de una minoría que merecía la normalidad y la aceptación como premios.
Para acompañar la espléndida y genial interpretación de Penn, hay que destacar la soberbia banda sonora, llena de sobriedad y clima, de Danny Elfman, poniendo música a los escalones que llevan a los sueños construidos con el cariño de un buen puñado de hombres y mujeres que decidieron levantarse y decir “no” a los que les señalaban con el dedo y que desahogaban sus frustraciones sobre ellos en forma de una violencia que sí es pornografía, que sí es lacra, que sí es degeneración y perversión moral.
Hay ocasiones en las que uno se sorprende a sí mismo pensando sobre lo que acaba de ver hundido en la butaca del cine y cavilando alrededor de los seres anónimos que nunca habíamos llegado a conocer y que hicieron que vivir como ser humano fuera algo parecido a una ópera inmortal que sigue sonando en el palco de unos corazones que, de alguna manera, también dejan de ser rojos para tener algo de rosas.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Ni Van Sant ni Sean Penn han llegado a convencerme nunca del todo. He de reconocer que aquí me han gustado mucho los dos. Sean Penn me ha parecido sorprendentemente contenido. Sabe dotar al personaje una humanidad y una dignidad que pone la piel de gallina. Van Sant, también, porque como dices tú, se pone por fin a dirigir y se deja de marcianadas. Y lo mejor que hace es alejarse del tópico.Incluso cuando tiene la oportunidad de mostrarse tendencioso y "llevarnos al huerto"- estoy pensando en la escena de los debates entre Milk y los congresistas conservadores- no lo hace. Y áun así lo absurdo de su discurso sigue quedando en entredicho. Ni Spike Lee en sus películas sobre los derechos raciales lo hacía mejor.

Anónimo dijo...

Lo que queda en entredicho lógicamente es lo absurdo del discurso de los conservadores, no de Van Sant. Que luego al releer el texto he visto que lo había hecho rematadamente mal y podía haber lugar a equívocos.

César Bardés dijo...

Sean Penn reconozco que hizo un gran trabajo en "Mystic River" (los tres estaban simplemente maravillosos: Penn, Robbins y Bacon, y no necesariamente por este orden) pero es verdad que no siempre ha sabido adentrarse sabiamente en los papeles que le han tocado en suerte. Lo de Van Sant es quizá un intento de llamar la atención por cauces un poco tramposos. Ni siquiera la menos Van Sant de sus películas, que es "El indomable Will Hunting", me terminó de convencer a pesar del estupendo trabajo de Robin Williams (y el reconocido robo de guión de Damon y Affleck a William Goldman). Bueno, el caso es que en esta ocasión ambos se dedican a presentarnos a seres humanos con los que llegar a tener un sentimiento entrañable que te deja mucho poso. Y, efectivamente, como tu bien dices, se aleja del tópico y nos presenta, por fin, a los homosexuales como personas capaces, luchadoras, combativas, como cualquier persona de cualquier tendencia sexual. Con sus sentimientos y sus tristezas, con sus grandezas y también con sus momentos de encogimiento, como todos. Es evidente que los conservadores norteamericanos realizan un discurso absurdo, terriblemente mediatizado y apoyado en decir lo que muchos querían escuchar en aquel entonces. Van Sant, en un enorme acierto de la película, no recurre a la ira (tan habitual en las películas de Spike Lee -yo sigo diciendo que su mejor película es precisamente la que no es de Spike Lee que es "Plan oculto"-) y siempre hay diálogo, hay una presentación normal de las cosas y de una lucha que era necesaria, se mire como se mire. Para mí, es una película importante y de una trascendencia excepcional. Aparte de su mensaje, aquí sí llegué emocionarme con ese final envuelto en silencio y velas. Maravillosa. Ah, y se me olvidaba algo que no he puesto en el artículo. Qué enorme trabajo hace también Josh Brolin con un papel incómodo, áspero, difícil,, en el que deja sugerir sus problemas de identidad sexual y su impotencia para confesar algo que ni siquiera él quiere ver. Una película para recordar.
Gracias por tu punto de vista, Dex. Muy atinado.

Anónimo dijo...

Confieso que cuando he visto la película que elegías para tu estreno semanal me he llevado una pequeña decepción, aunque por otra parte sabía casi con seguridad que sería ésta. Tenía la esperanza, esa misma de la que hablas en tu artículo y que a mí me gusta tanto, que la película elegida fuera " Cuando ella me encontró". Me encanta Helen Hunt y además de protagonizarla también la dirige y creo que ha escrito el guión.Pero cuando he leído tu crítica sobre la de Penn, la decepción ha dado paso, una vez más, a la admiración, ( voy a terminar aborreciendo esta palabra, tendré que pensar en otra). NO sé si la veré en el cine, pero con lo que nos cuentas de ella es casi como si ya la hubiera visto. No me gustó Brokeback Mountain. Como tu dices, no me emocionó.La encontré fría. Sin embargo estoy segura que ésta me gustará. Sobre todo después de leerte. La imagino llena de escenas que emocionan. Lo mismo que me ha emocionado tu artículo. A cada párrafo que leía pensaba que era el mejor, pero luego leía el suiguiente y me gustaba tanto como el anterior. Si tengo que quedarme con alguno de ellos, me quedo con el último. Son importantes los comienzos y los finales de un artículo y en eso tu eres un maestro. Va a ser cosa de hacerte enfadar más a menudo si después de cada enfado escribes como lo has hecho en los dos último artículos. Espero que ésto también sea bien entendido porque está escrito con una sonrisa.
Gema

César Bardés dijo...

Por una vez, lo he entendido bien, o al menos eso creo. Y también lo acepto con una sonrisa. Creo que es una película que te gustaría mucho. Está llena de fuerza, de cariño, es entrañable, es buena y Penn está magnífico, soberbio. Ésta sí emociona porque muchas veces las obras de un hombre y el cariño que va despertando en la gente llegan a emocionar. Me has dejado un bonito comentario. Espero seguir dejando bonitos artículos. Gracias.

Anónimo dijo...

A mí también me gustó mucho Sean Penn en Mistic River. Me gusta también mucho en Acordes y desacuerdos. Lo pasé muy bien con él matando ratas en el vertedero. Supongo que es lo que tiene tener a Woody o a Clint como jefes de obra. Sin embargo le hubiera estrangulado directamente en Yo soy Sam. Tampoco es que la película sea gran cosa, pero creo que su sobreactuación está fuera de lugar, y resulta casi una ofensa para el colectivo de discapacitados al que representa.
A mí también me ha sorprendido, Gemmna, pero yo creía que los tiros esta semana iban a ir hacia "Resistencia".

Anónimo dijo...

Dex, me han hablado muy bien de Resistencia. Penn en Mistic River está enorme. Recuerdo una escena en que lo rodea mucha gente, creo que es cuando se confirma que el cadaver que aparece es el de su hija, él se vuelve como loco y sale un plano como rodado desde arriba. Imagino que esa técnica tendrá un nombre que deconozco, bueno pues esa escena me sobrecogió.
Por otro lado acabo de leer que ha muerto Ricardo Montalban. Lo recuerdo en varias película, pero sobre todo en Sayonara haciendo un papel secundario en el que sale irreconocible. Me encantó.
Gema

César Bardés dijo...

Dexter, estoy totalmente de acuerdo con tu valoración de los trabajos de Sean Penn aunque bien es verdad que, siendo un amante del jazz y del "gitano de oro" Django Rheinhardt "Acordes y desacuerdos" me pareció buena pero no una de las obras maestras de Allen aunque Penn hace un magnífico trabajo. Y, por supuesto, estoy de acuerdo también en tu valoración de "Yo soy Sam". Es el problema de Penn, puede caer en la precipitación a la hora de componer unos personajes que requieren más calma. Un poco nervioso, el hombre, con muchas ganas pero no siempre acertado.
Esa escena que comentas Gemma (plano cenital sobre Penn al enterarse que su hija está muerta) es maravillosa pero lo que realmente me sobrecoge de esa escena y que muy poca gente comenta es la mirada de Bacon cuando Penn le pregunta si es su hija. Bufff, se me ponen los pelos como escarpias sólo de recordarlo y me indigna un poco cómo todo el mundo sólo reconoce el trabajo de Penn y de Robbins y se olvidan del esplendoroso matiz que tiene Bacon en su rol. "Mystic River" es una de esas películas que dejan huella y un clásico moderno que será revisado, a buen seguro, en muy pocos años con todo el valor que merece.
Gracias a ambos. Lo de "Resistencia" va a tener que esperar, sospecho, pero intentaré ir a verla.

Anónimo dijo...

Bueno...a ver si digo un par de cosas en un par de minutos que he dejado la brecha...
Sobre Van Sant...no es santo de mi devoción pero hay una peli suya que aunque, quizá menor, me parece destacable, "Todo por un sueño" es bastante ácida y la Kidman está muy bien cuando aun no era superestrella...
Sobre Mystic River, de acuerdo, a mi me parece junto a Sin Perdón lo mejor de Clint siendo el resto de tanto nivel. Yo pongo a Mystic varios peldaños por encima de Million Dollar Baby, que pese a sus enormes bondades y el reconocimiento general como obra monumental a mí me parece que no termina de ser redonda...inculto que es uno.
En cuanto a la escena preferida de Mystic tengo tres...el dialogo entre el huidizo Robbins y el desgarrado Penn en la terraza cuando van a darle el pésame a su casa, el interrogatorio al gran Eli Walach y la escena final con el hijo de Robbins buscando desde la carroza del desfile a su padre entre la multitud (que mal rollo me da esa escena, que huérfanos nos deja)..por supuesto Bacon apuntando con su dedo pistola a Penn es algo magistral.
A mi Bacon me parece un buen actor, un buen secundario y me gustó mucho en Apollo XIII aunque ahí fuera Ed Harris el que hace que esa peli valga la pena y también me gustó en Rio Salvaje acosando a la Streep...lo peor de Bacon es que le den el protagonista y tenga que llevar el peso...
y en cuanto a Penn, me gusta más cuando actúa que cuando va de serio y concienciado actor...el problema de Penn es su tendencia al dramatismo...cuanto duele lo que le duele en 21 gramos...que horror...pero me gustó mucho en Collors y bastante en Giro al infierno...pero donde más...en “Taps, Mas allá del honor” que era muy jovencito y no se le notaban los tics, pero era una presencia que agrandaba las escenas...

En fin mucho dicho y poca chicha... Así soy yo

Saludos. Carpet.

Nota : Sobre Eli Walach, otro reconvertido a secundario, en películas de poca enjundia tal vez, pero a las que hace más valiosas con su sola presencia, el otro día le vi en la tele una comedieta simpática “ Vacaciones” o “Hollydays” o algo así con Cameron Díaz y una terrible Kate Winslet ( me pareció que estaba fatal en esa peli ), pero el que me sorprendió gratamente fue Jude Law…a ver si el hombre recupera y alcanza el nivel que prometía en sus inicios, ahí hay mucho actor, creo yo.

César Bardés dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Carpet, en que "Todo por un sueño" era una película, cuando menos, original y Van Sant también se puso a dirigir ahí ofreciéndonos a la irritante Kidman escalando puestos a cualquier precio. Era una película estimable aunque tampoco para tirar cohetes.
En cuanto a "Million Dollar Baby", me parece que está al mismo nivel de "Mystic River" y "Sin perdón", son películas que me llegan con las flechas preparadas y me atraviesan de parte a parte. Y es más, hay otras películas de Eastwood que me parecen absolutamente brillantes aunque están consideradas menores (entiendo que se les dé esa consideración) y son "Bird", "Medianoche en el jardín del bien y del mal", "Cazador blanco, corazón negro" y "Poder absoluto" (de hecho, ésta última está incluso mal considerada y me parece un prodigio narrativo a la altura de los grandes maestros). En cuanto a la escena favorita de "Mystic River" me sigo quedando con esa mirada de Bacon y, sí, tienes algo de razón. Es un excelente actor, de mirada muy inquietante pero que, sin embargo, algo se derrumba en él cuando tiene que coger las riendas del protagonista. En esta ocasión, Eastwood, además de contarnos la historia de forma absolutamente magistral, creo que mimó estupendamente el aspecto de la dirección de actores. No hay nadie que desentone ni un poco.
También estoy de acuerdo con tu valoración de Penn (está claro que cuatro ojos ven más que dos) y sí, es cierto, también tiene una tendencia al dramatismo que parece que se autoconciencia de lo bueno que es. No soy fan de "21 gramos" (me parece un despropósito fragmentar una narración sin ningún motivo) aunque la acepto. "Colors" nunca ha sido santo de mi devoción quizá porque Robert Duvall me gusta mucho y ensombrece todo lo demás en la película. "Giro al infierno" me parece una película estimable de Oliver Stone que llega a ser bueno cuando se deja de rayadas como "Asesinos natos". Lo que pasa es que, para mi sorpresa, "Giro al infierno" es una copia casi literal de una película de John Dahl titulada "Red Rock West", con Nicolas Cage y Lara Flynn Boyle en los principales papeles. Y me gustan ambas. Y "Taps"...bueno, pertenece al imaginario de mis películas de juventud y no me acaba de encantar volviendo la vista atrás, quizá porque el acabado formal de la película se me quedó en la memoria y se me antoja un tanto pasado de moda pero tendría que revisarla para saber realmente de lo que estoy hablando. Estupendo Penn, pero también estupendo Timothy Hutton (entonces todavía un buen actor), maravillosa la presencia de George C. Scott y recuerdo especialmente a aquel aprendiz de boina roja, partidario a ultranza de la violencia, que se llamaba Tom Cruise.
Sobre Eli Wallach no sé si me equivoco al decir que puede que sea el último representante vivo de la famosa generación del Actor´s Studio que nos dio nombres tan ilustres como Newman, Brando, Clift o Dean. De lo que no cabe duda es que era una forma diferente de actuar enseñada por Strasberg y Kazan y eso se nota mucho cuando ves aparecer por la pantalla a uno de sus alumnos. Es el caso también de Eli Wallach. Y en cuanto a Jude Law también he intuido su talento (siempre he creído que había un tremendo error de "casting" en "El talento de Ripley", de Minghella y descaradamente el protagonista lo tenía que haber hecho Law y al amigo, Damon) y, en algunos de sus tics, me recuerda un poco a Michael Caine, lo que pasa es que ha caído en una serie de títulos que ni le aportan nada, ni hacen que la gente se fije en él. Un tipo de malas elecciones, diría yo.
Importante comentario el tuyo, Carpet, la brecha parece darte muchas ideas.

Anónimo dijo...

En total desacuerdo contigo Carpet. Estás seguro que la que no te gustó en Hollidays fue la Winslet? Yo creo que está mucho mejor que Cameron Diez que en algunas escenas está muy exagerada. Tengo debilidad por la Winslet, ya lo dije otra vez, pero no creas que dejo de ser objetiva por eso. Preciosa su historia con Elli Wallace, una delicia. Grandísimo actor Elli Wallace.
En cuanto a las escenas de Mystic River, comenté esa porque estábamos hablando de Penn. Me gusta mucho Bacon y hay una escena suya sentado en una mesa, no recuerdo si con Penn o con Robbins, que su mirada es de las que no necesitan palabras. Ese tipo de miradas que a mí tanto me gustan.
Gema

Anónimo dijo...

No me gustó la Winslet, Gema...porque de Cameron Díaz no me esperaba nada, me parece una chica graciosa pero mala actriz..., queda bien, es fotogénica, algunos dirán que está buena, pero no me llega casi nunca...salvo que haga papeles simplones en los que queden bien sus mohines y sus sonrisas...En fin será un problema mio, supongo.

La Winslet en cambio me parece una gran actriz, me lo parece desde aquellas "Criaturas celestiales" de Jackson y sobre todo desde "Sentido y Sensibilidad" donde a pesar de una enorme Emma Thompson, kate sobresalía y destacaba dentro de tan gran casting, impresionante tambien Alan Rickman.
Sin embargo, en Holidays, la Winslet me parecía una mala Briget Jones, acomplejada e insegura un rol que no logró hacerme creíble.
Y si, la relación con Walach, es preciosa en la peli...tanto como la sonrisa de Law, lo que viniendo de un hetero convencido es todo un halago.
De acuerdo contigo, Wolf, Law es un tipo de malas elecciones, salvo en sus inicios donde ese "Medianoche en el jardin..." y es papel bombon en "Gatacca" nos prometía tanto.

Saludos. Carpet

Anónimo dijo...

No he dao una con los apellidos , eh caracolillo.. Se me olvidó comentar que no me gusta "Medianoche en el jardín...". Sé que a César le gusta y por lo que veo a ti también. He intentado verla al menos dos veces y nada. El problema debe ser mío porque mucha gente habla bien de ella.
Gema

César Bardés dijo...

Debo confesar que no he visto "Holidays" (a mí no me importa confesar que no he visto algo aunque sé de muchos que les da una eterna vergüenza). En cuanto a la Winslet, desde luego, me parece mejor actriz que la Díaz. Pero siempre tendré una especial predilección por su Ofelia en el "Hamlet", de Branagh y cómo recorre todo el camino que va desde la dulzura hasta la cordura. En esa película, de hecho, creo que todo el mundo está fantástico.
Cierto, Carpet, Law está fantástico tanto en "Medianoche en el jardín del bien y del mal" como en "Gattaca", una estupenda película y muy poco reconocida, por cierto. Law aún tiene que demostrar cosas, sin duda. Comprendo, por otro lado, que haya gente que no le guste "Medianoche en el jardín del bien y del mal" a pesar de ser una historia real y de que sea un retrato lleno de humor absurdo de Savannah (en un momento de la película, John Cusack llama a su editora de Nueva York y le dice: "¡Nueva York es aburrido!") y además contiene estupendas interpretaciones de Cusack, de Law, de la maravilla que es Lady Chablis interpretándose a sí mismo con una total falta de vergüenza y, sobre todo, de ese personaje turbio y manipulador disfrazado de encanto que compone Kevin Spacey.
Seguid, esto se pone interesante.

Anónimo dijo...

Me habéis dao en el bébes mencionando a dos de mis preferidos.

Spacey me parece un gigante, grandioso en "American Beauty" un perdedor cínico y desencantado perfecto, fundamental en la peculiar "Sospechosos habituales" creador de un personaje mítico nuevo, ese Keyser Soze que vivirá para siempre, espectacular su John Doe de "Seven" sangriento psicopata que hace creible y temible...aunque mi mejor recuerdo interpretativo sea ese Jack Viccennes de L.A. Confidential...un gesto, una mirada y el personaje ya te ha calado.
No me gustan tanto algunas cosas suyas de los últimos tiempos, incluído su exagerado Lex Luthor del nuevo Superman, ni K-Pax, ni David Gale...si acaso recupero esa " cadena de favores donde él y Helen Hunt elevan el nivel de una peli algo fallida.

En cuanto a Cusack, soy un fanático, me gusta casi todo, incluso sus comedietas adolescentes, recomiendo "Un verano loco" una estupidez divertida y rápidisima.
hasta llegasr a "Los timadores"...¡¡¡que película!!!..o por supuesto a mi Allen preferido "Balas sobre Broadway", o "Alta Fidelidad" o "El jurado", o...

En fin...que buenos.

Carpet

Anónimo dijo...

Law también salía creo recordar en De Lovely interpretando a Errol Flyn. Lo que ocurre es que no me creí mucho su personaje, seguramente porque no tenía ningún parecido con el real. Maravillosa película que también me descubriste tu.
En cuanto a " Medianoche..." imagino que habría sabido encontrar ese humor que dices que tiene si un día antes hubiera leído alguna crítica tuya sobre ella. Me ha ocurrido con algunas películas uqe después de leer tu opinión sobre ella, he sabido valorarlas más.Recuerdo alguna escena en que salía un pirao que llevaba moscas como en la cabeza, uf.. no le veía yo el significado por ninguna parte. Pero repito que el problema debo tenerlo yo.
Gema

Anónimo dijo...

Pues creo que acabo de meter el patadón. Law no salía en De Lovely haciendo de Flyn, creo que era en El aviador. Película que por cierto también me encantó. Vamos yo creo que era en esta.
Gema

César Bardés dijo...

Supongo que es que la gracia la tiene en que no tiene ningún significado salvo la rayadura propia de una gente que mira mucho hacia dentro y cualquier extraño es considerado una cosa rara. De todas formas, marchando una de "Medianoche en el jardín del bien y del mal" a ver si sale algo en claro.
Sin duda, Carpet las cuatro interpretaciones que nombras de Spacey son geniales. Es muy curioso que el propio Spacey dijera que para preparar su Lester Birnam de "American Beauty", se fijara en la forma de interpretar de Jack Lemmon (con quien coincidió en una histórica versión teatral de "Larga jornada hacia la noche" e incluso copió la costumbre de Lemmon de, antes de rodar cualquier secuencia, decirse en voz baja: "Es la hora de la magia") y que para preparar ese fantástico personaje de Jack Vincennes, ese policía moderadamente corrupto pero insultantemente elegante y con mucha clase, se fijara en los modos y formas de actuar de Dean Martin. En todo caso, a pesar de su errática carrera en los últimos años (tiene la cabeza en la dirección del Old Vic de Londres y además lo confiesa) es un grandísimo actor. Y, por supuesto, también me gusta su Keyser Sozé y su John Doe (Juan Nadie) de "Seven".
De Cusack es asombrosa su capacidad para adaptarse a un papel, le da los tintes que necesita a cada momento. Estaba muy bien en "El jurado", aunque la versión cinematográfica distara bastante de la novela, me gusta mucho "Alta fidelidad" y, por supuesto, "Los timadores". Es un fulanito todo terreno que es capaz de depararnos aún enormes tardes y noches servidas con gotas de auténtico arte.
Y sí, Gema, Law era Flynn en "El aviador" pero es cierto que, en su episódica aparición, no acababa de dar el pego. A pesar de ser un producto de encargo, Martin Scorsese hizo una película muy apreciable.