martes, 30 de junio de 2009

LOS DUELISTAS (1977), de Ridley Scott

Una ofensa jamás lavada. Una espada sedienta de sangre. Un galopar de furia hacia la muerte. Una bala que se desvía en el rocío del amanecer. Un imposible juego de búsqueda y encuentro en lo que queda como deuda de honor, terrible castigo para quien no puede vivir sin cuentas pendientes. La mirada en el hielo cuando el final se cierne por culpa del impasible y tenaz frío. No hay lugar ya donde posar los ojos porque el romanticismo pasó y la época de la ofensa sólo es una reseña en un libro de historia. Una piel que desearíamos acariciar a pesar de la lisis que nos hiere en el alma. Una resurrección que es tan sólo el fugaz capricho de un general con ansias de Europa…
Los duelistas es una película dirigida por Ridley Scott en la que puso en juego un estilo en el que sobrevolaba el refinamiento rojo de la sangre sobre el verde de los campos de batalla. Con un estilo cercano al manierismo pero sin caer nunca en lo aburrido, Scott construyó con éste su primer largometraje, una obra maestra sin aristas, tan pulida como el filo de una espada rasgando el aire en busca de la carne que ser hincada. Su película es pura fineza combinada con el siniestro rastro de una venganza nunca concluida. Luego, ya vendrían otros tiempos pero aquí, cuando medio mundo suspiraba por un cine de estética decididamente feísta, un cineasta que nadie conocía apostó y arriesgó por una historia que habla sobre el honor, sobre el odio encebado, sobre la capacidad de amar y la incapacidad de apreciar, sobre el día que siempre mira hacia delante y la noche que no deja de ser el reposo del detrás. El trampolín fue perfecto. Además de arrancar rigurosas interpretaciones a Keith Carradine y, sobre todo, a Harvey Keitel (una de las especialidades de su cine es la de, precisamente, saber extraer lo mejor de sus intérpretes), Scott pone en juego una dirección medida, exacta, un ataque de granaderos en campo abierto con precisión de redoble. Nunca adaptar a Joseph Conrad fue un trabajo fácil (que se lo digan al éxito de Francis Ford Coppola en Apocalypse now o al fiasco de Richard Brooks en Lord Jim) y, en esta ocasión, Ridley Scott, con sobrias pinceladas apenas sugeridas, consigue que mantengamos en el recuerdo un duelo que nunca debió de existir. Tal vez porque el aire no merece ser rasgado con la fuerza de las espadas rechinando en el pasar por el vacío que nos rodea.
Así que manténganse a la expectativa, no guarden mucho las ofensas de las que puedan ser objeto, dejen que la historia pase y nos sea contada más que vivida. Los hombres de verdad se baten en duelo con la misma vida de la que, a menudo, huimos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Scott, tiene dos o tres títulos memorables, de un nivel espectacular, "Alien" y "Blade Runner" sobre todo y a cierta distancia "Thelma y Louise", película esta última con la que tengo una cierta relación amor-odio pues la considero propietaria de muchas virtudes pero también un buen número de defectos. Incluye en su filmografía varías películas de un nivel, para mi gusto, casi ínfimo, Es cierto que dota de bastante belleza a las imágenes, parece en exceso preocupado por la estética, las más de las veces contándonos casi nada pero poniéndolo en bonito, como en ese nefasto remedo marítimo de “El club de los poetas muertos”, llamado “Tormenta blanca”.
Sin embargo, “Los duelistas” que algunos no pasan de calificar como una buena película bastante para no ser más que una opera prima, a mi me parece uno de los mejores debuts de la historia. No es Huston, ni Wells, ni siquiera Spielberg, pero la primera película de Scott me parece una obra de largo alcance. Es de un profundo lirismo, épica, pero profundamente humana.
La fatalidad que trasmite Keith Carradine, en el mejor papel de su carrera, incluyendo sus películas con Rudolph ( ¿Dónde está Alan Rudolph?), es inmensa tanto como el desesperado intento de aferrarse al honor como única forma de aceptar su fracasada vida que representa Harvey Keitel.
Carradine representa la vida, el movimiento, el cambio, Keitel la parálisis, el retroceso, la muerte. Uno es capaz de vivir y aceptar los cambios de la vida, es capaz de tener familia, es capaz de ser alguien. El otro se niega a avanzar, solo entiende continuar sin cambios, no quiere crecer. Esa es la autentica lucha, el verdadero duelo que representan, para Keitel,Carradine es la antitesis. Lucha, no por una afrenta absurda que nadie recuerda ( y que de hecho no existe) sino porque representa el progreso y por añadidura la desaparición de todo lo que es él.
La luz, los colores, el lento avance del tiempo, algunos silencios, añaden belleza a la historia. Dicen que las primeras películas de Ridley Scott no las rodaba él, es cierto que el nivel de calidad fue en descenso, pero algunas máximas de su cine ya estaban en su primera película.

Gran peli. Gran post, gracias Wins.

Carpet.

César Bardés dijo...

Excelente contraanálisis el tuyo, Carpet. El bonapartismo anclado en el antiguo esplendor frente a la modernidad de los nuevos tiempos representado en dos hombres cuyo odio es, para uno, una forma de vida, para otro, una maldición que sólo quiere dejar atrás.
Es verdad que Ridley Scott tuvo un comienzo de carrera fulgurante con "Los duelistas", con "Alien", con "Blade Runner" y yo me empeño en incluir "La sombra del testigo", luego cayó en el error de "1492" lo que le hizo comenzar a aceptar películas de encargo infumables como "Tormenta blanca", "La teniente O´Neil" y demás. Scott no ha vuelto a encontrar ese pulso tan especial de sus primeras películas y sólo le salvo en "Los impostores" porque, digan lo que digan los expertos, no soy fan de "Gladiator", ni de "American Gangster". Lo quie hubo fue un comentario de quién rodó las primeras películas de Ridley Scott porque no se parecen en nada a las que hace ahora y tienen bastante razón. Creo que el creador pasó a la historia para ser un simple chico de los recados un poco aplicado, un poco travieso.

M.I. dijo...

No seré yo quien haga una crítica negativa a una nueva película de Ridley Scott. Ridley Scott puede llegar a ser todo lo que queráis decir*, comparado consigo mismo, con su filmografía, con esas historias que le dejaron el listón muy alto para la siguiente. Peeeeeero, comparado con lo que pulula por la cartelera, este tío es bueno, muy bueno.

De su filmografía reciente, a mí tampoco me gustó Gladiator, pero he de reconocer que es una de esas películas que ganan con el cuarto visionado, y con el quinto, y con el sexto. Se llama atemporalidad, y es harto difícil de conseguir.

American Gangster fue mal, muy mal tratada por la crítica. Aquí los profesionales cometen el mismo error que el crítico aficionado Carpet: comparar la película con las mejores películas de Scott, y obviar el panorama contemporáneo. Con lo fácil que era apuntar: "no es una de sus mejores películas", para seguir valorando un producto que supera -con creces- la media de lo que hacen sus coetáneos. Película en la que Scott sigue manteniendo su título de "director de ambientes", absolutamente genial en numerosos planos memorables, importante documento histórico, que supone un soplo de aire fresco para los desgraciados que tenemos la obligación de comentar películas semanalmente. Por cierto,gracias por indicar que "los expertos la pusieron bien", César, dado que la única crítica buena que leí de esta película fue la mía.

Y luego estuvo también una comedia romántica, Un buen año, que habéis omitido por razones que desconozco; dado que supera las mejores comedias románticas de la última década.
Es más, se estrenó con un montón de pelis buenas de buenos directores, y batía récord de taquilla en España.

A mí me gusta mucho este director, no lo voy a negar. Y el asterisco que pongo por ahí es para decir (de buenas maneras) que no comparto vuestra opinión, que no hay un Ridley Scott que hacía buenas películas y uno nuevo que hace bodrios de encargo y cine malo. De malas maneras, tomaría prestada una expresión de César: valiente gilipollez. Valiente gilipollez es decir que "tiene películas malas"... ¿y qué director no tiene películas malas?, si el mismo Huston decía que después de una película buena, sólo podía hacer una mala....

Anónimo dijo...

Mmmm...un respeto..no soy "un crítico aficionado"...sólo soy un aficionado al cine que da su opinión sobre películas a un grupo de gente con mi misma aficción.
Por eso me permito el lujo de decir "valientes gilipolleces" sobre las películas malas de algunos dierctores, que en el caso de Scott y para mi gusto son demasiadas.

El consuelo de que viendo el panorama actual hasta las malas son mejores que el resto podría valer si hiciera películas personales, pero cuando hace "Tormenta blanca" o "la teniente O´Neill" o "Black Rain" podemos decir que no son películas de su supuesta altura sin recurrir a odiosas comparaciones.

En cuanto, a sus "malas" pelis, hay una que creo que es bastante apreciable "Black Hawk derribado" que si acaso peca de exceso, pero me gustó.

Y "Un buen año" no la he visto, pero me suena a una revisión de "Bajo el sol de la Toscana" que me parece una peli pequeña y muy disfrutable, para convertirla en un producto grande al servicio de Russell Crowe y se me quitan las ganas...Seguro que me equivoco.


Saludos Carpet.

M.I. dijo...

Qué va, Carlos, no me malinterpretes. No estoy tachando de gilipolleces tus opiniones. En cuestión de respeto, te puedo asegurar que, por mi parte, cuentas con el mismo que tú me tienes a mí.

Lo que me parece una "valiente gilipollez" es salir con la historia de que Scott tiene películas malas. Dime un contemporáneo que no las tenga.

Y, por cierto, "valiente gilipollez" (que es una expresión que hace que me parta de risa), me la dedicó César a mí, a un comentario mío. Se lo devuelvo por llamar a Ridley Scott "el chico de los recados".

César Bardés dijo...

Yo leí varias críticas buenas de "American gángster", al menos en Madrid, diciendo que parecía verse un poco al Scott de antes. El rasero de medir con respecto a las películas que se estrenan actualmente no me parece una buena medida hacia un director hacia el que se le podía exigir mucho más. En cualquier caso, es loable que te guste Scott, al igual que es loable que otros, entre los que me incluyo, opinemos que no es el que era, que se ha plegado a una comercialidad bastante insultante y el Scott "autor" hace tiempo que quedó olvidado, concretamente desde que hizo "1492". El tema es que ha hecho sólo una película "buena" desde entonces, una que no admite dudas, en opinión del abajo firmante, que es "Los impostores". "Un buen año" no me parece una buena película, al igual que no me lo parece "Black Hawk derribado", ahí discrepo contigo, Carpet. El caso es que esa pretendida "atemporalidad" que le atribuyes, se la puedes aplicar a sus primeras obras (fíjate, incluso "Legend", un simple cuento me parece una película de las que podríamos incluir entre sus primeras obras, muestras de un tipo con un estilo personal muy definido y con unas preocupaciones muy marcadas) pero no, por ejemplo, a películas tan sumamente de consumo como "Tormenta blanca" o "La teniente O´Neil" o la aún más reciente "Red de mentiras". El problema de Scott es su actual temporalidad, él no pretende pasar a la posteridad y se ha adaptado a los tiempos. ¿Que eso es elogiable? Depende de dónde pongas el baremo. "El reino de los cielos" es mala la miras por donde la mires, pero buena no coge a alguien con vocación de gran actor, no, coge a Orlando Bloom, muy de moda por su papel en "El señor de los anillos". Ahora va a hacer una versión de "Robin Hood", con Russell Crowe, por supuesto, un tipo que pega más de Pequeño Juan que de Robin Hood, pero él mira a la taquilla, lo rodea un poco de su "creación de ambientes", en eso no te niego que el tío sabe, y coloca la película como quiere. Que conste que esto es un simple no compartir opiniones.

M.I. dijo...

¿Qué haces tú con Los Duelistas, César?
Analizarla en su contexto histórico-cinéfilo.
En ese sentido, yo te digo que es así como se analiza una película, y que es lo que yo haré con las próximas que tenga que comentar de este director o de quien sea. Analizarlas dentro de su entorno.

¿Que se le puede pedir más a este director y que estás decepcionado?
Pues me parece una opinión muy respetable.
Yo te digo que sí, que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, pero que eso no implica que se haya olvidado de hacer cine, y que necesariamente no pueda volver a tener otra genialidad.

César Bardés dijo...

Totalmente de acuerdo. Quizá algún día, Ridley Scott vuelva a ser un artista y no un comerciante de cierta eficacia. Ojalá sea así. La esperanza es lo último que se pierde, y menos en cine.

M.I. dijo...

Si no tuviera esa esperanza, te aseguro que no volvería a escribir.
Si estuviera plenamente convencida de que el cine actual es una mierda (con perdón) y nunca superará a lo hecho antaño, te puede asegurar que no volvería a escribir.
Pero como sí tengo esa esperanza y como sí creo en muchos cineastas contemporáneos; si Dios quiere, sí que volveré a publicar. Y es aquí donde enlazo con mi primera intervención, y te digo que no seré yo quien haga una crítica negativa de una película futura de Ridley Scott, porque, por muy mala que sea comparada con las obras maestras pasadas, estoy completamente segura de que superará la media de las películas que se estrenen junto a ellas, porque este hombre sabe hacer cine.
Éste, y no otro, pretendía ser mi comentario.