viernes, 29 de enero de 2010

UP IN THE AIR (2009), de Jason Reitman


Un tipo tiene un trabajo en el que se dedica a dar la cara por aquellos que no se atreven a decir a sus empleados que están despedidos. Viaja casi todos los días del año y acumula millas en un hogar hecho de nubes y cielos azules. Lleva una maleta básica y una mochila vacía y se siente libre allí arriba, donde no hay ataduras ni con personas, ni con cosas, ni con vidas que destruye, ni con sucesos de una rutina que ni siquiera conoce. Él cree que entre las nubes están todas las respuestas que necesita.
Poco a poco, esa armadura que se ha creado y que le protege hasta vagar sin alma va cayendo a pedazos mientras toma tierra en el aterrizaje forzoso de su existencia. Piensa que su trabajo es creativo y que es necesario porque sabe cómo tratar asuntos tan delicados como la pérdida de la esperanza de una persona cuando ya no tiene empleo. Intenta llenar todas sus carencias con una meta tan absurda como alcanzar la posesión de una tarjeta de cliente privilegiado de unas líneas aéreas. Las grietas se suceden y siente que esa felicidad perfecta que se ha buscado no es más que vapor de agua acumulado en el cielo, una falsa coartada para arrastrar un equipaje tan ligero que no tiene ni carga vital que acarrear.
Detrás de las ventajas falsamente añadidas de no tener que esperar colas, de ser saludado en todos los aeropuertos como un viejo conocido, de acumular puntos de fidelidad en huecas promociones de hoteles y de viajes, se esconde la tragedia de la soledad más infinita aún más acentuada por obligarse a vivir en un continuo trasiego que le rodea de gente que desconoce y, lo que es aún peor, por la que no siente el más mínimo deseo de conocer. En el fondo, él es tan trágico como lo es su trabajo. Y tiene menos esperanzas que los empleados que despide.
Y es que comienza a tener la certeza de que en las nubes no están las auténticas respuestas. Tan sólo hay un escondite perfecto para el lujo y para la ausencia de responsabilidades. Él no sabe lo que es el calor de unos brazos en unas sábanas que consuelan de un día demasiado duro. Tampoco tiene ni idea de lo que es llegar a una casa y oír el griterío de unos niños que juegan, saltan y trastean en busca de una diversión que la edad adulta se empeñará en negar. Es un hombre solo con una maleta como único asidero y cuando intenta buscar otro, se da cuenta de que las nubes no son sólidas y allí no hay agarraderos donde echar raíces.
Jason Reitman dirige con sobriedad y acierto una película que contiene una excelente banda sonora y que se apoya en la actuación maravillosa de un George Clooney al que no le hace falta hablar para expresar todo lo que siente. Detrás de él, hay un par de actrices que están en primera clase como Vera Farmiga y, sobre todo, Anna Kendrick en su intento de forjarse una coraza de las mismas hechuras que lleva el protagonista y que se despedaza porque no encuentra ni un leve rastro de humanidad con la que engrasarla. El resultado de todo ello es una fábula del hombre moderno que concluye con un intento de amanecer entre nubes porque, quizá, sea la única respuesta que ellas guardan para todos aquellos que dejaron de tener trabajo o que fueron despedidos de la vida porque no renovaron el contrato del sentimiento.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

La vi ayer y me gustó, no tanto a la gente que venía conmigo. Encontré un Clooney más Grant que nunca bordando un papel para el que, como tú dices, muchas veces no le hacía falta pronunciar una palabra para dejar ver la decepción, la vanidad, la amargura, la soledad de su personaje.

Y lo bien que le sientan a este señor los trajes.. Lo dicho, más Grant que nunca.

Me ha encantado tu última frase: "fueron despedidos de la vida porque no renovaron el contrato del sentimiento".

Gema

Anónimo dijo...

Me temo que el Dexter, que ya había visto la peli y ganas tenía de comentar, está de festejo y santo patrón.
Yo ando algo saturado de trabajo y tengo pendiente comentario sobre "Los indestructibles", pero a lo mejor este finde sacó hueco para acercarme a ver alguna de tus últimas propuestas. Me temo que hay mas posibilidades para el Sherlock (que apetece) que para el "Nine" o este "Up in the air" ( que apetecen más)", pero lo que de verdad me gustaría colar es el "Invictus" de Eastwood, veremos que pasa.

Buen finde. Carpet.

Scarlett dijo...

Pero..... ¿no era Reitman un clarísimo exponente del cine "indi"?
Madre mía, cómo hemos cambiado...en poco tiempo!!!!.

César Bardés dijo...

Yo creo que es una buena película. Hecha sin pretensiones y con un trasfondo, quizá algo evidente (la familia es insustituible) pero que nos hace pensar en todas las vidas sin rumbo que encarnamos.
A este señor le sientan muy bien los trajes porque hace tiempo que decidió vestir de Armani y hay que reconocer (por lo menos para mi gusto) que en moda de hombre no hay nadie que le supere.
Carpet, yo, desde luego, iré a ver "Invictus", película a la que se le sacarán las indudables faltas de rigor. También, ojo, voy a ver la gran tapada de los Oscars y que puede que dé el campanazo de forma muy sorpresiva con "The hurt locker" o "En tierra hostil", de la ex-señora de James Cameron, de Kathryn Bigelow. La próxima semana os pondré mis impresiones sobre ellas.
Y en cuanto a lo de que Reitman era un clarísimo exponente del cine "indi"...sí y no. No, porque es muy difícil que seas el máximo exponente del cine "indi" siendo el hijo de Ivan Reitman, autor de memorables películas como "Junior", "Los gemelos golpean dos veces", "Peligrosamente juntos" o "Poli de guardería". Sí, porque en el fondo, ésta es una película ciertamente marginal si consideramos lo poco comercial que es su argumento. Ni siquiera es un melodrama, es un drama sobre un hombre, punto, ya te la he contado. ¿Qué es lo que hace que la gente no la considere "indi"? La presencia de Clooney que, a mí, francamente me parece estupenda. Por otro lado ¿la producción es "indi"? Desde luego que sí, se la ha financiado papá...no hay detrás ningún lumbreras de la producción y por mucho que la haya financiado papá, no deja de ser "indi" porque Ivan Reitman hace mucho que dejó de hacer cine facilón y está al margen de la producción de los más grandes. Si es que...cuando se dice que Jason REitman es el máximo adalid del cine "indi", que sí es verdad que lo dijeron, habría que saber de lo que se está hablando y hay algunos que no tienen ni idea. Lo que no es el caso en estas páginas llenas de comentaristas resueltos y con una cabeza muy bien amueblada. Es más, os diré que, terceras personas me han elogiado el blog destacando, precisamente, entre otras cosas, las opiniones que aquí ponéis entre todos.

Anónimo dijo...

Te aseguro que por mucho Armani que lleve la etiqueta de un traje, como la persona que lo lleve no tenga clase el Armani sirve para bien poco. Lo de lo evidente del trasfondo ya me lo comentaron, yo no lo veo tan evidente. Me estoy refiriendo a ese final. No diremos más para no desvelar nada a la gente que todavía no la haya visto pero, es que eso mismo ya lo he leído por algún sitio que al final la peli pierde. Para mí desde luego no es así.

Gema

César Bardés dijo...

No, no, no me estoy refiriendo para nada al final que incluso hay gente que lo ve como un final feliz y yo no (aunque reconozco que yo soy como un perro verde de raro). Quiero decir, simplemente, que el tema de la soledad, de la valoración de la familia como lo verdaderamente importante en la vida, lo único que no te puede faltar, la pérdida de la esperanza y todo eso, ha sido ya abordado por el cine muchísimas veces (ahí están Douglas Sirk o John Ford para demostrarlo). Lo original es la forma en la que lo aborda con un personaje que vive en las nubes y que, además, está muy contento de vivir así. El final para nada me parece convencional es más, no creo que sea nada fácil acabar una película así como acaba, con apenas una luz de compañía entre la desgracia y ya está porque no hay más. Espero no haber revelado nada porque, en realidad, no estoy diciendo nada, al igual que no lo digo en el artículo aunque parezca que sí. Bueno, que me estoy liando, que me voy para coger un avión y me marcho andando.
En cuanto a lo del Armani, por supuesto que tiene percha, faltaría más. Pero es que además de tener percha el tipo ha escogido la ropa del diseñador de moda más prestigioso y mejor para los hombres. Sabe muy bien qué es lo que le favorece.

dexter dijo...

Aterrizo por fin en el post después de un vuelo sin más incidencias para, después de todo lo dicho, disentir un poquillo con vosotros. De entrada, la idea argumental me parece muy interesante pero su desarrollo no tanto. No sé qué carajo es el cine indi pero a mi la peli me desprende un cierto tufillo a "yo he estado en Sundance y qué pasa". Fijate que cada vez encuentro más interesante -en todos los sentidos-a ese George Clooney, actor y personaje, verdadero alma mater de esto y convertido en una auténtica contradición andante- o volante en este caso. Es elogiable el esfuerzo de un tío que ha terminado por caernos bien más o menos a todos a base de repartir Nexpressos y sonrisas por doquier y que aquí intenta más que nada que sintamos lástima por él. Lo que no me gusta tanto es cómo se las apaña el director para introducirnos al personaje. A base de querer presentarnoslo casi como un automata repite una y otra vez las mismas escenas a modo de ritual - idéntica forma de ordenar su maleta, misma forma de iniciar sus conferencias con la dichosa mochila, y hasta misma forma de entrar a la habitación de hotel para beneficiarse a la Farmiga. Eso, unido a cierta sobreexposición de terminología y jergas de tipo laboral y técnico - aunque hay diálogos sublimes- terminó por agotarme un poquitín. Ya ves que no he hablado del tan discutido y discutible final que en el fondo fue lo que menos me molestó - en el fondo al pobre hombre no le queda otra salida que la que toma.
Pero no van a ser palos para esta propuesta que repito, a pesar de todo, me parece de lo más interesante. Me gustó muchísimo Anna Kendrick, la actriz y el personaje. La actriz, porque habrá que seguirle muy de cerca la pista a esta muchacha. El personaje, porque me gusta mucho esa chiquita capaz de ponerse a llorar como una cría cuando la deja el novio o de tirar la toalla cuando ve que no puede aguantar la presión, algo que tira definitivamente por la borda ese tópico de una juventud materialista e interesada.

César Bardés dijo...

A mí me parece que es una idea bastante creativa el contar la tragedia que nos asola a todos (que no es más que la incomunicación en la era de la comunicación y la soledad que sentimos por muy acompañados que estemos además de preguntarnos qué carajo hacemos por estos lares) desde las nubes. Creo que el automatismo que dices es algo introducido muy adrede porque, evidentemente, quiere que nos demos cuenta de que todo lo hace igual mientras él piensa que todo lo hace diferente. En cuanto a la jerga técnica a mí no me molestó porque la entiendo (de igual manera que a mí me cansaría la jerga de un físico en una película sobre el descubrimiento del voltio). Bien es verdad que Clooney es centro y razón de la película y que, sin él, la película caería como un castillo de naipes. Creo que es un excelente actor que se lo va a poner muy difícil a quien quiera arrebatarle el Oscar (sea Bridges, Freeman o Penélope Cruz...ah, no, que esta no entra en esta categoría). En todo caso, es una película de cierto interés, un drama hecho con un cierto rigor aunque no cabe duda de que hay algunos rincones que parecen un tanto rebuscados (la historia tampoco tendría ningún sentido si él no se dedicara a lo que se dedica). En cuanto a las ínfulas de ser cine independiente, bueno, creo que la gran apuesta de este año del cine independiente se llama "Precious" y no es "Up in the air" que parte de una originalidad propia del cine "indie" y se hace con estándares más propios del cine más comercial. Es sintomático, en todo caso, que no a todo el mundo le gusta ver (por mucho Clooney que haya) un reflejo de los problemas que todos tenemos en una metáfora que, para mí, es bastante convincente. No estamos preparados para hacer una conexión.

dexter dijo...

Yo desde luego no tengo ningún problema en ver a George Clooney metido en la piel de un pobre mortal que sufre, llora y paga sus facturas como cualquier hijo de vecino. Es más, creo que el tipo es tan inteligente que se ha labrado una imagen pública muy potente y que le hace encajar también en este tipo de papeles. Estoy pensando en que mientras tú y yo veíamos esta película el muchacho estaba presentando en Estados Unidos un telemaraton destinado a recaudar fondos para ayudar a los damnificados de Haiti. O sea que George no sólo presenta una conexión con Grant como apuntaba Gemma sino que tiene otra incluso más fuerte con los Redford, Newman y otros actores de aquella generación que supieron casar a la perfección el glamour con el compromiso.

dexter dijo...

Y por tanto me lo creo en este tipo de personajes, y no solo me lo creo sino que hasta soy capaz de identificarme con él incluso. Y eso, lograr que nosotros mismos nos veamos reflejados e identificados si quiera por un momento en un personaje es ser un gran actor, lo demás, cáscaras. Por otra parte, todavía no he visto al Mandela de Freeman pero a mí personalmente me gustaría que este año le dieran el Oscar a Bridges, que ya toca.

César Bardés dijo...

Cuando vea la de Bridges, juzgo con conocimiento de causa, mientras tanto me reservo la apuesta. Por otro lado, Clooney fue muy claro cuando hizo "Batman forever", lo primero que dijo fue: "Ahora ya puedo hacer lo que quiero". Y se ha dedicado a hacer las películas que verdaderamente le gustaban hacer, por supuesto, sin acertar siempre. Además es un hombre que no deja el buen humor. Hay una anécdota de Hugh Jackman que, cuando se le nombró el hombre más sexy del mundo le preguntaron qué era lo peor de haber sido encumbrado a tan alto honor. Jackman, sin pestañear, dijo: "La llamada llena de amenazas de George Clooney". Y parecer ser que sí, que le llamó y en plan cachondeo le puso a caer de un burro. Es un hombre que me gusta porque se esfuerza en reírse mucho de su propia imagen, y además no tiene pelos en la lengua a la hora de decir las cosas, y además es cierto que parece emparentar con Newman, Redford o de Niro en tener un lado humano de ayuda a los demás y de canalizar esa ayuda, lo cual siempre es de agradecer entre personas que lo tienen todo y que no tienen por qué molestarse por los demás, cosa que pasa muy, muy a menudo. No hay que perderse el mes que viene el estreno de "Los hombres que miraban fijamente a las cabras" con Clooney, Spacey, Bridges y una cabra como principales protagonistas.

Scarlett dijo...

Claro que se dijo en su día, en el día de Juno más concretamente. No tanto que es adalid, que es máximo exponente. Sí que es un claro exponente, que es lo que yo tenía entendido.

Ahora, la pregunta es mía. Y sí, es por Clooney. Claro que, yo pertenezco a esa minoría de tus comentaristas, a los que no tienen ni idea, y muy mal ambueblada la cabeza.

César Bardés dijo...

Pues lo siento porque en el comentario que me han hecho sobre los que siguen este blog también estás incluida tu. Son cosas que pasan cuando se dice lo que se piensa. Yo te incluí en ese comentario y parece que aún así te das por ofendida. Lo dije con conocimiento de causa porque, parece ser, que ha habido un subidón de audiencia de esta página y no acierto a comprender por qué pero parece ser que sí. No entiendo que me ataques de esa manera. En lo de los comentaristas también estás tu, te guste o no.

Scarlett dijo...

Pero si yo no te estoy atacando, César.... (cara de inocencia). Parece mentira que pienses eso de mí a estas alturas de metraje. Eso lo pueden pensar los extras, los que nunca me han conocido, pero el director del filme como que no, jajajaja.
Que no es un ataque, en serio. Lo de los comentaristas y mi auto-exclusión es una coña (vuelvo a decir que parece mentira que no me conozcas), y lo del comentario que hago sí que va en serio. ¿Qué quieres que te diga? Me choca. Me choca que este director (gran amigo mío en otros tiempos en que lo puse verde) pase ahora de guionistas de blog y de actores de cuarta para irse a donde siempre quiso estar. Para mí, una incongruencia. Para otros, otra cosa. Pero así es la vida y estoy acostumbrada a no coincidir con nadie en mis apreciaciones. No hay más.
Y lo de la subida de audiencia, a mí no me extraña. Era sólo cuestión de tiempo, y eso que no tienes acólitos que te van haciendo publicidad por la red, como otros.
Así que, no te enfades, que para un comentario que te puedo hacer.... Ya sabes, muchísimo trabajo y una tesis diaria sobre "Cars", que he visto 1.976.451 veces, y que incluye comentarios de un niño de 2,5 años, tales como: ¿Saca la lengua para ganar?.....
Vamos, que no me extraña que mi desfase en cine se note tanto, dado que mi exilio parece permanente ;)
Un beso, y repito: no te he atacado. Enhorabuena por esa subida de lectores, que siempre va en alza en mi ciudad, y que te mereces.

Anónimo dijo...

Zabaltegi

Yo soy de los que cree que el final de "Up in the air" es lo peor de la función. Es más, creo que toda la segunda parte de la historia flojea más que los esfínteres de un condenado que acaba de ser colgado. La película nos coloca al mismo personaje que engatusa con su Nespresso a ese San Pedro que es John Malkovich, en terminales de aeropuertos. El centro de la película es ese tipo elegante de sonrisa fácil que adora lo que el resto de los mortales odiamos. Es un ser superficial cuya estúpida meta es llegar a las 10 millones de millas aéreas, un tipo inmaduro que rehuye los compromisos familiares, un se libre que abomina ese sueño americano de porche, mujer con delantal, niños, perro y cervezas mientras ve un partido de béisbol por televisión. Es una persona que ha elegido. Claro, ¿es posible mostrar un personaje así desde Hollywood sin hacer que el personaje evolucione hacia el convencionalismo y la vulgaridad? No estoy en contra de los convencionalismos, ni de los "mensajes" -¡qué horrible término!.- facilones, pues ambas cosas son necesarias para meter en el cine a la gente que sólo acude a mascar palomitas. El problema es que la evolución del protagonista de "Up in the air" se da porque le viene bien guionista, no como consecuencia de un lógico desarrollo de los acontecimientos.

Con todo, me parece una película agradable, que se deja ver y que está muy por encima de la media de lo que se estrena en los cines de nuestros centros comerciales.

A veces, practico un juego después de ver una película, os lo recomiendo. Este juego consiste en tratar de averiguar lo que uno recordará de una película diez años después de haberla visto. Yo creo que en el año 2020 -espero seguir entre vosotros para confirmarlo-, si recuerdo algo de "Up in te air", tan sólo será lo bien que le quedan los trajes a George Clooney. El resto habrá ido a parar a la papelera de reciclaje del olvido.

César Bardés dijo...

Es que a mí me parece que "Juno" es una obra de encargo y de cine "indie" tiene lo justito. Es decir, ahí había un guión de esa señora de nombre insólito, Diablo Cody, que, de haber podido, estoy seguro de que hubiera dirigido la película pero es que, también estoy seguro, de que le faltaban los conocimientos técnicos necesarios para hacerla y entonces buscaron a alguien que pudiera. Entonces encontraron (papá tiene brazos muy largos) a Jason Reitman y todo el mundo le dio por decir que "Juno" era la obra de Reitman. Pues no. Es la obra de la señora Cody, dirigida por un tío de alquiler que deseaba abrirse paso en la industria y, en principio, le daba igual que fuera en una película pequeña e "indie". A mí me extrañaba mucho que el hijo de Ivan Reitman hiciera cine "indie" pero, oye, yo puedo estar tan equivocado como el que más. Por otro lado, sin ir más lejos, tenemos el ejemplo contrario en Nick Cassavettes, hijo de John Cassavettes, que no hace más que cine "indie" porque su padre no dirigió más que cine "indie" aunque aceptase papeles de actor en películas muy comerciales para poder financiarse los proyectos que deseaba hacer. Y ojo con lo que se denomina cine "indie" porque si nos atenemos a lo que normalmente se entiende como tal, tendríamos que decir que, por ejemplo, todas las películas dirigidas por Stanley Kramer son cine "indie" y que "El paciente inglés" es cine "indie" porque la produjo Miramax, una productora que estaba fuera de los circuitos habituales de distribución en aquella época y que acaba de ser comprada por John Lasseter para la Disney.
Yo sí estoy extrañado con esta repentina subida de audiencia, no imaginaba que a tanta gente pudiera interesar lo que yo escribo pero bienvenidos sean y que disfruten. Por otro lado, sí que parecía que tu autoexclusión era un ataque, yo no he excluido a nadie porque así me lo han hecho saber, así que, en la parte que os toca, felicidades a todos.
Zabaltegui.
Yo no creo que el afán de la película sea convertir al personaje de Clooney en un "San Pedro de Aeropuertos" aunque reconozco que es un análisis original. Creo que es una débil luz de compañía, un mero comienzo de tener una conciencia del daño que hace con el trabajo que desempeña y él seguirá con su destino que es el que le corresponde. No me parece un final feliz, ni santurrón, ni siquiera emocionante. Me parece un final normal en la vida de un hombre que, efectivamente, me parece infantil, con metas absolutamente idiotas en la vida y el final me parece lógico porque no tiene otro sitio a donde ir. Lo facilón es no hacer la visita a la chica con la que ha encontrado puntos de contacto, o que la chica no se encuentre en la situación en la que está, final feliz y todo el mundo contento. ¿Que está por encima de la media? Sí. ¿Que no pasará a la historia? Yo también hago ese juego y no encuentro ninguna (salvo a un par de cineastas que me voy a abstener de nombrar) que vaya a pasar a la historia del cine dentro de diez años (¿quién se acordará dentro de diez años de "Slumdog millionaire"? ¿quién se acordará dentro de diez años de "El luchador", con Aronofsky, tan "indie" él?). Esta afirmación, en cualquier caso, es muy peligrosa porque, muy probablemente, dentro de diez años, los parámetros de valoración de una película serán muy distintos a los que utilizan la gente de mi generación y si no, al tiempo.

Scarlett dijo...

Èsa es la explicación de Juno y de Reitman que sí que me convence. Que le buscaran me cuadra más que la versión oficial que, en su día, se dio, que él mismo daba en ruedas de prensa. Así sí.
Mi autoexclusión era una broma, de sobra sé lo importante que soy. (Que te rías, que te rías, que te veo tenso).

César Bardés dijo...

No te preocupes, que no paro de reírme. Mal crítico sería yo si no tuviera esa capacidad. Me río de tantas cosas que no las enumero aquí porque ocuparía todo el blog, lo malo es que no se me ve. Pero más de una carcajada en grito se me pone, no creas.

Unknown dijo...

Acabo de llegar de mi cita cinéfila de hoy, y no tengo mas que felicitar a Don César por el excelente artículo en el blog.

Creo que ha elegido perfectamente las palabras para definir el film sobrio y acertado. Y yo añadiría que es una película de contrastes injertados excepcionalmente.

La atmósfera que Reitman genera a base de una buena planificación de escenas y un excelente montaje (ya los títulos de crédito previenen de tales intenciones) acentúan la moderación general del film.

En el contexto inicial (y en gran parte del total) prima la intención de mostrar lo sobrio en todos los aspectos. La moderación y el orden de la vida diaria del protagonista están por norma. Tanto en las interpretaciones, en los vestuarios (Armanis perfectamente llevados y trajes de tonos sobrios y texturas perfectamente planchadas durante los turnos de trabajo, y que remarcan el poder de la rutina de esos momentos) o en los escenarios (terminales de aeropuerto... zonas comunes de hoteles, habitaciones clonadas de ciudad en ciudad.. donde se desarrolla el día a día del protagonista) tanto comunitarios como de su vida doméstica.

Todo está planificado al dedo en lo que al reflejo de la rutina y la vida desalmada se refiere. (y se establecen juegos de montaje para enfatizar los procesos rutinarios dentro de esa rutina ( Que divertido es ver como día a día se monta una maleta perfectamente organizada.)

Todo funciona como un reloj hasta que algo cambia la tan nombrada rutina. (la aparición de Kendrik y de Farniga). Entonces... es cuando aparecen los acentos que la alteran . Acentos sutiles y que son los que aportan "vida" al film. Y que por contraste hacen destacar la sobriedad mostrada anteriormente.

Unknown dijo...

Las nuevas sinergias ofrecen cambios. Ya sean con la aparición de nuevos vestuarios mas informales para tomar una copa colándote en una fiesta de hotel. Ya sean con la aparición de nuevos afectos (llenemos la mochila) y las correspondientes tomas de decisiones. O ya sea con nuevos escenarios totalmente descontextualizados de lo que la rutina mostrada inicialmente conlleva.

Acentos tanto interpretativos, como de escenarios y de vestuario (con todo lo que afecta al film)

Si inicialmente se acentúan banalidades por medio de un moderno y veloz montaje (la secuencia del armado de la maleta, las consabidas tarjetas, las facturaciones rutinarias y mecanizadas), posteriormente lo que nos va a llamar la atención es precisamente lo contrario. Ese mundo donde el protagonista conoce las incertidumbres del descontrol y los elementos que no son rutinarios.

Mención aparte merece la factura técnica del film. La planificación de escenas me parece muy buena en muchos casos y las estrategias de filmación de los personajes para destacar algunos momentos interpretativos me parecen interesantes. Se maneja bien las transiciones Plano general-plano medio-primer plano (varias escenas dan cuenta de ello como la del convencimiento al futuro cuñado, o los tríos que se montan en varios momentos entre Clooney,Kendrik y varias víctimas de despido; O la escena en que Kendrik está centrada perfecta y geométricamente ante Clooney y Farmiga en el hall de un hotel.)

También creo que hay excelentes momentos de guión, con escenas que arrancan más de una carcajada y con respuestas hábiles e imaginativas.

En suma, una buena película. Que no dejará poso en los Oscars, pero que tiene muchísimo en su haber.

Un abrazo afectuoso a los seguidores de los ojos del lobo.

Unknown dijo...

Pd: Se me olvidó comentar que creo que este excelente cocktail baja un poco en sus últimos 20 minutos de metraje, entrando un poco en redundancias que ya se nos habían contado.

Pero yo por mi parte... se lo perdono.

César Bardés dijo...

Excelente es tu comentario, Chus, pues no parece sino que un director artístico como la copa de un pino se haya atrevido a dejar un comentario en un blog sin nombre.
Por otra parte, estoy muy de acuerdo en todo lo que dices en cuanto a la descripción de ambientes y a esa deliberada puesta en escena en la que todo parece metálico y de cristal, con una asepsia que ralla en el vacío. El tipo hace la maleta siempre igual, de forma mecánica, y vive exactamente igual que hace la maleta. De pronto, aparecen dos elementos que hacen que el plano se incline y comience a ser un terraplén. Aparte de eso, creo que está correctamente dirigida y también tengo que mostrar mi acuerdo en que cae de ritmo en los últimos veinte minutos aunque no tengo nada en contra de esa caída porque, al mismo tiempo, nos centra en esa interrupción de la vida del protagonista que acaba mal en cuanto que no consigue moverse de donde está. En todo lo demás, nada que añadir hacia un comentario certero, que aporta muchísimo y una mirada que se aprecia entre las líneas de todos a los que nos gusta ver una película.
Muchísimas gracias por este gran comentario.