viernes, 2 de julio de 2010

LA BRIGADA DEL DIABLO (1967), de Andrew V. McLaglen


Quizá para poder construir una fuerza de élite haya que colocar en los muros ladrillos irrompibles de tesón humano. El nacimiento de las fuerzas combinadas de los boinas rojas es narrado aquí con unas buenas dosis de indisciplina, de falta de entendimiento y del deseo de un hombre de demostrar que su idea valía más que el conformismo. Así, se cogió a un puñado de hombres a los que el significado de la palabra orden era equivalente a un directo a la mandíbula, a los que la simple idea de colaborar entre sí les parecía tan lejana como el sonido de unas gaitas escocesas, a los que tenían conciencia de que el valor de un hombre se medía a través del termómetro de la resistencia y no del ataque, y con esta materia prima, el Teniente Coronel Frederick (siempre sólido William Holden) consiguió volver esos defectos en virtudes al aplicarlos en contra de un enemigo común y no para superar rencillas que no dejaban de ser peleas de bar aunque se desarrollasen en el patio de armas. El resultado fue una de las fuerzas de élite más temibles que combaten en algunos rincones perdidos de guerra y muerte.
No cabe duda de que, para hacer esta película, se aprovecharon del rebufo creado por otros títulos de éxito colosal como pudieron ser Doce del patíbulo, de Robert Aldrich; o también la algo más lejana en el tiempo Los cañones de Navarone, de Jack Lee Thompson. Lo cierto es que es una película que entretiene, que gusta, que deja un cierto sabor amargo combinado con un deje de simpatía. Acompañando a Holden se encuentra un reparto muy ajustado con Cliff Robertson, Vince Edwards y mención especial merece ese Cabo de Hierro interpretado con la herramienta de la fuerza hermética y sin fisuras que destilaba un actor como Jack Watson.
En todo caso, la película, además de las acostumbradas escenas de acción, también es un drama humano sobre seres perdidos que encuentran en el compañerismo una razón para combatir en una guerra que nunca ha sido asunto suyo. Además de eso, no en vano el director Andrew McLaglen es uno de los alumnos del gran John Ford, el metraje esta continuamente salpicado de unos buenos tragos de humor destilado que, en algunos momentos, llega a ser salvaje. E incluso, llega a tener residuos de un lirismo que se antoja increíble cuando se sabe que hay hombres que han sido entrenados para morir.
De cualquier modo, es una película que necesita un vaso de whisky escocés preparado encima de la mesa. Y no dudo en alzar mi copa en esa escena, quizá la mejor de la película, en la que, celebrando el éxito de la primera misión, Cliff Robertson, dirigiéndose a Holden, brinda por el diablo. Hagamos lo mismo.

9 comentarios:

Scarlett dijo...

¿Cómo lleva Ud. el verano?
Por aquí sigo, aunque no diga ná.
Yo no lo llevo mal, ya no tengo tanto trabajo y hasta me puedo permitir el lujo de ver algún partido casi entero de la selección española.
¿Cómo ves el España- Alemania, hablando de "la brigada del diablo?
Jajajaja.

César Bardés dijo...

El verano parece que se confabulo para que no lo disfrute. Las vacaciones penden de un hilo por una serie de "desafortunadas desdichas" que lucho denonadamente por resolver.
No suelo salirme del tema en este blog pero por una vez voy a hablar de fútbol (parece que no porque me las doy de muy intelectual pero entiendo más de fútbol que el espectador medio por varias razones que no voy a explicar). España ya ha hecho bastante. Recuerdo que en el Mundial de Argentina, en 1978, aquel del famoso no-gol de Cardeñosa, le pedí a Dios que viviera lo suficiente como para ver a España entre las cuatro primeras y ya lo he visto. Para mí España ya ha hecho más que suficiente y si pierde pues me parece perfecto. ¿Que se gana? Mejor. Yo disfrutaré del "Panzer" alemán y de alguna que otra jugada que se puedan sacar los nuestros de la manga. Tampoco me parece que el juego de España haya sido tan maravilloso. Ha habido momentos, sobre todo con esa pandilla de amigos que era Portugal, y ya está. Sospecho que los alemanes nos van a dar para el pelo y no quiero ser agorero y no lo soy, de hecho, pero es así.

Scarlett dijo...

A mí tampoco me da buenas vibraciones el España-Alemania, ninguno de los dos son los de la Eurocopa. Ya veremos a ver.
De Argentina 78 sólo recuerdo haber tenido una bonita camiseta con ese logotipo, nada más. Empecé a seguir esto del fútbol en los Mundiales desde el España 82, y luego todos. Ha habido convocatorias en las que he llegado a ver prácticamente todos los partidos. De este último sólo vi, además de los de España, el último de Brasil y el Alemania-Argentina, que me metió el miedo en el cuerpo. En fin... una pequeña pasión que me aborda cada 4 años.
Espero que todo se resuelva y te vayas finalmente de vacaciones, que bien merecidas sí que te las tienes.

César Bardés dijo...

De alguna manera, el juego de Del Bosque no es tan alegre como lo fue el de Aragonés y eso que ni uno ni otro son santos de mi devoción. Lo que tiene España, por primera vez en su historia, es un medio campo que permite múltiples combinaciones y que es de auténtico lujo, un medio campo que es la envidia de cualquier club de alta competición. Yo no pondría en la medular la alineación que pone Del Bosque porque se nota que es un tanto reservón pero dicen que cada españolito lleva a un seleccionador dentro.
Mi primer recuerdo de los mundiales es el de Alemania 74, con la increíble creatividad de aquella "naranja mecánica" de Joengbloed, Suurbier, Hahn, Krol, René Van de Kerkhof, Neeskens, Willy Van de Kerkhof, Rep, Cruyff y Rensenbrink y con ese equipazo que tenía Alemania con Maier, Vogts, Beckenbauer, Overath, Holzenbein, Netzer, Breitner, Müller, etc, etc. Así me trague un Uruguay-Holanda (me acuerdo del portero de Uruguay que luego jugó en el Granada y que se llamaba Mzurkiewicz), la Polonia de Lato y Deyna, el Brasil de Jairzinho, Leâo, Carlos Alberto...Eso era fútbol, lo de ahora es otra cosa. Y desde luego España, si es tercera, ya nos podemos dar con un cantito en los dientes.

dexter dijo...

Pero bueno, ya hablando de cine y de fútbol. Cada vez te pareces más a Garci, Bandres, ya solo te falta ponerte a comentar boxeo y yo si quieres me pongo a fumar en pipa y hago de Marías. Y a Carpet le veo yo cara del De Prada no sé porqué.
En fin, retomando el tema, pues te diré que no he visto la película pero hace poco me dejaron el DVD de Los indestructibles, una peli bastante maja de este mismo señor. Muy clásica, muy de valores, muy fordiana, no me extraña que este señor fuera hijo de quien era.

Carpet dijo...

¡¡¡¿De Prada?!!!...sin insultar, eh...que este es un espacio de libertad y tolereancia, antes me cambio el sexo y me transmuto en Nativel Preciado. Es increible lo listos que se creen algunos porque una vez escribieron un libro...

Por cierto Wolf, (un maravilloso jugador argentino con el mismo nombre jugó en Las Palmas y el Real Madrid en aquellas epocas ) creo que sobrevaloras aquella época y aquel mundial. Hace relativamente poco pude repescar alguno de aquellos encuentros que me parecían, como a ti, increíbles y he de decire que la memoria juega malas pasadas. Tenemos el rtecuerdo de un partido glorioso porque en aquel momento lo fue, pero hoy años despues y viendoles jugar nos damos cuenta de que aquello no es comparable.
El ritmo era infinitamente menor, los jugadores recibían la pelota parados, se giraban pensaban que hacer y sus defensores les esperaban a metro y medio. Si un jugador realizaba con acierto un regate, recorría 15 metros hasta que el siguiente defensa intentaba cubrir el hueco, lo de las "ayudas" ni se planteaba, la presión tampoco. La velocidad, la fuerza, la potencia de jugadores como Messi, Cristiano o hasta hace poco Zidane, Ronaldinho o Figo es infinitamente mayor que aquellos jugadores que recordamos míticos, (y no entro a valorar la calidad técnica), aquellos no necesitaban controlar la pelota de espaldas y en decimas de segundo decidir jugarse un pase, un regate o devolver el cuero como sucede ahora, los defensores no les entraban nada más recibir.
El futbol cambió, pero estoy seguro que ahora no te divertirían tanto aquellos partidos como los disfrutamos entonces.
Por cierto, mi mejor recuerdo del Mundial del 74 es el enfrentamiento entre las Alemanias, por otro lado mi equipo mítico en el recuerdo es la Francia del 82 con Platini, Tigana, Giresse, Genghini,...

Abrazos.

Scarlett dijo...

España gana César, ya verás como sí. Partido difícil, no lo discuto, pero ni la mitad de angustioso que los disputados frente a los americanos.
Y bueno, que tenías tú razón en eso de que los americanos llevan el fútbol en la sangre. El entrenador del alba juvenil es compañero de trabajo de mi marido; el otro día fue a mi casa, empezó a regatearle a mi hijo.... (3 años), y dice el buen hombre que el niño le hizo una entrada de ésas que hace Sergio Ramos que, encima, provoca falta en los delanteros. Yo lo único que sé es que detrás de un jugador de la selección siempre hay un padre loco (véase el padre de Iniesta), y que aquí no se va a dar el caso, jajajaja.
Hoy es mi cumple, tomaros algo en el bar de la esquina (como tú dices), que ya pago yo ;)

César Bardés dijo...

Bueno, Dex, las cosas de la vida hicieron que yo tuviera un especial contacto durante una temporada con el fúrgol y suelo estar bastante atinado porque lo he vivido desde dentro. En cuanto a "Los indestructibles", ya hablamos de ella en el blog y sí, es una película bastante maja. Andrew McLaglen no es que fuera un gran director pero sí tenía un cierto sentido de la acción e hizo algunas películas con las que pasas un gran rato sin llegar a ser una obra maestra ninguna de ellas.
En cuanto a la memoria, Carpet, estoy de acuerdo que es una traidora que tiende a mitificar. En cualquier caso, sí que es verdad que por aquel entonces se jugaba así y que ya he notado las diferencias de entonces y de ahora. Aún y todo así te digo que me gustaba más aquel fútbol que dejaba jugar que el de ahora. Aquella Italia de Fachetti, uno de los mejores defensas que he visto, y Antonioni no hacía el juego cicatero de ahora por mucho que el podería físico fuera diferente y la concepción del fútbol más lenta. Precisamente, el mundo se maravilló con Johann Cruyff por esos cambios de ritmo impensables para cualquier defensa, o aquellos cambios de juegos milimétricos que hacía Franz Beckenbauer con desplazamientos de balón de más de 60 metros. Incluso, si no recuerdo mal, en aquel mundial Arie Hahn le metió un gol a Uruguay con un trallazo a cincuenta metros de la portería. Hoy eso no se ve.
Aquella Francia que comentas era muy buena, como lo fue la Francia que jugó en Argentina 78 y que quedó apeada por la Italia de Roberto Bettega, el tipo que tuvo tisis y luego jugó al fútbol. Al final, Brasil 3 Italia 1, con un paradón de Zoff que no he visto cosa igual y con un golazo de Nelinho haciendo un efecto que parecía un partido de "quidditsch" de Harry Potter.
Feliz cumpleaños, Scarlett, que te regalen muchas cosas y, entre otras cosas, uno de ellos sea el triunfo de España ante Alemania, cosa que dudo no porque sea pesimista con respecto a España, sino porque soy optimista con respecto a Alemania. Ahora bien, estoy seguro que España va a hacer un gran partido porque siempre hemos jugado bien en los partidos contra las grandes selecciones aunque acabemos perdiendo.

Scarlett dijo...

Muchas gracias por tu felicitación. España ganará, ya lo vais a ver.