lunes, 11 de abril de 2011

VEREDICTO FINAL (1982), de Sidney Lumet

En homenaje al último representante vivo de la llamada "generación de la televisión", Sidney Lumet, que nos dejó con un largo reguero de juicios eternos, de asesinatos en trenes, de corrupciones policiales y de cine para recordar. Damas y caballeros, la obra maestra de este director.

Al fondo de un vaso de whisky se halla la dignidad de Frank Galvin. La mediocridad ha sido su compañera durante toda su vida y cuando el fracaso ha golpeado en su destino, lo ha hecho con fuerza. Ya no le queden muchos asideros con los que sobrellevar su cartera de abogado. Tal vez, tan sólo, una máquina de puntos y el líquido amarillento que atraviesa su gaznate en busca de la tranquilidad que nunca ha tenido, que le quema por dentro y le convierte en humo por fuera es lo que le resta en algún lugar de su acabado interior.
El caso de un error médico encubierto en un hospital tutelado por la iglesia hace que, en el último momento, él recuerde que un día creyó en algo más que en el dinero y en arrastrarse por tascas mugrientas. Frank Galvin no es nada. Es un cero a la izquierda. Fue brillante y le colocaron un torpedo en la línea de flotación para hundirse lenta, muy lentamente. Enfrente tendrá a un ave de rapiña, el abogado Concannon, poseedor de todos los medios, incluso el de fabricar la razón. Y para ello no duda en utilizar el espionaje legislativo, el chantaje, la ocultación y el poder retorcido de quien maneja la ley a su conveniencia y omisión. Detrás de las cámaras, un director que sabía mirar a través del objetivo, que sabía escrutar sensaciones y sacar lo mejor de todo lo que pasaba por delante. Es el sello de los que podían hacer algo más que cine.
En Veredicto final, de Sidney Lumet, basada en uno de los guiones más modélicos del cine moderno, obra de David Mamet, había un actor llamado Paul Newman que se metió en la piel del fracaso para viajar por los rincones de la personalidad errática de un abogado perdedor por naturaleza y, tal vez, por convicción. Parece como si hubiera sido capaz de deshacerse de su rostro de perfección y se transformara en la soledad de un vaso apurado hasta la última gota, de máscara encanecida de dolor, de viaje de vuelta sin estación de destino, de desolación por ver la vida pasando por delante de él sin atrapar nada que le haga sentir la mano llena y el apoyo firme. El trabajo de Paul Newman es tan vital y desesperanzado y, al mismo tiempo, tan ingrato, que te deja la sensación de que, ni aunque quisieras, podrías ayudar a ese hombre que ha convertido su existencia en un continuo declive, en un tobogán con piscina de Johnnie Walker al final del descenso. Y el veredicto de todos aquellos que saben mirar es justo e inapelable: Paul Newman es culpable de gran actuación en primer grado.

17 comentarios:

Unknown dijo...

Newman, garantía de calidad y Lumet uno de esos Nuevos Mundos por descubrir. El género de dramas judiciales es tan fuerte como la acción de Peckinpah para todos los que buscamos en el interior de las personas y la sociedad viva. Saludos.

César Bardés dijo...

Saludos, Mercurio. Ojo, Lumet era capaz de hacer una obra maestra como ésta película o "Doce hombres sin piedad" pero también cosas absolutamente deshechables como "El abogado del diablo" o "Declaradme culpable". Fue un director de trayectoria muy irregular aunque un gran maestro en el rodaje en espacios cerrados. Y también cosas muy buenas fuera de los escenarios judiciales como "Serpico", "Tarde de perros", "Asesinato en el Orient Express" o "Network". Y cosas tan malas fuera de los escenarios judiciales como "Estado crítico", "Negocios de familia" o "Una extraña entre nosotros". Sabía dónde poner una cámara y tenía un especial tino para la dirección de actores pero no siempre sabía contar una historia. Yo siempre le he tenido como un director altamente irregular, un hombre que ha tenido los mejores repartos y los más excepcionales medios y aún así han faltado películas que se puedan considerar maestras en su extensa filmografía. En todo caso, Lumet es obligatorio. Un gran director.

Carpet dijo...

Estoy leyendo estos días la biografia de Paul Newman de Shawn Levy y ya lleva 4 nominaciones y ningún oscar ( acaban de nominarle y no darselo por "La leyenda del indomable" ). Pensaba muientras lo leía que el gran punto de inflexión de su carrera es esta película, donde deja de ser el tipo socarrón, divertido, vividor y algo inmaduro para convertirse en un tipo lastrado, cínico por los palos recibidos y bastante más sabio aunque mantenga parte de su idealismo. Es como un crecer de repente. Como un estirón interpretativo. Algunos años más tarde se lo darian finalmente por "El color del dinero" donde, sin duda, está brillante, pero en mi humilde opinión algunos escalones por debajo de esta película.

En cuanto a Lumet, al que hemos traído aquí en varias ocasiones para ensalzarle muchas veces y para criticarle otras tantes, me parece en general un muy buen director y si tu has elegido "Veredicto final" como su mejor obra. Yo elegiría "Network, un mundo implacable", aunque me duela dejar fuera "Asesinato en el Orient Express" o "Doce hombres sin piedad".

En cualquier caso, otro que se va y por mucho que miramos no tenemos claro lo que hay en el banquillo.

Abrazos.

César Bardés dijo...

Buen libro el de Shawn Levy. Es muy interesante la génesis de esta película contada en ese libro (aunque yo ya la sabía por otras fuentes) y es evidente la maravilla en la creación de Newman hacia este personaje, el de un perdedor instalado casi definitivamente en la derrota y que se agarra a un último asidero, a una última posibilidad de triunfo para convencerse de que él aún merece la pena.
Sin duda, estoy de acuerdo en que aquí, Newman está mejor que en "El color del dinero" que, por cierto, volví a revisar hace bien poco en la Sexta 3 y vi cómo también se está quedando peligrosamente anticuada. No así ésta que es toda una muestra del repertorio de planos excepcional que Lumet sabía tirar de la cámara (sólo hay que ver el enorme plano con grúa que se marca cuando el jurado pronuncia el veredicto y se acerca de forma muy poderosa al rostro de Newman). También es cierto que aquel año estaba el Ben Kingsley de "Gandhi" y aunque yo le hubiera dado el Oscar a Newman de una bendita vez comprendo que Kingsley también lo merecía. Newman no fue, durante muchos años, muy considerado por la profesión. Yo sigo diciendo que por su excesiva belleza que le perjudicaba a la hora de valorarle como actor, que lo era y de los mejores de la historia. Y es más. Creo que con Leonardo di Caprio va a pasar exactamente lo mismo. Ayer la volví a ver y me quedo boquiabierto y en trance con Newman, Mason y Warden, la verdad.

dexter dijo...

A mí me has quitado de la boca lo de la irregularidad. Pero, claro a un tipo que debuta en el cine con "Doce hombres sin piedad" y luego hace "Tarde de perros", " Network", "Larga jornada hacia la noche" o ésta que comentas hoy se le perdona todo. Hasta aquello que hizo con la "Gloria" de Cassavetes, que si el pobre John levantase la cabeza...

Respecto a "Veredicto final" a mí me parece la mejor interpretación de Newman en su etapa madura y está entre sus 3 mejores interpretaciones de toda su carrera. Fue candidato al Óscar, la verdad que aquel año había muuucho nivel, me sé el quinteto finalista de memoria: Dustin por "Tootsie", Newman por "Veredicto final", tío Jack por "Desaparecido", O´Toole por "Mi año favorito" y Kingsley por "Gandhi". Y no te pierdas a Charlotte Rampling, perversa y sexy, yo no niego que empecé a cogerle algo de mal rollo a raíz de aquel papel.

César Bardés dijo...

Hola, Dex. Tienes toda la razón. Tenía memoria de que aquel año estaba especialmente competido pero no sabía exactamente cuáles eran los nominados. Qué nivel. Qué cinco actores ¿eh? Y además con un nivel de películas que me parecen de lo mejorcito en los últimos treinta años.
Lumet, la verdad. O hacía una película maravillosa o hacía un fiasco de narices, eso es totalmente cierto. Lo de "Gloria", además de algo incomprensible es que te llegas a plantear cómo un realizador veterano se atreve a tocar una película como la que hizo Cassavettes y le sale...¿eso?
En cuanto a Charlotte Rampling, a mí es una mujer que nunca me ha gustado mucho, ni físicamente, ni como actriz. Recordemos la recientemente nombrada "Portero de noche" o cuando se enamora de un mono (¡de un mono!) en "Max, mon amour", de Nagisha Oshima...Eso sí, la ví maravillosamente deshinibida en "La lista", esa cosa horrible que Hugh Jackman hizo con el McGregor de siempre con un club de citas a ciegas y demás. El caso es que a mí, esa señora, nunca me ha llegado. Tenía una mirada como que...parecía que no estaba mirando y tal vez por eso me daba la sensación de que tenía un cierto desapego a la escena. Actuaba como con desgana. Así que no, no. En la película, vuelvo a decir, además de Newman, increíble Mason y, también, ese actorazo que era Jack Warden.

Carpet dijo...

Puff, no recordaba yo el quinteto de nominados...juer, pues si que estaba la cosa complicada...casi diría que el peor pudo ser Kingsley y eso que ya no soy capaz de imaginar a Gandhi sin su cara...
Que lo de Lemmon en "Missing" era impresionante y Dustin también estaba bien y O´Toole componia un loco maravilloso...En fin, qué tiempos y eso que eran los 80 ya y no tenemos que remontarnos al cine clásico de blanco y negro tan antiguo, oye.

Carpet dijo...

Uys , la Rampling, a mi tampoco me gustaba nada esa mirada como de perpetua desconfianza...Era absolutamente para hacer de mala, de retorcida, de depravada...pero el problema es que era un papel al que se ajustaba tan perfectamente que no permitía ninguna doblez y no había forma de cogerle un contrapunto simpatico aunque el personaje lo requiriera.
Recuerdo que estaba en "Adios muñeca" con Mitchum haciendo el mejor Marlowe que recuerdo y la comparación con Bacall era inevitable y absolutamente desfavorable para la pobre Charlotte.

En cualquier caso esa cara de perversa, como a Faye Dunaway, le havalido para seguir haciendo papeles de señora con pasta y pocos escrupulos que maneja a los jovenes o que los corrompe...o a ellas, como en esa inquietante pero casi vacia película tan exitosa que se llamó "La piscina" y que fue casi unanimemente recomendada por la crítica y a mi me pareció propia de otra época en España, ( fines del franquismo ) cuando precisamente De la Iglesia y algún potro de su generación quisieron hacer películas al borde de la censura, erotismo sin enseñar...con más pena que acierto.

César Bardés dijo...

Recientemente, hablando con un renombrado actor, decíamos precisamente que este año fue el último gran año del cine. Fíjate las películas por las que estaban nominados los mejores actores, pero echando un vistazo al año, habría que señalar que "E.T." estaba metida en las nominaciones a la mejor película, que Julie Andrews y un maravilloso Robert Preston estaban nominados por "Victor o Victoria". Que también Jessica Lange andaba por ahí con "Frances". Que había una película que, a mí personalmente, me gusta mucho que era "El mundo según Garp", con Robin Williams, un tronchante John Lithgow y una maravillosa Glenn Close. Que al mejor director estaba Wolfgang Petersen con "El submarino", ahí es nada. Que estaba "La decisión de Sophie" reservada para que Meryl Streep ganara el Oscar. Que fue también, señores, el año de "Blade Runner", que Francis Ford Coppola se estrellaba estrepitosamente con "Corazonada" y que comenzaban a surgir los píxeles con "Tron". Que pasamos un miedo de aúpa con "Poltergeist". Que en Europa Bertrand Tavernier la clavaba con "Coup de torchon". Que un tal Jean-Jacques Annaud nos sorprendía con una aventura del calibre de "En busca del fuego". En fin, que sí, que fue un año...yo diría que casi legendario. Y eso de que tan antiguo...sólo hace treinta años de esto, oye.

César Bardés dijo...

Qué buena "Adiós, muñeca". Ya no habrá Marlowe como Mitchum. Y aunque ella daba el tipo en la película, desde luego, perdía mucho con la Bacall. Al menos, levantaba más morbo que la buena de Claire Trevor en "Historia de un detective".

dexter dijo...

A ver, que me he estado por gusto dando una vuelta por las ceremonias oscariles de los 80, y vaya. La verdad que el 84 fue más flojo - a pesar de "Amadeus"-, pero en el 85 fue también de aupa. Las cinco finalistas fueron "Memorias de África", "Único testigo", "El honor de los Prizzi", "El color púrpura" y "El beso de la mujer araña". Por si fuera poco también había por ahí un tal Woody Allen con una peliculilla llamada "La rosa púrpura del Cairo". Y buceando, buceando, he descubierto que fue también el año de "Ran" de Kurosawa, "El jinete pálido" de Clint o "After hours" del de las cejas. Ayss, será la nostalgia que nos pone sensibles.

Carpet dijo...

Bah...decis la nostalgia. He pensado que seguro que era capaz de meterme en los 90 y pillar un buen puñado de cosas memorables...he pensado al azar en el 95 y me he encontrado que la gran triunfadora de los Oscar fue Braveheart, lo que en principio me ha resultado algo decepcionante, pero he ampliado miras y ahí me he encontrado con: "Casino" del de las cejas, "Poderosa Afrodita" del del pisoanalista, "Los puentes de Madisón" del abuelo Clint, "Pena de muerte" a mayor gloria de Penn y Sarandon, "Sentido y sensibilidad" que para mi es la mejor de Ang Lee, Ed Harris, Hanks, Paxton, Sinise y kevin Bacon metiendonos tensión en "Apolo XIII" (que revi hace poco y creo que gana con el tiempo), un tal Kevin Spacey nos volvio locos haciendo de Keyser Soze en "Sospechosos habituales", Brad Pitt lo era en la brillante "12 Monos", Hopkins daba un recital interpretativo en "Nixon".
En animación se estrenaron la demasiado clásica "Pocahontas" y la sorprendente, maravillosa y brutalmente innovadora "Toy Story".
En España se hicieron cosas como "Asi en la tierra como en el cielo" que permitió a Cuerda seguir en la linea de la bastante superior "Amanece qyue no es poco". "Boca a boca" confirma a Bardem como buen actor y es una comedia no del todo desdeñable. Alex de la Iglesia irrumpe con la muy notable "El dia de la bestia" y Diaz Llanes hace lo propio con "Nadie hablará de nosotras..."

Es 1995 sólo hace 15, nos vamos acercando...me la jeugo a que si tiro de la decada del 2.000 nos encontrariamos con bastantes sorpresas...

César Bardés dijo...

Bueno, pero ahí la cosa estaba más justita. Echo un vistazo a las películas de aquel año y veo que está, por ejemplo, "El romance de Murphy" que no está mal pero que no es para tirar cohetes. Estaba también "El tren del infierno", que tampoco estaba mal pero que me temo que hubiera sido mucho mejor si se la hubieran dejado al señor Kurosawa. Estaba "Agnes de Dios", de Norman Jewison, una película que me gusta bastante, todo hay que decirlo. Estaba una auténtica mediocridad como "Dulces sueños", con Jessica Lange en plan cantante "country". Otra mediocridad y que fue un exitazo fue "Al filo de la sospecha", el primer bombazo de Glenn Close como actriz principal. También estaba "Viaje a Bountiful", que tampoco es que fuera santo de mi devoción. Fue el año en el que Marty McFly hizo su aparición sobre un "skate" en "Regreso al futuro" y Terry Gilliam sorprendió muchísimo con "Brazil". Luis Puenzo dio un aldabonazo de calidad con "La historia oficial" y Richard Attenborough se descubrió como un director de musicales bastante limitado en "A chorus line". Fue al año de la Pfeiffer y el Hauer que no se podían ni ver en "Lady Halcón" y Kasdan hizo un "western" más que bueno con "Silverado". A alguien se le ocurrió también la feliz idea de juntar a Baryshnikov con Gregory Hines en "Noches de sol" para que sólo se salvara la secuencia en la que bailan juntos y la Píxar apareció por primera vez en pantalla con el diseño de los efectos especiales de "El secreto de la pirámide". Fue el año de "Rambo", de "Remo", de "Tres solteros y un biberón", de "Papá está en viaje de negocios", una de las pocas que salvo del amigo Kusturica y de "Coronel Redl", que no estaba nada mal. Yo creo que fue un año bueno, como bien dices, pero un poco más irregular que el otro visto lo visto.

César Bardés dijo...

Ojo, que también estaba "Leaving Las Vegas", que ya nadie se acuerda de ella, o "Restauración" que no es que nadie se acuerde de ella, sino que nadie fue a verla. O llegó el surrealismo con la nominación a mejor película con "Babe, el cerdito valiente", o la aceptable (yo no soy un fan impenitente de esta pelicula) "El cartero y Pablo Neruda", o la extraña "Antonia". Claro que está una de esas películas que me tocan el corazón como "Profesor Holland" aunque reconozco que no vale ni para enjugar lágrimas. Está la infectada y penosa "Rob Roy" salvo por la intensa y genial interpretación del malvado Tim Roth. Fue el año de "Batman forever", ahí es nada, o de la versión un tanto desubicada del "Ricardo III" de Ian McKellen aunque, sí es verdad, estaba la excelente "Marea roja" y la flojita "Don Juan de Marco" y la penosa y pecaminosa "Sabrina y sus amores". Estaba una película estupenda como fue "El presidente y Miss Wade" y fue el año en que un escalofrío nos recorrió el espinazo con "Seven" y Tornatore defraudó a propios y extraños con un rollo del calibre de "El hombre de las estrellas". No, no, nada tan compacto como el año de "Veredicto final". Eso sí. Estoy seguro de que te metes hace un lustro y encuentras buenas películas. Aún, de vez en cuando, se hace alguna.

Eme soy dijo...

Una de mis peliculas preferidas de Lumet.
A Lumet no se le reconoció todo lo que se le debía por esa lucha contra la injusticia de esa sociedad en la que vivía y se consumía y que de mejor manera que plasmando todas esas sus debilidades para ser su conciencia.

Y ya se sabe que cuando a uno la conciencia no le gusta la acalla y con él toparon en hueso duro de roeer.

Y como Lumet diría “Para cualquier director con un mínimo de lucidez las obras maestras son películas que te llegan por accidente”

En fin que bien merecía ser recordado con toda su luz.

Carpet dijo...

Venga 2.003 por ejemplo (hace sólo 8 años). Cuidado, advierto que no estoy entrando en comparaciones sino que pienso que somos demasiado críticos con lo actual y que el tiempo pone a veces en valor lo que a priori parece más desdeñable.
Asi, ese eaño nos encontramos con un buen puñado de cosas de valor :"Mystic River" por encima de todos y no se llevó el Oscar por enfrentarse al fenómeno "ESDLA" y Jackson, Fernando Meirelles se hacía un nombre con "Ciudad de Dios", Iñarritu se doctoraba en Hollywood con "21 gramos", Depp componia un personaje de los que se convierten en legendarios, el capitán Jack Sparrow de "Piratas del Caribe", y Soffia Coppola tambien se hacia mayor junto a Bill Murray y Scarlett Johanson en "Lost in tralation".
Es el año de "Buscando a Nemo" señores/as.
En España hay alguna peli a considerar también ( aunque lo más notable sea el brutal taquillazo de "la gran aventura de Mortaldelo y Filemón" aunque nos parezca duro). Coixet gusta a muchos ( entre los que no me encuentro) con "La vida sin mi", sin embargo Cesc Gay hace, para mí, un poema en celuloide llamado "En la ciudad", Maria Vlaverde debuta en "La flaqueza del Bolchevique" basada en la obra de Lorenzo Silva, Mercero rueda otra peli notable con su habitual lastre de sentimentalismo "Planta 4ª", sentimentalismo que le falta a la dura pero interesante "Palabras encadenadas" y Bollain se acerca a los malos tratos en "Te doy mis ojos", película que a mi parecer tiene mucho más que lo que cuenta.

En fin, son ejemplos...no todo es tan malo aunque probablemente sea peor si nos metemos en odiosas comparaciones.

César Bardés dijo...

Muchas gracias, Eme Soy. La verdad es que en unas pocas líneas has resumido con bastante perfección lo que era el cine de Sidney Lumet. Concienciado y luchador. Mitad artesano, mitad autor y siempre con personalidad aunque no fuera la adecuada en algunas ocasiones.
Carpet, la mejor película de ese año es, para mí y con mucho, "Mystic River", muy por encima de "El retorno del rey" o de cualquiera de las partes de "El señor de los anillos" que, por cierto, está bajando mucho en popularidad y posteridad. "Ciudad de Dios" fue una brutal buena película y "21 gramos" sé de mucha gente que le entusiasma aunque a mí me marea tanta desgrafmentación narrativa sin venir mucho a cuento. La primera parte de "Piratas del Caribe" es sorprendentemente muy aceptable, no así las partes posteriores que se desvían hacia lo fácil e incluso se desdibuja el personaje que interpreta Johnny Depp. Y "Lost in translation"...bueno, ya sabéis que a mí me parece la película más injustamente sobrevalorada de los últimos años.
"Buscando a Nemo" sí es una maravilla, para mí justito detrás de "Mystic River" y en cuanto a la retahíla de española, vale que me vale "Palabras encadenadas" y "En la ciudad". "Te doy mis ojos" no me gusta tanto, en parte por su descarado oportunismo, y ni siquiera a Lorenzo Silva le gustó demasiado "La flaqueza del bolchevique" a pesar de que participó en el guión aunque por razones que no tenían nada que ver con lo meramente artístico, sino por la fuerza de las circunstancias que hicieron de ella una película pobre y sin mucha continuidad. Sigo diciendo. Películas buenas siempre las ha habido y siempre las habrá pero creo que está quedando muy evidente que, según vas avanzando con los años, la cosa se va degenerando.