jueves, 20 de octubre de 2011

CONTAGIO (2011), de Steven Soderbergh

En una situación de emergencia, los oportunistas proliferan como virus. Internet es una ventana abierta hacia la información y por ella se cuelan múltiples falsedades. La cibernética aún no tiene más contagio que el neuronal. Por otro lado, la profesión médica tiene tantos incompetentes como cualquier otra pero, sin embargo, también está plagada de grandes profesionales que ponen en riesgo sus vidas con tal de llegar al punto cero de una enfermedad de grandes proporciones. Tratando de sobrevivir, el mundo se aniquila a sí mismo.
Un ligero roce, tocarse la cara, girar el pomo de una puerta que, anteriormente, ha sido agarrado por un enfermo, un murciélago que se cruza con un cerdo y, juntos, tienen un hermoso retoño en forma de virus letal, un parado es inmune y una miembro de una importante organización internacional sufre de Síndrome de Estocolmo y para eso no hay vacuna. La geografía es un vecindario y en poco más de cuatro meses, el caos llega a los víveres, a la desconfianza como forma de vida y a los instintos salvajes que arruinan la moral. Poco queda de humanos, poco queda de seres.
Con el retrato de diferentes casos de un hipotético contagio de una enfermedad mortal, el director Steven Soderbergh fabrica una película sincera, que no se detiene en el retrato de las miserias aunque no duda en mostrarlas y que se erige como un testamento del cariño que debería imperar entre las personas. Sin ahorrarse optimismos, Soderbergh describe cómo puede afectar una situación de enorme dificultad a distintos niveles y no deja de creer en que lo único que nos separa de la desolación total es la entrega de alguien con la inteligencia adecuada, en el momento preciso y en el lugar ideal; alguien con la capacidad de comprender que saltarse los protocolos establecidos y las resistencias burocráticas es la rebelión total frente a la exterminación. Y este comentario no es sólo una acotación médica de una película vírica. También es un antídoto frente a crisis de otros tipos y clases.
Soderbergh no duda en utilizar a un puñado de actores con nombre de los que sobresalen por derecho propio Laurence Fishburne, pleno de veteranía y serenidad, Kate Winslet, enérgica e incansable, y Jude Law, representante de tantos y tantos seres apagados que ven en la red su oportunidad para conseguir sus días de fama a través de formas infames de propagación de rumores, otra forma de virus.
No cabe duda de que también hay errores de cierta densidad como el cierre de la historia referida a Marion Cotillard pero, aún así, hay que reconocer que la agilidad es la enseña de esta película, que se nos lleva de un escenario a otro sin apenas transición y con un estilo cuasi-documental que acaba por ser uno de los mayores aciertos de una trama de enfermedades cruzadas, de huéspedes cero, del interrogante de si el ser humano está preparado para vivir en una sociedad que también está sometida a la naturaleza animal y de si sólo somos capaces de amar cuando las tensiones aflojan los músculos y la desgracia se medita en un rincón de una soledad merecida.
No deja de ser curioso que la platea sólo tosiera y carraspeara durante la película. Lo psicosomático parece que se despierta cuando alguien expone una idea de desastre vírico y, por unos instantes, parecía que el público iba a comenzar con una persistente tos de carácter preocupante. Tampoco faltaron los que no se enteraron de nada porque hay mucho nombre dando saltos de aquí para allá alrededor del orbe. Otros salieron blancos ante las perspectivas de una epidemia posible. Nada es comparable al suspiro que se exhala, tomando aire bastante viciado, cuando las luces de la sala se encienden ordenando el desalojo. La película está bien pero no mata. Más o menos igual que la tos seca del señor que estaba dos filas por delante. Y no toquen estas letras, por favor, podrían contagiarse de escepticismo.

12 comentarios:

dexter dijo...

Desde luego que la peli da que pensar. Sales del cine pensando si todo vale, si los intereses a corto plazo están por encima de lo más preciado, la vida nada menos,… si a partir de ahora en lugar de librarse en el campo de batalla, las guerras y los conflictos internacionales lo harán en las farmacias y los ambulatorios. Da que pensar, sí, es lo que tiene partir de un punto potencialmente interesante como el que plantea Soderbergh. Pero, ¿por qué será que un hipocondrias como yo no salió de la sala con la congoja que se suponía tenía que haber salido? Quizá sea esta la prueba del nueve de que hay algo en esta película que no termina de funcionar del todo.

Y mira que la película está bien rodada, planteada, estructurada (por poner un pero se lo doy a la banda sonora algo machacona a lo ruta del bacalao cuando el montaje ya recalca las pautas por si solo). Cuenta además con un reparto de campanillas, si bien a ninguno de los estrellones que aparecen por ahí les da tiempo de lucirse demasiado (está claro que la Winslet siempre será la Winslet y Jude Low siempre será Jude Law). Tampoco quiero dar la idea de que muchos de los personajes están desaprovechados, pero por ejemplo, efectivamente, y que no conste como spoiler, hacia dónde corre Marion Cotillard en el último plano en el que la vemos. En fin, que no sé porqué creí que iba a salir con peor cuerpo del cine, pero que tampoco es para tanto, y creo que eso todo lo que, aaaah, tenía que, ahhhh, contaros de la peli, aaa aaaa atchisss.

César Bardés dijo...

Yo es que creo que Soderbergh no busca acongojar precisamente porque introduce algún que otro toque de optimismo que hace que la tragedia, aunque agrande, aunque terriblemente dolorosa, lo sea menos. La doctora que se salta los protocolos de prueba de vacunas, el episódico personaje que hace Elliott Gould dando un primer y decisivo paso para la investigación de la vacuna, la ética que desarrolla Laurence Fishburne llegando a no ponerse la vacuna con tal de que el hijo del conserje la tenga. Es que creo que, ante una emergencia de estas características, lo que Soderbergh nos quiere decir es que sólo el instinto humanitario de unos pocos salvarán a unos muchos. Comp ersonaje contrapuesto, claro está, el de Jude Law, un oportunista al mil por cien que no duda en manipular porque está absolutamente alienado por la teoría de la conspiración. Que existe, por supuesto, pero quizá precisamente esas personas buenas que existen aún en todas partes son las que desmantelan la ambición surgida a raíz de la muerte de 30.000.000 de personas. La película está bien pero no mata, como ya he dicho. Tremebundo me parece a mí el fallo de no cerrar la historia de Cotillard cuando sí se ha ocupado de cerrar todas las demás. Sales con mal cuerpo, como bien dices, pero tampoco es como para salir dándole vueltas. Cada vez estoy más seguro de que el hombre es un nido de bacterias para el hombre. Eso es lo que más miedo me da (confieso que, en este momento, me creo Howard Hughes).

dexter dijo...

Si no fuera porque ese sí que es un spoiler como las torres del Pilar te rebatiría a pecho descubierto eso de que hay un mensaje de esperanza en todo esto. Sí que lo hay por supuesto, porque entre otras cosas ante todo es una peli comercial y tiene que haberlo, pero yo creo que es muy tibio y en todo caso prevalece el otro. Y sí, yo también creo que casi tol mundo es gueno que decía aquel, pero los que más se hacen notar son los otros. La película en sí no es desaosegante (al estilo de las de Iñárritu o de la mucho más cercana en el tema pero mucho más efectiva, esa joya llamada "El jardinero fiel" ), lo que más acongoja es el mensaje que subyace, o al menos la segunda lectura que de la peli hago yo.

César Bardés dijo...

Por supuesto que hay un mensaje que subyace aunque, en mi opinión, algo más manido. En cuanto a los spoilers...chico, es que estoy harto de circunloquios. Con no pinchar en comentarios, vale. En todo caso, no he descubierto ni la milésima parte de lo que ocurre en la película y, es más, dudo mucho que a nadie se le ocurriera un final diferente. Los apocalipsis víricos cuadran más en otro tipo de películas, con más vocación de agresividad. Es evidente que estamos a merced de unos cuantos y también a merced de la buena o mala voluntad de otros cuantos. Me maravilla cómo Soderbergh es capaz de saltar del cine más comercial al más "outsider" y sigo recomendando su obra más desconocida que se llama "El halcón inglés", con un estupendo Terence Stamp. Spoiler también. Que cada uno se descubra lo suyo.

dexter dijo...

Hombre, yo comprendo que hay mucha gente que les jode mucho que les cuentes el final o que fulanito o menganita la palma. Yo no soy muy maniático de eso, la verdad, casi me importa más cómo se cuenta una historia de lo que se cuenta. Recuerdo el caso reciente de alguien que me contó el final de "Buried" y ello no fue óbice para que acabara viendo la peli, es más, a día de hoy me sigo hablando con el chivato sin problemas. Los trailers los veo también sin problemas, porque como tengo memoria de pez a lo que estrenan la peli ya se me ha olvidado. Claro que siempre hay ejemplos flagrantes como el de "Lo que la verdad esconde" en la que aparecía un corte que te contaba lo que pasaba al final. O aquel famoso ministro que con la peli aún en cartel dijo que sus contrincantes políticos eran como los protagonistas de "Los otros" que estaban muertos y no se daban cuenta. Ummm, si quieres hacemos un transversal de spoilers...

A mí el Soderbergh este me parece de todas formas un poquito raro tanto en las pintas como en lo que hace. No obstante admiro la capacidad camaleónica de la que hablas. Le sigo desde siempre porque "Sexo, mentiras y cintas de video" me sorprendió, no sé si me pillo muy joven y vulnerable. Pero claro, es tan prolífico que me he perdido algunas, entre ellas las de Stamp de la que hablas. ¿No recordarás si muere al final?

César Bardés dijo...

Sí, muere. ¿O no? No sé. Bueno, creo que...ya lo recuerdo...Se mete a monja en un giro de tuerca genial del guión. En cuanto a Soderbergh, no estuvo nada mal en aquella de "Sexo, mentiras y cintas de vídeo" y, oye, que es el tipo que estuvo detrás de las cámaras en "Ocean´s eleven" que me parece que, con ese material, hizo todo un clásico. Ya sé que la "Twelve" era un truño y que la "Thirteen" era un trámite, pero la "Eleven" eran palabras mayores por mucho que alguno diga por ahí que es la misma historia de siempre vista mil veces. La verdad, a mí es un director que me gusta menos que más. Me pareció simplemente magistral la primera parte de "Kafka", con Jeremy Irons en el papel principal. Me gusta bastante "Un romance muy peligroso", sobre todo porque toma como base un material de Elmore Leonard que es una delicia. "Traffic" no me molesta aunque no la enaltezco y, como ya he dicho, "El halcón inglés" ha sido toda una sorpresa para mí. "El soplón", ya la comenté en este blog, y me pareció una película curiosa que no pasa de ahí. "Che", me gustó la primera parte y nada, nada, nada la segunda. "El buen alemán" me pareció un rollo de cuidao. Y ahora el tipo amenaza con hacer una película sobre el material de la serie "El hombre de la C.I.P.O.L", el famoso Napoleon Solo que interpretó Robert Vaughn. Con los tiempos que corren, van a tener que cambiar las siglas porque el chiste va a ser demasiado fácil. Supongo que dejarán el título en inglés que era "The man from U.N.C.L.E."
Ea, queda dicho. Trágate esa, Steven.

dexter dijo...

Ummm creo que eso último ha sido un spoiler o quizá un giro de guión, no sé muy bien. De acuerdo que "Ocean´s" es un clásico, un hito diría yo, supongo que estarás conmigo de acuerdo con que supera incluso a la original. Y aunque en efecto la segunda no había por donde cogerla (la 3 con Pacino estaba hasta simpática) la clave del éxito se debe a aquella maravillosa reedición del "rat pack" que allí se juntó. Siempre digo que si hay un actor del panorama actual con potencial de alcanzar la categoría de mito ese no es otro que George Clooney (por su presencia, por su carisma, por su tino a la hora de elegir papeles, yo que sé...). Brad está aprendiendo rápido, y a Dammon dejémosle un tiempo. En "Más allá de la vida" estaba magnífico (para mí su mejor papel hasta la fecha), en esta de "Contagio" consigue transmitirme menos, pero últimamente he podido revisar en DVD "Green Zone" y sobre todo "Destino oculto" y el muchacho aguanta el tipo a las mil maravillas.

César Bardés dijo...

Desde luego, el acierto de "Eleven" está en todo ese reparto que iguala en carisma y clase al "Rat Pack" y, desde luego, la película me parece mejor porque el otro era un atraco de furgón y zapatazo y demasiado fácil, diría yo. De acuerdo también en que Clooney es algo especial y sospecho que este año va a estar más allá de lo que ha llegado hasta ahora. Pitt, desde luego, va aprendiendo mucho y queda ya muy lejos aquel niñato de "Leyendas de pasión" que se parecía más a James Dean que a otra cosa. En cuanto a Damon, sigo diciendo que su mejor papel está en "El buen pastor" y el problema que tiene es ése mismo que tú señalas: aguanta el tipo. Es un actor que va justito, que no da mucho más, que, en ocasiones, se le ve el engranaje y que está demasiado encumbrado para sus méritos. A un tío que goza de una posición así, hay que exigirle más y él, digámoslo así, nos da un cinquito pelao cuando tiene que dar, como mínimo, un siete y medio.
Lo siento, nostalgia de mi época de profesor. Hagamos una llamada al margen.

Carpet dijo...

Vale me apunto al coloquio ( esto...dialogo) con prisas pero con ganas...Obviamente no puedo meterme en camisa de once varas en relación a la peli que aun no he visto. No soy especialmente escrupuloso con el tema spoiler, prefiero no saber, pero si me entero tampoco pasa nada.
En cuanto a Soderbergh, casi de acuerdo en todo lo que decis.
"Sexo, mentiras y cintas de video" me resultó sorprendente dado el cine de aquel momento, pero en general, me resulta algo aburrida y Laura San Giacomo me parece que era un gran personaje, pero Spader era bastante cargante.
Comparto, sin embargo, vuestra visión de "Ocean´s Eleven", película que inicialmente fue descalificada por comercial y relegada a un genero menor por ser remake de un "discutible" clásico y que sin embargo es infinitamente mejor que el original y un verdadero clásico del cine moderno, con ritmo, con chispa y con tensión bien mantenida, amén de estar globalmente muy bien interpretada.
No mencionáis "Erin Brockovich" película que no es mucho, aunque la presencia de Albert Finney la pone algún peldaño más arriba, pese a que fue la Roberts la que se llevó la gloria. No obstante, creo que no es una película estimable gracias al acierto del bueno de Steven que sabe tocar nuestra fibra sensible en más de una ocasión con escenas cortas o secundarias.

En cuanto a Matt Damon, siendo un tipo contra el que tenía bastantes prejuicios y una cierta tendencia al rechazo, me parece que se va ganando poc a poco mi respeto y mi aprecio. Me parece bastante buen actor y es dificil encontrar cosas donde esteé mal, cumple con solvencia en papeles de lo más disperso. Yo también creo que Eastwood le sacó mucho provecho, pero a Scorsese tampoco le dejo mal y eso que el papel de lucimiento era realmente el de Di Caprio.
Y hace poco volví a ver "El talento de Ripley" y estaba convincente, pese a ese final tan estúpido. Lo que pasa es que siempre que acaba la peli no puedo evitar pensar que tal hubiera estado si hubieran intercambiado los papeles y Jude Law hubiera hecho el de Damon y viceversa...
Ah...y me gusta mucho también en "Rounders", mucho más que Norton que ha terminado por convertirseme en intragable.

Abrazos.

César Bardés dijo...

Cierto es que "ERin Brockovich" está mucho más cerca del cielo cuando aparece Albert Finney y que es un híbrido raro porque parece que Soderbergh quiere contar la historia de forma muy poco comercial y que, sin embargo, no tiene más remedio que ir por ahí.
No deja de ser curioso que los papeles más destacables artísticamente hablando de Matt Damon sean los que han dirigido dos actores como de Niro o Eastwood y, de acuerdo, Carpet, Martin Scorsese, que también está realmente bien ahí dando, al menos, una réplica de altura a di Caprio (éste sí me parece un actor de los de quitarse el sombrero, ojo a "J.Edgar" que ha hecho con Eastwood sobre la vida del director del FBI John Edgar Hoover). Totalmente de acuerdo con esa incógnita que te planteas de "El talento de Ripley" porque, efectivamente, el "casting" hubiera estado muchísimo más redondo si Law hubiese intercambiado el papel con Damon. De hecho, sin dármelas de listo, yo sí he leído un par de las novelas de Patricia Highsmith sobre el ínclito personaje y está descrito como mucho más equívoco, sin tanta cara de bueno con mala leche sino como un vividor que puede ser muy embaucador por su encanto personal y ahí está la clave porque Law lo tiene y Damon, no.
Excelente película es "Rounders" donde, sí, supera a Norton. Sin duda, yo estoy de acuerdo con vosotros, del niñito insoportable de "El indomable Will Hunting" ha madurado bastante y, desde luego, tiene una parcelita de mi aprecio. Eso sí, en mi opinión, aún tiene que mejorar y mantener el nivel. No ser tan irregular y tan caprichoso según la película sea más o menos comercial. De hecho, hizo "El soplón" con Soderbergh y, ay, amigos, cuando el fulanito se pone en plan "aquí está el gran actor" la mete hasta el fondo, y no es lo que estás pensando, Carpet. Me refiero a la pierna.

dexter dijo...

Yo creo que el principal problema de Dammon en "Infiltrados" es que tiene delante a Leo y por emplear una terminología ya usada allí no da el tiempo. Interesante el debate Dammon/Law que planteais, más que nada porque el bueno de Jude da más el perfil que requiere el personaje como por cierto sí lo daba Malkovich en la desconocida "El juego de Ripley".

Tengo muchas ganas de ver a Leo en "J. Edgar" (espero que se acerque más al estilo de "The good sephard" que al de "The aviator")como también tengo ganas de ver a Clooney y a Gosling en "The idus of march". Este año los Oscars se presentan calentitos.

César Bardés dijo...

Malkovich daba a medias el tipo en "El juego de Ripley" más que nada por una cuestión de edad. Él si tiene el presentido lado de abyección que exhibe Ripley pero es un hombre notoriamente más joven que Malkovich. Otra cosa es que la película estaba bastante bien.
Preveo una competencia feroz para el Oscar al mejor actor. A ver qué pasa. Se me va a acumular el trabajo en breve.