viernes, 8 de julio de 2011

LAS TRES CARAS DE EVA (1957), de Nunnally Johnson

Eva White es una sencilla ama de casa. Tiene un marido y una hija de corta edad. Prepara tartas y tiende la colada. En su mundo de pequeñez no caben las complicaciones. Es tímida y apocada. Se avergüenza un poco de sí misma. Es algo puritana y su fin es estar en casa arreglando las camas, lavando los platos, cuidando de su hija…No hay mucho más allá de la puerta de su casa. Su marido es de una simpleza insultante aunque no es mala persona. Ni siquiera se ha planteado si le quiere. Sólo es el hombre que le ha tocado y ya está. Su sensualidad está permanentemente escondida. No sabe si la tiene. No ha tenido más novios que su marido y para ella la felicidad es una palabra que desconoce.
Eva Blake es explosiva y juguetona. Le gusta provocar a los hombres pero sólo hasta cierto punto. Le encanta vestirse con algo que levante las miradas. Quiere cantar, bailar, divertirse, tener algo bonito, coquetear, enseñar un poco más de piel de lo normal, beber, reírse de todos y de todo…Su vida es una montaña rusa en la que lo emocionante es el trayecto y no la meta. Desprecia a su marido, no le quiere ni ver y tiene actitudes agresivas contra su hija. Es descarada. Es la burla hecha mujer. Quiere liberarse y cuando se le presentan oportunidades para ello…se retrae. Fuma mucho y secretamente quiso ser una estrella de la canción. Es mitad sueño. Es mitad deseo.
Joan es el perfecto equilibrio. No tiene miedo a la hora de decir lo que debe. Lucha por lo suyo y se siente segura haciéndolo. Atesora una cierta compasión hacia las otras dos mujeres. Sabe que ninguna de ellas es feliz y que puede aportarlas cierta seguridad. Reconoce a un hombre cuando le ama. Tiene una visión certera de la vida. Cree que todo debe ser moderado para poder mirar con inteligencia las cosas que la rodean. Es un pétalo de belleza que abre el capullo que se niega a vivir. Ella tiene todas las respuestas. Y tiene puñados de amor para repartir porque sabe que la vida sin amor es una rosa sin agua.
Tres retratos de mujer para el descubrimiento de un trastorno de personalidad múltiple muy alejado de las psicosis de Hitchcock o de la doble personalidad creada por Robert Louis Stevenson como Jeckyll y Hyde…Todas ellas son una sola (impresionante la oscarizada interpretación de Joanne Woodward) en Las tres caras de Eva, de Nunnally Johnson, una película que llama la atención al ser un serio aviso sobre las enfermedades mentales que pueden ser advertidas en cualquier persona con una vida aparentemente feliz y normal. Las tres son una…y es que en el fondo todos tenemos brotes de una personalidad que lucha por salir de nuestro interior y que es poseedora de todo aquello que quisimos ser…y decidimos ahogar.

2 comentarios:

alestedemadrid dijo...

A ver si la consigo. Un saludo

César Bardés dijo...

Un saludo, alestedemadrid, espero que te guste. Bienvenido a la sala de comentarios.