jueves, 29 de octubre de 2009

LA CHICA QUE SOÑABA CON UNA CERILLA Y UN BIDÓN DE GASOLINA (2009), de Daniel Alfredson

Cuando la investigación se convierte en persecución, el resultado suele ser una película menos que mediocre. Así, mientras Los hombres que no amaban a las mujeres sacaba un aprobado por los pelos, su segunda parte suspende sin derecho a septiembre, entre otras cosas porque la tijera ha dejado demasiados jirones por el camino y porque puede que lo que funcione en formato de libro no sirva cuando se trate de contar lo mismo en imágenes.
Y por si ello fuera poco, da la impresión de ser una película dirigida con cierta desgana, con errores garrafales de continuidad, con descuidos que no pasan para los ojos que son demasiado lentos y con una evidente voluntad de ser una cinta hecha sólo y exclusivamente para aquellos que han leído la tan traída y llevada trilogía de Stieg Larsson. Más que nada porque sólo así se pueden sacar ciertas conclusiones no explicadas de una trama confusa, errante y errada que, ya en el libro, derivaba de una interesante investigación policial a un retrato de un ser marginal que tenía que luchar sola contra el mundo porque, simplemente, es diferente. Esperen un momento que levanto los dedos del teclado para secarme esta lagrimilla que me resbala, pertinaz, por la cara.
Por otro lado, mientras en la primera parte nos quedábamos sorprendidos del buen hacer de ella, Noomi Rapace, y nos decepcionaba un tanto la flojera mostrada por él, Michael Nyqvist; resulta que aquí es todo lo contrario. Ella parece descolocada, desenfocada y carente del enganche misteriosamente emanado de su personaje. Él, sin embargo, está más intenso, más creíble, más cómodo y más actor. Entre gota de sangre y mamporro brutal, tenemos personajes dibujados a medias (deprisa, dire, que tenemos que acabar) y maquillajes que harían palidecer de envidia a los creadores de los ninots valencianos. La música es repetitiva hasta la obsesión. El guión, flojo e inapetente (y mucho cuidado con hacer parecer a Nyqvist como un promiscuo. Es un buen chico y un profesional que ya quisiera el equipo de Documentos TV), se pasea por encima de las letras del libro como de puntillas y la intriga policíaca queda reducida a la mera anécdota. Esto no es cine negro. Es cine más gris que el asfalto.
Así que, mientras el artículo que en su día dedicamos a Los hombres que no amaban a las mujeres lo titulábamos Con S de sangre porque había contraste entre el blanco de la nieve y el rojo de un horror que absorbía con eficacia y nos hacía cómplices recurrentes de una trama en la que había unas buenas dosis de suspense, a éste lo llamamos Con T de Tánatos porque no hay más que un propósito de argumento sin desarrollar con entusiasmo que condena a un impulso irresistible hacia la muerte de una película que podría, al menos, haber igualado el primer volumen de las aventuras de Lisbeth Salander y Mikael Blomqvist.
Esta falta de talento, en cierto modo, era de esperar porque, dentro de que los libros escritos por Larsson no son Literatura para el recuerdo, hay que reconocer que el segundo de ellos es el peor de los tres. Con esto no quiero decir que no me gusten, hagan el favor de bajar el cañón, puesto que confieso que he leído los tres con avidez y desasosiego y mi opinión, por ende, no debe ser tenida en cuenta ya que escribo en páginas de Cine y no de Libros, pero hay que reconocer que la creatividad mutilada por la sumisión a las letras no es el mejor remedio contra las malas películas. Y esta lo es. No faltarán quienes, habiendo leído el libro y visto la película, defenderán con uñas y dientes lo que les encanta. Harán muy bien. Por mi parte, confieso sufrir de una analgesia congénita que me sume en el infierno donde yacen los críticos cinematográficos que ya no sienten ningún dolor.

19 comentarios:

dexter dijo...

Vaya, pero si ahora resulta que tienes sentimientos y corazoncito y lloras y todo. No sé a mi ni los libros ni las películas estas me llaman demasiado la atención, tal vez dentro de unos años cuando ya nadie se acuerde de ellas les dé una oportunidad, quién sabe. Y una pregunta al hilo de tus últimas reflexiones, si titulas las críticas en el periódico donde las escribes ¿porqué no reproduces ese título en el blog? El titulado es qué duda cabe todo un arte de lo más interesante además.

Anónimo dijo...

Los libros molan, no serán gran literatura, pero elevan el nivel medio de los best sellers al uso.
De hecho, lo que más mola de los libros, no es su trama más o menos policiaca, de más a menos en la trilogia, ni su ritmo trepidante, que tarda en arrancar al menos 100 paginas en cada uno...
A mi lo que más me llama la atención de la trilogia es, por un lado, el interesante descubrimiento de un mundo muy distinto al nuestro. Casi otro planeta parece Suecia con respecto a España, en cuanto a normas sociales, cívicas y, por supuesto, de las relaciones personales/sexuales.
Y sin embargo, en un mundo en el que algun funcionario corruptillo es el mayor de los escandalos capaz de hacer tambalearse los cimientos del estado sueco (exagero pero poco fijaos si difiere del nuestro entorno cercano), en ese mundo, las mujeres, las injusticias, los machismos y el dolor es común al nuestro. Y la rabia ante la injusticia, la ira y la venganza nos invaden como si fueramos una niña sueca que creció en mal sitio y en mal momento y peor aun, pensó.

Coincido con Wolf que el segundo libro, tal vez sea el menos bueno, yo no diría el más flojo, pero porque a mi el que realmente me apasionó fue el tercero, repleto de mujeres que valen la pena ( ¿alguna hay que no?).

Y otra cosa, también se puede criticar de libros, no hace falta haberlo leído todo.

César Bardés dijo...

Uy, Dex, si supieras la de veces que he llorado en silencio en un cine. Te quedarías sorprendido. La cuestión de la no reproducción del título en el blog es simplemente una cuestión pragmática. Si alguien quiere leer una reflexión o una crítica teclea en el buscador el título de la película y así es más fácil que me encuentren. De hecho en el periódico, sale mi título y entre paréntesis el título de la película para que la gente no se pierda.
No niego el valor de los libros de Larsson más como retrato social que como novelas puramente de misterio. A este respecto, sólo la primera es una investigación policíaca en toda regla y, quizá por eso, es la que más me gustó a mí y encuentre la película como una adaptación algo recortada pero con una cierta habilidad.
Por otro lado, por supuesto que se puede opinar de todo. Incluso sobre física cuántica. Pero no olvides que en un periódico hay también un experto en libros y no quiero invadir su terreno igual que él no invade el mío. Supongo que os imagináis que al ser un periódico de provincias es un poco más que un pasquín. Pues no. Es un periódico de formato muy bueno, tipo ABC, con informaciones de todo tipo. Este verano me acerqué para saludarles y me quedé impresionado de las instalaciones, comparables a las del mismo ABC (lo digo porque vivo al lado y es una nave de grandes dimensiones). En fin, no quiero hacer apología del periódico. Es el que tengo, me paga (o debería decir me subvenciona?) y la verdad, siempre han valorado mucho todo lo que he escrito para ellos que ya se va acercando peligrosamente a la cota de los 500 artículos. En fin, eso, que uno no opina porque no es el "experto" oficial. Aunque, dicho sea entre nosotros, tengo suficiente lectura encima como para hacer artículos más o menos serios sobre Literatura. Pero de esto que no se entere nadie.

Anónimo dijo...

Mmmm...cerquita del ABC...vives cerca de donde trabajo... o de donde vengo a por la subvención...la calle Condesa de Venadito te sonará...cualquier día nos pordemos encontrar por Arturo Soria, me reconocerás...soy el tipo más apuesto con el que te cruces.

Carpet.

César Bardés dijo...

Pues claro que me suena. Como que estuve a punto de irme a vivir a esa calle. Es más, tengo un problema de espalda bastante serio y voy varias veces a la semana a la piscina del San Juan Bautista, calle Treviana semiesquina a Ramírez de Arellano. Si te apetece darte un baño, seré fácil de reconocer. Con el gorro parezco un condón andante.

Anónimo dijo...

Bueno, bueno...todo se verá...la piscina me repele un poco porque lima la mugre que acumulo con tesón...Pero andando tan cerca, ya veremos si un mediodia no nos podemos acercar el uno al otro hasta llegar a coincidir de alguna forma...Más que nada para cantarte al oido las canciones de Moulin Rouge que sé que te emocionan, mientras tu me tarareas el singing in the rain con voz robótica...
O charlamos sobre subvenciones, o sobre literatura, o sobre algo que no nos interese demasiado, llamese cine o mujeres.

Carpet.

César Bardés dijo...

Uf, te puedo hasta cantar "West side story" enterita con voz de barítono, si es por eso...¿Cine? ¿Mujeres?...No sé de qué me estás hablando. Si nos vamos a encontrar para que sondees mi personalidad fascinante, va a ser inútil. Todo el mundo sabe que yo, personalidad, poca.

dexter dijo...

No si ahora resulta que seréis primos hermanos y todo. No hace falta que nos deleite con sus gorgoritos, Sr Wins, limítese a hablarnos de cine que a pesar de su poca personalidad es algo que no se le da del todo mal. Y por cierto ¿qué hace hablando de una película sueca con el mamoneo que me han dicho que hay por allá? He llegado a oír que incluso se llega a sobornar a los del Ministerio con muebles y estanterías del Ikea.

César Bardés dijo...

Hombre, si hablamos de mamoneo, tampoco me pondría a hablar de ninguna película española, que la palabra "mamoneo" la hemos inventado nosotros. En cualquier caso, mucho ojito, no me toques a Ingmar Bergman que me parece un maestro y de los grandes y de éste domino un poquejo. Lo que me atrae de este tipo de cine es que, al fin, hacen algo de cine comecial, que no todo va a ser Kierkegaard y la existencia de Dios que, en realidad, no existe pero como molaría que existiese. Incluso Billie August me gustó bastante con "Pelle, el conquistador" y, por encima de ésta, con "Las mejores intenciones", por cierto, con guión de Bergman. Suecia al poder, que viven muy bien.

Anónimo dijo...

Ayss pues no sé yo. Hace mucho frío y se hace de noche muy deprisa, y al final o te vuelves alcohólico o te suicidas o sea que mira tú qué panorama, lo de vivir bien no sé, no sé, dejémoslo estar. Por supuesto que no te toco a Bergman ni a Billie August. Ninguno de los dos tienen pinta de comprar en Ikea, como tampoco la tienen ni Greta Garbo ni Ingrid Bergman ni Max Von Sidow, por supuesto.

César Bardés dijo...

No sé yo si Max Von Sydow compra o no en Ikea...que lo de "Flash Gordon" me llegó al alma. La Garbo yo creo que no compraba ni en el ultramarinos de la esquina. La Bergman, sí, sí, esa compraba fijo y le encantaba ir de compras además. Y en cuanto a lo de vivir bien...tienes razón...¿qué es vivir bien? ¿No es vivir bien estar hasta las tantas de la noche tomando copas o yendo al cine aunque hayamos trabajado 28 horas al día? Vamos, que venga Dios, ese que no existe pero que molaría un huevo y parte del otro que existiera pero si existe qué bien que exista, y lo vea.

dexter dijo...

No te olvides de las suecas de las películas de Landa (esto lo digo más que nada por darle juego al Wally que sé que los Bergman y cia no le ponen nada y con ellos se hace el idem, o sea el sueco)

dexter dijo...

(que aunque sea cine español este no estaba subvencionado y además se financiaba sólo casi)

Anónimo dijo...

Ah...Landa, que buen actor...como Resines cuando hacía cosas serías.

Y cuidado, que de las suecas de los bikinis de los 70 no sé mucho, salvo que los modelitos eran horribles que las bragorras esas eran peor que los hábitos de monja...pero amos es cosa de las modas afortunadamente pasajeras.
Pero si sé de la Bergman (dije la y no él) y comprase o no comprase, yo bebía (¿aun bebo?) los vientos poor ese rostro de pasión triste de "Casablanca", por esa loca alegre que hace todo por amor, hasta morirse casi, en "Encadenados", por el rostro de la belleza reflejado en una calva espectacular en "Anastasia", por....por tantas cosas, hasta por una hija que heredó su belleza aunque no tanto su talento.
De Bergman (él y no la), confieso que huyo casi por sistema, reconozco sus meritos, su excelencia y todas las cosas buenas que soléis decir los que entendéis de esto...pero a mi sólo me fascinó, lo que se dice fascinar en "El septimo sello", el resto lo intento ver con ganas, con deseo de disfrute...pero termina venciendome. Igual me pasa con Buñuel, salvo "El angel exterminador" y "Viridiana", o con Fellini o con Eric Rohmer o ...
No es una lista exhaustiva, es una manera de decir que a mis ignorantes sentidos les están vedados determinadas maravillas...y ya que lo siento.

De Suecia también molaba Elke Sommer, guapisima en "El premio".

Carpet.

César Bardés dijo...

Ay, qué ladinos son algunos proponiéndome que el cine español no se subvencionaba y se hacía el landismo. Pues sí, se subvencionaba a través de los "créditos sindicales", ya lo he dicho en otro comentario. Entonces, y en muchas más ocasiones de las que creéis, se estrenaba la película un viernes y se quitaba un lunes, al menos se estrenaba. Se sabe de hasta directores españoles que dirigían esos bodrios bajo pseudónimo para no verse perjudicados por lo que habían hecho. Ladinos...muy ladinos...
Por otro lado, Carpet, comprendo que no te guste Bergman. El tipo es un plomo de cuidado y debo reconocer que cuando veo una película de él me pongo la cara de "que me la echen". Lo que pasa es que siempre me hace pensar y no puedo dejar de dar vueltas a todo lo que me propone. Lo mismo me pasa con Kurosawa, o con Fellini, o con Kubrick, o con Losey, o con Visconti, o con Murnau, o con yo qué se.
Por cierto, Elke Sommer estaba muy rica en "El premio" que, como todo el mundo sabe, se desarrollaba en Suecia y supongo que lo has dicho por eso porque ella era de Berlín.

dexter dijo...

Yo al cine de autor, a los Bergmans, Fellinis, Buñueles y cia* prefiero tomarmelos con calma, o sea como aquello de que lo poco agrada y lo mucho cansa. Es más, si algo me fastidia de definirme "cinéfilo" es quedar ante los demás como el odioso pedante-sabelotodo-snob-gafapasta y ratón de filmoteca, y te meten en ese saco y hala, a aguantar. Y no, no es eso, hombre, yo al cine he llegado por otras vías y luego he descubierto otras. De todas formas, al Cesar lo que es del Cesar. Tus ignorantes sentidos a los que les están vedados disfrutar de ciertas maravillas, querido Carpet, te han impedido gozar con gozosas obras maestras tales como Fanny y Alexander, Fresas Salvajes o El de Luis BuñuEL.

* La excepción que confirma la regla es Truffaut que no me cansa nunca.

Pd: Anita Ekberg también era sueca y también salía muy guapa en La dolce vita, otro clásico de los gafapasta.

Anónimo dijo...

Fijate, a mi con Kurosawa no me pasa, ni con Truffaut, ni...no sé algunos más. Kubrick aparte, le veo, pero me gusta y me disgusta a partes iguales, pero no es lo mismo que me provoca Bergman o ...Passolini por poner otro ejemplo. En esos casos, ami también me hacven pensar, lo malo es que al rato de estar pensando me digo...pero ¿en que "cojones" estoy pensando? ... Y descubro que estoy pensando en lo mona que está mi señora cuando se pone ese jersey dorado, por ejemplo. Es decir, que estoy a años luz de lo que me contaban y que me he perdido y que soy un simplon...

Elke Sommer alemana, quien lo iba a decir con lo sueca que parecía ayudando a Newman en la entrega de los Nobel...Anita si, también...y Bibi Andersson, con o, tan admirada por aquel Manolo que decidió su nombre artistico como homenaje.
También es reciente Lena Olin..y claro, como actor del metodo, Dolph Lundgrem.

Carpet.

César Bardés dijo...

Lena Olin...callaos que me pierdo...
La palabra "Cinéfilo" está muy mal parida por todas las connotaciones que lleva. A mí al respecto me han pasado dos anécdotas, muy breves:
Una vez, un cuñado de un amigo al que conocí porque nos cruzamos en su casa, se enteró de que yo era cinéfilo. El tipo me agarró literalmente de los hombros y me dijo:
- Así que cinéfilo ¿eh? ¿Has visto "Los caraconos"? Está que te cagas...
- Pues...no...
Cara de decepción del cuñado de mi amigo.
Tiempo después, mientras trabajaba en la enseñanza un compañero también se enteró de que yo era cinéfilo. Con la distancia adecuada me dijo:
- Me he enterado que eres cinéfilo...¿Has visto "La muchacha de la fábrica de cerillas", de Aki Kaurismaki? Es una obra de arte.
- Pues...no...
Cara de decepción del compañero que no dudó en espetarme.
- No sabes tanto de cine.

Anónimo dijo...

Jejeje, buenas anecdotas...Cuando yo empecé a trabajar donde estoy ahora, en una conversación casual dije : A mi me gusta mucho el cine.

-Coño, pues esl que es un cinéfilo es el Jefe de Personal...

Muy animado, me acerqué al hombre y le dije : Me han dicho que te gusta mucho el cine...
Y el me dijo : Si, me gusta mucho...sobre todo las de Chuck Norris...

Cara de decepción mia.

Es absolutamente real..aunque no lo parezca.

Carpet.