jueves, 17 de noviembre de 2011

ANONYMOUS (2011), de Roland Emmerich

En aquellos tiempos en que las palabras dejaban a su paso un suave rastro de oro y por las frases desfilaban el deleite y la admiración, un hombre se alzó por encima de todos los demás para poner en escena el orgullo y el prejuicio, el amor y la redención, la poesía hecha vida y la oración convertida en arte. Las musas fueron generosas con él y nosotros, los mortales, palidecimos de envidia y sufrimiento con sus tramas, con sus versos acentuados por las nubes y construidos por la divinidad de su aliento de creador. El precio fue que sus palabras pasaron a ser eslabones indispensables de la inmortalidad pero su nombre devino en un misterio que sólo podía desvelarse a través de la conjetura, de la inseguridad y de las maledicentes lenguas de los mediocres.
Por su pluma, el ingenio fue un mensajero alado que trasladó ideas y sensaciones, descripciones de una época que se volvieron retratos hablados de felonías y traiciones, frescos tintados sobre los que escribir heroísmos y desencuentros que, desde entonces, fueron ejemplos anudados en los hechos de la Historia. Tal vez ese hombre no fue quien dijo ser, tal vez fuera alguien que quiso esconder su nombre para no ser pasto de los buitres que destrozan reputaciones con la ligereza con la que se devoran los dulces pasteles de la comidilla diaria. En su mirar cansado, había una certeza sobre el mundo, un romántico paseo a la luz de una noche que brillaba en sus huellas, dudas que fueron cumbres de la escena, celos que dieron muerte al amor, enfrentamientos que hicieron imposible el sembrado de los sentimientos más puros, enardecidos discursos que invitaban a la plebe a luchar y a morir bajo los estandartes reales que reflejaban la grandeza de Inglaterra. Y es posible que una corona se agitase veloz cuando él se acercara con gramáticas nunca dichas y semánticas de descarada genialidad. Puede que ese hombre, sencillamente no tuviera nombre.
Los habitantes de la pérfida Albión no dudan en bautizar sus dudas sobre este excepcional escritor como “el gran problema” porque no están seguros si su firma era la de William Shakespeare, o si se escondía bajo la máscara de Ben Jonson o si, tal vez, se hallaba bajo los ropajes del éxito que Christopher Marlowe solía lucir en los mejores estrenos. Otros, en cambio, aseguran que era un noble que nunca quiso que su nombre se pronunciara en público. Se fabricaron distintas teorías con esta idea y Maese Emmerich, director del intento, está lejos, muy lejos, de saber narrarla.
Y rabia asoma en los ojos de los que asisten a la representación, porque hay material como para apasionar al respetable que llora y siente con las sublimes escenas, la música resulta adecuada para tales lides y la ambientación resulta más que aceptable para sentirse en medio de las calles empedradas del Londres antiguo, ése en el que la evasión del teatro rogaba por hacerse un hueco en mitad de la miseria aunque los cómicos, pobres y rechazados, tuvieran que esforzarse por captar las atenciones del vulgo y de la nobleza.
Todo está mal contado, con flecos que se dispersan a cada paso, con errores flagrantes de investigación (la última obra de aquel que firmó como William Shakespeare no fue El Rey Lear sino La tempestad), desaprovechando el talento de Lady Vanessa Redgrave con un retrato de la Reina de Inglaterra que pasa por improbable, sin descifrar razones que se vuelven traiciones y confundiendo con saltos de tiempo y nombres que, si no se está versado con las vicisitudes del bardo de Stratford-upon-Avon, resultan poco familiares debido también a un reparto que resulta, vive Dios, harto precipitado.
Damas y caballeros, no dejen convencerse por algo que ni está bien explicado, ni se convierte en elemento imprescindible de una Literatura que se elevó siempre por encima de la mediocridad. Es lo que ocurre cuando hay demasiados imitadores que no saben emular la inmortalidad sin nombre.

15 comentarios:

dexter dijo...

Yo no entiendo muy bien los entresijos y los negocios del cine moderno, pero me parece lamentable y no concibo como un proyecto, efectivamente como dices tú a priori tan interesante, haya caído en manos de este incompetente que ha demostrado de sobras y requetesobras que lo único que le importa es cuadrar caja. Yo no quise ir porque me olía el percal. Pobre Vanessa.

Claro que yo también me quedé esta semana en Londrés, el moderno en este caso, y me decidí a dar un voltio por el London Boulevard. Menudo rollo, si es que tengo un ojo yo últimamente para elegir las pelis.

César Bardés dijo...

Lo increíble es que alguien haya puesto dinero para esto. Al fin y al cabo, oye, no sería el primer director que, de buenas a primeras, decide que ya tiene suficiente para hacer lo que realmente le gusta y resulta que es un lince. ¿O no es sorprendente que Wes Craven dirigiese algo como "Música del corazón" y de forma, si no brillante, sí competente? Pero sí, en este caso, el tipo sigue obsesionado con la caja, ha cogido un tema candente en las grandes bretañas y lo ha manoseado hasta dejarlo como algo sin sentido, de nulo rigor histórico (algo que no ocurre por ejemplo en algo tan igualmente fabulado como "Shakespeare in love") y no es más que una historia que de tanta pegada, da en el aire y se derrumba. No sólo Vanessa Redgrave está en el fregado, sino también Derek Jacobi que, misterios de la vida, se presta a hacer una presentación de la historia que es una pura copia del "Enrique V" de Branagh sólo que de forma mucho menos brillante. Hay que alabar, eso sí, a Rhys Ifans, que lo hace realmente bien aunque la historia se derruya por no tener un narrador coherente y que ama lo que hace. En fin, Vanessa Redgrave ya puede decir que ha interpretado a una reina y a su madre porque aquí es Isabel I de Inglaterra y en "Un hombre para la eternidad" fue Ana Bolena. Una gran actriz que lo hace muy bien pero cuyo enfoque sobre el personaje está totalmente equivocado, probablemente, siguiendo indicaciones de su penoso director. Cuidadito con Londres, hombre, que últimamente están de un soso...

dexter dijo...

En cualquier caso, yo a Wes Craven le veo con más oficio. Intuyo que aquí lo que ocurre más o menos lo que cuenta De Niro en "Algo pasa en Hollywood", que hay directivos metidos en el negocio del cine que llevan a la vez el negocio de una cadena de tintorerias y manejan ambos de la misma forma. Mientras sea con su dinero y no el de las subvenciones. Ya me parecía a mí que el Emmerich éste fuese a cambiar a estas alturas. Sam Mendes se puede permitir el lujo de divertirse ahora con una de Bond, pero éste creo que no da pa más. Coño, si es que bien llevadas "Independence day" o "El día de mañana" hasta podían haber dado más de sí. Ahí tienes lo importante que es la mirada y la visión de un director. Pero desgraciadamente ya no quedan Wylers, Hawks o Manks, esos que lo mismo valían pa un roto que pa un descosido.

César Bardés dijo...

Lo bueno es que el tipo iba haciendo cosas al principio de su carrera que parecía que sí. "Stargate", sin ser el resumun, no es una mala película, por ejemplo. Y "El secreto de Joey" aunque su criatura estrella fuera un calco del Yoda, bueno pues iba bien para el público infantil (sólo bien). Luego le dio por el macroespectáculo en el que no importa lo que hagas con tal de destrozar y tampoco hace falta retroceder tantos años para ir al cine de catástrofes con un cierto sentido. John Guillermin no era el director de los directores pero le dabas un "coloso en llamas" y lo sacaba adelante con dignidad. Lo mismo se podría decir de Ronald Neame, un mediocre y nada llamativo director inglés, que rueda "La aventura del Poseidón" y resulta que sorprendentemente lo hace mejor que Wolfgang Petersen que es un tipo que bajo el agua ha solido saber lo que se hacía. Si echamos la vista hacia atrás ahí están W.S. Van Dyke, un buen director sin duda, suya es "Tarzán", pero que no está en el Olimpo de los grandes y que era famoso por sus rodajes endiabladamente rápidos que hizo "San Francisco" y lo sacó muy bien. O Henry King, que hizo "Chicago" y sacó unas llamas muy lindas y no es que fuera mucho más que un artesano de cierta competencia. Sin duda, si esos guiones hubieran acabado en las manos de Wyler, Hawks o Mank, la cosa hubiera cambiado y estaríamos hablando de obras maestras incontestables. Lo malo es que a alguien, sí posiblemente algún productor que también hace salchichas, tenía ese guión por ahí y se lo dio a este fulanito igual que se lo podía haber dado a Terrence Malick o a McG, le daba igual con tal de sacar el embutido de turno.

César Bardés dijo...

Eso sí, querría hacer otra acotación y está en el horroroso guión que se propone y ahí radica la principal diferencia con "Shakespeare in love". Allí estaba Sir Tom Stoppard, que es una de las mayores autoridades mundiales en Shakespeare y que también dirigió un "spin off" de "Hamlet" titulado "Rosencrantz y Guilderstern han muerto" y que es bastante notable. Aquí hay un tal John Orloff que ha hecho esa obra maestra llamada "Ga´hoole, el coñazo de los guardianes" y que, por supuesto, pasa por ser la voz más autorizada para hacer una sobre el "big trouble" inglés. Si es que no ha habido seriedad ni en eso.

Carpet dijo...

Bueno y una vez que se nos han quitado todas las ganas de ver esta joya de Emmerich...¿Jugamos?.

Pelis en las que sale un escritor:

El bueno de William aparece en esta y en "Shakespeare in love", como ya habéis dicho, pero también en una peli española que no he tenido el gusto, "Miguel y William", donde también aparece Cervantes.
En "Alatriste", el gran Francisco de Quevedo es un lujoso personaje secundario.
En "Julia" veíamos a Liliam Hellam y Dassiel Hammet, y a este último también le disfrutamos gracias a Win Wenders en "El hombre de Chinatown" cuando aun no era un escritor cotizado sino un detective de la celebre agencia Pinkerton.
Virginia Woolf es un personaje relevante en "Las horas" y en "El cartero y Pablo Neruda" aparece el poeta chileno por obra y gracia de la adaptación de Radford de la obra de Skarmeta.


Hay mucho escritor en las pantallas, a veces parece que más que detras de ellas.

Abrazos.

dexter dijo...

Vale, pero con una vez que lo digas es suficiente. Juguemos. En "Midnight in Paris" salen unos cuantos, Hemingway, Scott Fitzgerald, Stein. Casi los mismos que en "Los modernos de Alan Rudolp. Recuerdo a Jeremy Irons en la piel de Kafka en una peli muy infravalorada de Soderbergh. Y a Seymour Hoffman como Capote en la peli del mismo título (aunque a mí casi me gusta más su contemporánea "Historia de un crimen" con Toby Jones haciendo del autor de "Desayuno con diamantes"). Por cierto que el amigo de Jem y Scout en "Matar a un ruiseñor" está inspirado en la figura del escritor, amigo personal de Harper Lee. Matt Dillon fue un sorprendentemente convincente alter ego de Bukowsky en Factotum, Chistopher Plummer fue Leon Tolstoi en "La última estación"- Y de momento lo dejo ya que las musas me están abandonando.

Abrazos

dexter dijo...

Y ahora que recuerdo, en la película de Toby Jones, Harper Lee era... ¡¡ Sandra Bullock¡¡

César Bardés dijo...

Pues Dylan Thomas estuvo retratado en la terriblemente mala "En el límite del amor" (artículo en estas pobres páginas) bajo la piel de Matthew Rhys. Hemingway también tuvo la piel de Chris O´Donnell en "En el amor y en la guerra" justo al lado de Harper LEe, digo, de Sandra Bullock. Hablando de Harper Lee, en la película de "Capote" estaba Catherine Keener, mucho más ajustada al papel en mi humilde opinión y sin desdeñar para nada "Historia de un crimen". "Miguel y William", hazme caso, Dex, déjala correr que es un auténtico desperdicio. También tenemos el intento de "Lope", que es otro desperdidico como una casa. James Barrie, creador de "Peter Pan", está presente bajo el rostro de Johnny Depp en "Descubriendo Nunca Jamás". Henry James y Anais Nin se tocan, se besan, se abrazan, visitan lo prohibido y vuelven en "Henry y June" con Fred Ward y Maria de Medeiros. Joe Orton está retratado en su peligrosa relación sentimental en "Ábrete de orejas", de Stephen Frears con el gesto de Gary Oldman. Por supuesto, cómo olvidar a C.S. Lewis llorando con un niño en una escalera igualito que Anthony Hopkins en la estupenda "Tierras de penumbra". Hay mucho de autobiográfico en el relato de Graham Greene "El fin del romance" con Ralph Fiennes y en su primera versión "Vivir un gran amor", con Van Johnson. Tanto es así que esos mismos hechos le ocurrieron al autor de "El tercer hombre" aunque tuvo el pudor de no poner su nombre al protagonista aunque acepto que no admitáis estas dos como animales de compañía...
En fin, estoy esperando que algún productor de Hollywood se ponga en contacto conmigo para hacerme un "biopic"...dicen que Jack Nicholson está interesado...

dexter dijo...

El que citó "Miguel y William" fue Carpet no yo. De todas formas efectivamente tuve la desgracia de comprobar que "Lope " era un desperdicio, un intento de emular a "Shakespeare in love" pero sin Tom Sephard, muy mal rodado y peor contado. También el cine español se ha acercado a los literatos foráneos caso de "Remando al viento" o a nuestros místicos como en "La noche oscura" con Juan Diego como San Juan de la Cruz o la -infumable debía ser aquello- "Teresa, el cuerpo de Cristo" con Paz Vega. Recuerdo a Nicole Kidman con una nariz postiza y ganando un oscar haciendo de Virginia Wolf en "Las horas", a la gran Jennifer Leison Leigh como Dorothy Parker en otra de Alan Rudolph, al llorado Heath Ledger y a Matt Dammon como los hermanos Grimm en aquel delirio de Terry Guiliam. Creo que Jim Carrey era Charlie Kaufman en ese otro delirio de Milos Forman llamado "Man on the moon". Y creo que Leo rereaba en "Diario de un rebelde" la biografía de un poeta famoso de cuyo nombre no puedo acordarme.

¿Jack Nicholson no es muy mayor para darte vida? ¿Qué tal si tu agente llama a Paul Giamatti?

Abrazos.

César Bardés dijo...

Mis disculpas porque tienes razón. Voy con prisas porque tengo un viajecito el fin de semana y tengo tarea por delante. Rectificamos. Carpet, no pierdas el tiempo con "Miguel y William" porque fue un desperdicio. Aquella de Dorothy Parker en la que también salían un buen puñado de escritores que se reunían en la mesa del Hotel Algonquin era "La señora Parker y el círculo vicioso", en la que también salían Alan Campbell en la piel de MAtthew Broderick, Donald Ogden Stewart, Ben Hecht y un buen montón de escritores. Por cierto, Dorothy Parker y Alan Campbell también salen en "Julia" como los acompañantes de Lillian Hellman en su viaje por Europa después del éxito interpretados por Rosemary Murphy y el algo más conocido Hal Holbrook. Y el escritor biografiado en "diario de un rebelde", una película que nunca me acabó de llamar la atención, fue Jim Carroll. Y no nos olvidemos la maravillosa encarnación de Christopher Plummer como Rudyard Kipling en "El hombre que pudo reinar". Ahora mismo me pongo en contacto con mi agente a ver si Giamatti está disponible, lo malo es que yo quiero a Scorsese y los productores quieren que la dirija Michael Bay...

dexter dijo...

Acuérdate de Javier Bardem en la piel de "Antes de que anochezca" o de la últimamente tan mencionada Vanessa Redgrave en aquella película interesantísima junto a Dustin Hoffman interpetando a Agatha Cristhie. Hablando de Hoffman , no sé si aceptarán pulpo como animal acuático y si me admitiréis a los protagonistas de "Todos los hombres del presidente de Pakula".

Ummm, un biopic de Bardés dirigido por Michael Bay, esa no me la pierdo, igual hasta me ponen a Shia Lebouf de prota.

César Bardés dijo...

Cierto, haciendo de Reynaldo Arenas. Eso sí, no lo dudes, Dex, si me ponen a Shia LaBeouf como prota de mi biopic luego saldrán las consabidas declaraciones de todo "biopiqueado" diciendo aquello de "han destrozado mi vida. Las cosas cosas no sucedieron así. Y lo que refleja el protagonista no se ajusta ni mucho menos a la verdad. Reniego de esta versión que han hecho sobre mi vida y mi obra" y blablablas parecidos. LaBeouf haciendo de mí...Qué bajo pueden caer estos de Hollywood. Lo mismo si le quieren poner "glamour" que hagan lo de Cary Grant haciendo de Cole Porter y que me pongan a Clooney.

Carpet dijo...

Vaya, tiré la piedra y escondí la mano, que me pillaron para una reunión y aquí os dejé solitos haciendo el repaso a los literatos del mundo cinéfilo...y rediez que os ha cundido.
Ea, como no podéis abarcar todo añadire alguna: la autobiografia de Gerald Bernnan nos vino de la mano de Fernando Colomo en "Al sur de Granada". Y Lorca también aparecía en la internacional "Muerte en Granada".

Anne (bocachancla) Hathaway era "La joven Jane Austen" hace muy poquito tiempo. Sin embargo, hace muchos más años danny Kaye era fantástico cuentacuentos en "El fabuloso Andersen". ´
No sé si la aceptaréis como escritora pero el cine nos mostró "El diario de Anna Frank". La que si que nos vale y hablando de Vanessa Redgrave es "Agatha" basada en la escapada misteriosade Agatha Christie.
Y vale, no me bvolveré loco con el tema "Miguel y William" , pero sin embargo yo si os recomiendo una película que me pareció bastante interesante "Nora", que nos cuenta los amores de Nora y James Joyce.
Y también por ahí andaba Gregory peck dando vida a Scott Fitzgerald en "Dias sin vida".

En cuanto a ese biopic...mmmm..lo de Clooney no está mal pensado aunque a juzgar por la portada del libro la cosa estaría mejor representada por una aleación de Giamatti y Kevin Smith, tal vez. El secundario Dexter, podríamos verlo bajo la piel de....Ryan Gosling ( jejeje, se está emocionando). Y el supersecundario Carpet en el rostro de Danny Trejo, auqnue si el film es español, un Eduard Fernandez con más altura también me va bien.

Son opciones, vamos.

César Bardés dijo...

Buen apunte el de Gregory Peck, Carpet, que se había quedado en el tintero y yo antes había pensado (cosas del Alzheimer) "joer, cómo se llama esa película que salía Scott Fitzgerald...". Ni siquiera me acordaba que la hacía Gregory Peck aunque la tengo vista (hace tiempo, eso sí). Las células grises comienzan a caducar a los cuarenta.
Apunto vuestras sugerencias para el reparto. No creáis, no creáis, que vuestros papeles serían la mar de interesantes...En cuanto a mí, dejémoslo en Giamatti, que es un tío que me cae bien, no tiene mucho "glamour" como yo y además es buen actor. Aunque con mis múltiples facetas diría que es candidato al Oscar desde ya. El cejas, si acepta, también. Y si consigo a Steven Zaillian para escribir el guión, otro que tal.