lunes, 7 de marzo de 2011

SIETE DÍAS DE MAYO (1964), de John Frankenheimer

En todas las democracias siempre hay alguien que se erige en auriga de la ambición para lograr vencer por la calle interior del circo. En Siete días de mayo, un general se esconde detrás de uno de los extremos de la palabra “patriotismo” para partir el país en dos. La excusa es la debilidad del gobierno que tiene al mando a un presidente algo pusilánime. ¿Se han fijado que siempre que hay un golpe de estado la justificación es la debilidad de un gobierno, por lo general, socialdemócrata? Sólo un hombre, un segundón, se agarra con uñas y dientes a la libertad en la que siempre ha creído que defiende su propio uniforme. Porque, al fin y al cabo, la misión de quien sirve a una colectividad (llámese país, estado o conglomerado de ciudadanos que pagan a la misma administración, no vayamos a herir sensibilidades ajenas) es aceptar lo decidido por la ciudadanía que se expresa de forma libre y por convicción. El juego legal no es lo mismo que la legitimidad. La democracia es poder decidir y discrepar…respetando. Es así de sencillo. Y el auriga de la ambición de esta película quiere romperlo todo para imponer su idea de país, más cercana a la de imperio.
En una época en la que la carencia de valores es casi una religión, esta película olvidada puede cobrar una enorme vigencia sobre el respeto a unas reglas adoptadas por la mayoría. A veces el cine, conciencia del arte, consigue lanzarnos un mensaje de aviso sobre el camino de la nada, del silencio impuesto, de la inutilidad de una rebeldía mal entendida, del vacío que sigue al caos, del falso orden, de anteponer el ideal de la democracia por encima de la tendencia ideológica (algo muy, muy difícil de entender por los prisioneros de la ambición y del revanchismo) y de que mucho más allá de las reivindicaciones colectivas están los derechos individuales del hombre.
John Frankenheimer dirigió esta película, Siete días de mayo, con unas soberbias interpretaciones de Kirk Douglas, Burt Lancaster y Fredric March…folios para el diálogo certero de una nación que se apresta a soportar su propia vergüenza…porque…¿sabemos quién fue Judas?...Sí…Judas fue el hombre para el que trabajamos…

8 comentarios:

Carpet dijo...

Que gran peli, que grande Frankenheimer.
Y al hilo de este post me surge la posibilidad de un transversal sobre conspiraciones, pero ahora no tengo tiempo ni de un respiro, si encuentro hueco me lanzo, pero ahi lo dejo por si queréis jugaroslo sólos.

Abrazos

César Bardés dijo...

La verdad es que ese Frankenheimer primerizo era absolutamente brillante. Desde "Los jóvenes salvajes" a "El tren", pasando por "El hombre de Alcatraz", "El mensajero del miedo", "Plan diabólico" y ésta. Luego no sé por qué cayó en una incomprensible mediocridad en la que de vez en cuando destacaba con alguna joyita. Por ejemplo, "Domingo negro" con Robert Shaw y Marthe Keller, a mí me gusta mucho la versión que hizo de la obra de O´Neill "El repartidor de hielo" o "The iceman cometh" y, por supuesto, me encanta "Ronin", una lección de cómo se hace una película de acción sin apenas argumento.
En cuanto a películas de conspiraciones...desde "Conspiración", de Richard Donner, con Mel Gibson y Julia Roberts, hasta "Asalto al poder", una película totalmente desconocida con una interpretación fantástica de Peter O´Toole dando un golpe militar sin ninguna piedad, o "Nixon" que, al fin y al cabo, era una conspiración dirigida desde el mismo poder (por cierto, defiendo a esta película muchísimo en contra de la opinión de la mayoría) o la misma "JFK", para mí la mejor película de Oliver Stone. O también la reciente "23-F" o "Chacal" (primera versión, no nos confundamos) o la excelente conspiración meramente política que se urde contra un aspirante a Secretario de Estado en "Tempestad sobre Washington", del gran Otto Preminger. Ahí dejo la pelota en primera base ¿quién la coge?

dexter dijo...

¿Aceptais "Conspiración de silencio" como animal acuático? Bueno, no es una conspiración puramente política aunque en clave simbólica, por supuesto que lo es, y la verdad que al pobre Spencer Tracy me lo volvían al pobre loco entre todos los del pueblo aquel. Ya en clave estrictamente política, pues hasta "JFK" del mismo Stone no es sino el juicio ante una conspiración. Incluso se podría meter aquí el "Julio César" de Mankiewiczk. Y por supuesto, "Malditos bastardos" de Quentin, hay muchas. Coñe, si hasta Emilio Aragón en "Pájaros de papel" urdió una conspiración contra Franco.

En cuanto a Frankenheimer, me gustaría reivindicar una peli que he visto hace muy poquito, "I walk the line" con un otoñal Gregory Peck y una bso impecable de Johnny Cash.

César Bardés dijo...

Estupenda película, cierto Dex, al igual que el apunte. Tanto es así que ya la comenté por aquí hacie tiempo y me había olvidado por completo de ella. Y me voy a atrever a hacer otra recomendación y no es otra que "Grand Prix" donde, con un argumento muy melodramático, consigue un retrato estupendo del mundo de la fórmula uno con sus entresijos. Al igual que "Los temerarios del aire", estudio de las vidas de los acróbatas del aire, aunque esta ya me gusta menos porque tiene un aire parecido a la magistral "Ángeles sin brillo" de Douglas Sirk. Ahí queda "I walk the line", titulada en España "Yo vigilo el camino" con Tuesday Weld también estupenda en la época en la que estaba con Al Pacino.

Carpet_wally dijo...

Bueno apenas saco la cabeza pero aprovecho el ratillo de la comida, hoy un frugal sándwich, por temas de tiempo, que vendrá muy bien a mi figura pero bastante regular a mí estomago, para sumarme al cine conspirativo que no está bien eso de tirar la piedra y esconder la mano.

El tema conspiratorio da para mucho, desde los grandes estados hasta las pequeñas miserias, el caso es que el denominador común del cine conspirativo es que alguien descubre una cosita como por casualidad (puede ser el héroe o un allegado) y de pronto se encuentra en peligro mortal y sin poderse fiar de nadie, pues poderosas fuerzas intentarán aplastarle para mantener sus malas artes en secreto.
Si aceptamos esas características como validas, que ya es bastante, podríamos incluir algunos títulos más.
Podríamos empezar con un experto en esta lides: Sidney Pollack, desde la, para mí, magnífica tensión de "Los tres días del Condor" hasta la un tanto desaprovechada "La interprete" pasando por la rebuscada y tramposa "La tapadera".
Otro al que tampoco el género le es ajeno es a Alan J. Pakula, porque ya habéis comentado el Watergate para "Nixon", pero obviamente la gran película sobre el particular es "Todos los hombres del presidente" y además tenemos otra conspiración de Pakula para la Roberts, que repite en estas historias con "El informe pelicano", junto a Denzel Washington que es un fijo en este cine (esa cara de ser honrado pese a todo lo que pasa a su alrededor le va como anillo al dedo) no sólo por la bastante peor que la original versión de "El mensajero del miedo" sino también en cierta manera por "Estado de sitio" o por "Plan oculto", pequeñas conspiraciones en un caso para saltarse la ley y los derechos humanos y en otro para ocultar un pasado bastante poco ético de un gran potentado.

Otro tipo de conspiraciones se dan por ejemplo en la trepidante "Enemigo público" donde Will Smith posee un material demasiado comprometido. A Smith le acompaña un sensacional Gene Hackman que también parece abonado a este tipo de tramas, tanto cuando las sufre en sus propias carnes como la indicada, o en la pequeña y a veces incomprensible pero sin embargo estimable "A la caza del lobo rojo", como cuando es parte o el mismo origen de la conspiración, y así podríamos indicar la estupenda “Poder absoluto” o la muy atractiva “No hay salida”.

Y habéis mencionado alguna conspiración con acento cañí, pero podíamos añadir “Lobo” o incluso “Gal” aun teniendo en cuenta que es probable que haya mucha más ficción de lo que sus autores quieran reconocer. Y a nivel más pequeño, casi ínfimo tendríamos “La caja 507” por aquello de que un gran ente quiera silenciar a un pequeño ser.

Abrazos y vuelvo al tajo agradeciendo este ratillo de interesante respiro.

César Bardés dijo...

Bueno, es interesante la ampliación del concepto que habéis introducido con figuras señeras del cine político e, incluso, del algo más familiar cine de espías. Ahí podríamos meter también la bastante reciente y ciertamente olvidable "The international" o, también y por qué no, "Ángeles y demonios" en la que también andan conspiraciones por el poder en el Vaticano, al igual que las hay en "El padrino III" y, por supuesto, en "El padrino II" puesto que está en el ajo hasta alguien demasiado allegado a Michael Corleone. Evidentemente, también cabría meter la subvalorada y más que aprovechable "El buen pastor", denostada película de Robert de Niro que me parece más que buena. Incluso podríamos hablar de una conspiración inexistente con más aire de coña que de violencia en la estupenda "Quemar después de leer", de los Hermanos Coen. Conspirativa a más no poder es "Valkiria", de Bryan Singer, un proyecto frustrado por muchísimos problemas. O conspiración pura y dura en busca de la venganza es el plan que imaginan Charles Bronson y Jason Robards en "Hasta que llegó su hora" para acabar con todo lo que significa Henry Fonda. La conspiración para derribar a un rico se halla presente en la excelente "El infierno del odio", del gran Akira Kurosawa y hasta podríamos hablar de una conspiración de macacos en "Link" con el único objetivo de tener el poder sobre los humanos.
Qué interesante. Gracias, Carpet, por un transversal tan amplio y curioso.

Carpet dijo...

No estoy mucho menos liado que ayer, pero aprovecho para unir algún título más que me surgieron a posteriori.

Algo de rollo conspirativo hay en la, para mi, estupenda "El jardinero fiel". Al menos si aceptamos como tal las sucias jugadas que hacen los grandes entes capitalistas para forrase y si a algún holgazán le da por meter la nariz se les aparta y no se hable más.
Si acpetamos eso deberíamos incluir también a "Syriana" y en alguna medida también "El dilema" con la para mi, mejor interpretación de Russel Crowe incluyendo "L.A. Confidential" que tambien tiene algo de conspitrativo en el fondo.

Un poco más al uso, y en el sentido de intentar ocultar a toda costa algún trapo sucio de un alto dirigente podríamos incluir "Asesinato en la Casa Blanca", aunque creo que ésta, sólo es una manera de traer por aquí la hermosura de Diane Lane.

Las conspiraciones o los complots políticos han sido un buen Mcguffin para muchas pelis del maestro Hitch, como bien decías Bardés vayamos por donde vayamos siempre llegamos a él, podríamos señalar a modo de ejemplo, "Topaz", "El hombre que sabía demasiado" o "Enviado especial".
Hay tramas secretas políticas con nazis como "Odessa" o "Los niños de Brasil".
Tramas de espionaje en internet como "La red".
Tramas de experimentos químicos supersecretos como en "la escalera de Jacob" o en "Estallido", o incluso intentar forrase a costa de los pacientes de un hospital como en "Coma".
Hay tramas urdidas para acabar con un diputado incómodo como en "Z" o para construir una bomba atómica dentro de Gran Bretaña como en la magnífica "El 4º protocolo".
Incluso hay todo un plan para hacer creer al mundo que los Estados Unidos han llegado a Marte tal y como sucede en "Capricornio 1".

Visto así, creo que hemos visto tantas conspiraciones que no me extraña que cualquier día le regalen a un po´´itico un par de trajes y nos creamos que hay una oscura trama de enriquecimiento ilícito, que ya vemos fantasmas en todas partes....Mente calenturienta tenemos por culpa de todas estas películas...si es que es muy perjudicial la cultura, no me digais.


Abrazos.

César Bardés dijo...

Y tanto que perjudica, es mucho mejor el aborregamiento generalizado, así quien no llora, no mama, y como no se mama, no hay conspiraciones posibles. Tampoco olvidemos a Fritz Lang y la conspiración para matar a Rheinhard Heydrich en "Los verdugos también mueren" y la misma conspiración de todos los bajos fondos de una ciudad con tal de atrapar al malvado que más daño les puede hacer como es "M, el vampiro de Düsseldorf". Tampoco deberíamos olvidar a la fémina conspirativa por naturaleza que se halla presente en "Cara de ángel", la conspiración sentimental y cruel que se teje en "Encadenados" o la conspiración pensada por un ordenador con el único fin de sobrevivir en "2001".