jueves, 16 de diciembre de 2010

NEDS (2009), de Peter Mullan

Un joven tiene un brillante futuro como estudiante. Recibe premios y asciende dentro del terrible e injusto sistema jerarquizado de enseñanza del Reino Unido. Su familia está enferma de pasividad por culpa de un padre alcoholizado y violento y, un buen día, decide desafiar a la autoridad que puede estar representada de cualquier forma. Un profesor. Un líder. Un policía. O los chicos de enfrente, al otro lado del puente. Y comienza a caminar entre leones.
Y en ese camino de violencia que, por un lado, está extrañamente legalizada por el lado de los supuestos educadores, él comienza a ser aceptado porque es capaz de pasar a la acción, de sumergirse cada vez más en actitudes marginales que desembocan en la disolución de su propia personalidad. Él ya no es él y pasa a ser masa. Los límites se van deshaciendo poco a poco y va traspasando líneas que sólo pueden terminar en la decepción más desoladora o en la soledad más decepcionante. La cordura huye para dar paso a la alucinación. Es el sendero que va de la marginación por ser un buen estudiante al total alejamiento de la realidad por tomar la violencia como única forma válida de expresión, un implícito medio para ser parte importante de una maquinaria que no señala salidas y se queda en callejones de barro y ladrillo visto. Un proyecto de esfuerzo que se queda en mero delincuente bien educado y al borde del asesinato.
Hace ya algunos años, Peter Mullan se descubrió como un interesante actor en aquel terrible solar abandonado y lleno de enfermedades mentales escondidas que fue Sesión 9 y más tarde probó suerte en lo que era su gran sueño al dirigir la sórdida y espeluznante Las hermanas de la Magdalena consiguiendo estremecer al público denunciando el caso real de unos abusos de autoridad inimaginables en el seno de la iglesia. En esta ocasión, no deja de aportar su experiencia delante de las cámaras interpretando al padre del protagonista y, no cabe duda, de que no es una película que pueda dejar indiferente a nadie. Dentro de ella late el retrato de una juventud con más papeletas para la condenación que para el progreso personal en el Glasgow de principios de los setenta, un lienzo sobre la desaparición de la piedad en un chico que debería ser ejemplo y se convierte en fracaso, una horrible desesperanza ante un sistema educativo anticuado, peligroso y alienante que fomenta la separación, desplaza a los torpes y problemáticos castigándolos con el desinterés y la desidia y que no suelta en ningún momento la correa de la más dolorosa de las disciplinas. Y, de paso, una crítica feroz a unos padres que no atisban a ver la realidad de sus hogares por pura comodidad.
Es cierto que hay un buen puñado de escenas sobradamente conocidas como los típicos enfrentamientos de pandilleros con un vocabulario que se reduce a unas diez o doce palabras y un subrayado irritante cuando, en plena reyerta, introduce como banda sonora una versión del Cheek to cheek, de Irving Berlin. Pero Mullan sabe acercarse más al feo realismo que fue seña de identidad de los jóvenes airados del free cinema británico y no caer en la trampa maniqueísta del casi siempre intragable Ken Loach dando como resultado una película apreciable, avalada por la Concha de Oro del Festival de San Sebastián y con una interpretación magistral del protagonista Connor McCurran que sabe pasar del interés a la mediocridad y del esfuerzo al desprecio.
En todo caso, es una historia que no hace muchas concesiones y que busca agresivamente la responsabilidad de unos adultos que han estado siempre demasiado lejos de las inquietudes de una juventud desorientada y capaz de tirar por cualquier camino. Incluso por el temerario prado en donde descansan unos leones que, tal vez, dejen pasar de largo a quien sabe ser punto de referencia para quien lo necesita, meta final que debería estar en la mente de los más inteligentes.  

6 comentarios:

dexter dijo...

Ufff, Bardes, te digo que cada día me das más miedo. Iñárritu, Mulan, la Concha de Oro de Donosti... ¿qué será lo próximo, una película iraní en versión original subtitulada, un ciclo de Antonioni en la filmoteca? Si es que de verdad, que cuando te pones pedante...

No, la verdad es que si no tuviera las miles de cosas que tengo por hacer y las miles de pelis que me quedan por ver yo también me acercaría a ver esta peli que pinta bien. De Mulan director no he visto nada,aunque he oído que Las hermanas de la Magdalena, valga el ripio, merece bastante la pena. Y como actor siempre recordaré su impresionante interpretación en la magnífica Mi nombre es Joe, la segunda mejor película del maniqueo y plasta Loach.

Bueno, da recuerdos a la Chamorro y a Bevilaqua y muchísima, muchísima suerte para esta tarde.

César Bardés dijo...

Uy, Dex, si yo te contara las cosas que he visto en cine. Tuve la mala suerte de estudiar parte de la carrera al ladito mismo de los cines Alphaville y Renoir en la Plaza de España, de Madrid, y como hacían los horarios con los pies, tenía unos huecos entre medias de agárrate y no te menees. Total, ¿qué iba a hacer yo? Pues irme al cine. Me he visto cosas que jamás has visto (y no, no soy Rutger Hauer). Desde "La trampa de Venus", de Robert Van Ackeren (ni te suena ¿eh?) hasta la colección completa estrenada una tras otra de la filmografía de Alan Rudolph pasando por Wim Wenders y sus rayadas tipo "Hasta el fin del mundo" o Doris Dörrie y su "Paraíso", o la maravillosa mezcla de Michel Serrault y Anna Galiena en una desconocidísima película francesa y, por otro lado, maravillosa que se llamó "Canalladas". Por ver, hasta me tragué como un señor la intragable "Paisaje en la niebla", de Theo Angelopoulos.
De "Las hermanas de la Magdalena" espérate otro sordidón de los buenos aunque no cabe duda de que Mullan dice unas cuantas verdades muy bien dichas. En cuanto a la consideración que haces de la segunda mejor película de Loach...sólo por curiosidad...¿Cuál es la primera?.
No te preocupes que a la Vir y al Rubén los tengo ya en las manos. Te contaré con pelos y señales el encuentro con ellos.

dexter dijo...

¿Robert Van qué? Y de Spielberg, Scorsese y esos nada, no? Bueno, es que ya te estoy viendo, el típico estudiante empollón y gafapasta con el pelo para atrás. Ayss, qué pena que lo de estudiar te pillara en los ochenta y no en los sesenta, la que la hubieras gozado y líado tú en los cineforums con Goddard.

A Las hermanas de la Magdalena siempre la tuve un poco de respeto y por eso nunca me atreví a hincarle el diente. Es lo que tiene haber ido a colegio de curas.

Ah, por cierto la película es Agenda oculta.

Eme soy dijo...

César..,

Que vaya muy .., muy bien está tarde.

Lo tienes merecidisimo.

Suerteeee !!!

César Bardés dijo...

No veas si la hubiera liado, me habrían echado a patadas por ser anti-Godard y anti-Antonioni. Yo también estudié en colegio de curas y, la verdad, no me esperaba una película tan dura como la que hizo Mullan pero hay que reconocer que, a pesar de la dureza (y de que estoy empezando a estar hasta los morros de dureza, me apetece una comedia ligerita sin que sea una bobada), le salió una película apreciable.
En cualquier caso, Dex, menos mal que has acertado con la de Loach, yo también pienso que "Agenda oculta" es una excelente película. Es LA película de Loach, lo demás es tan maniqueísta como tendencioso.
Y muchas gracias, Eme Soy. Espero que todo vaya bien, que no cansemos a la gente y que sea algo ágil y cómodo. No aspiro a mucho más. Estarás por allí, que lo sé, dándome algún ánimo más que necesario.

dexter dijo...

Bueno, luego tiene la de Kes, la del halcón que era bonita con el crío aquel tan mono él. Y bueno también me gustó Tierra y libertad, quizá porque se rodó al laico de mi pueblo y porque recuerdo que la vi el mismo día justo antes de la final de la Recopa y el golazo de Nayim (ayss qué tiempos).
Pues sí, chico, a ver si nos viene pronto una comedia o algo alegre, que con lo achuchao que está el tema.