jueves, 26 de enero de 2012

LOS DESCENDIENTES (2011), de Alexander Payne

Puede que haya padres de familia que tengan perfectamente ordenado su mundo. Ante todo, el trabajo. No hay tiempo para mucho más. La mujer es algo cómodo que destila un amor que se le supone. Los hijos son cuestión de ella. Para relajarse, un buen club playero donde tomarse una copa y darse un baño. De repente, algo ocurre y ese mundo se resquebraja con demasiada facilidad. El cemento de esa supuesta felicidad es pura inconsciencia llena de encanto. Es la hora de tomar responsabilidad y ni siquiera se sabe por dónde empezar.
Y es entonces cuando hay que tratar a las niñas, ocuparse de ellas, corregir lo que está mal y no se encuentran palabras para las pequeñas crisis domésticas de cada día. La esperanza pronto se desvanece y ya no hay marcha atrás. Todo cuesta más trabajo y los secretos que nunca fueron inquietud comienzan a salir a la superficie. Más ruina sobre escombros. No hay brújulas que señalen el camino. No hay más que debatirse entre el engaño y la rabia, entre los fallos del pasado y los errores del presente, entre el todo que se creyó poseer y el nada que realmente se tuvo.
Con un escenario paradisíaco como Hawai de fondo, George Clooney se convierte en ese hombre que pasa de la risa al llanto, del ridículo al acecho. Por su rostro transcurre la alegría, el agradecimiento, la tragedia, el esperpento cómico, la incredulidad del instante, la permanencia del fracaso a pesar del dinero...Lienzo de sensaciones que hacen reír y llorar, que provocan sentimientos encontrados ante un personaje lleno de irresponsabilidad, que intenta poner la primera piedra de su existencia con las piedras angulares de sus hijas porque su matrimonio, sumergido en una aparente normalidad, era un barco hundiéndose con varias vías de agua. Y la paz interior por haber sido tan ingenuo de creer que todo iba bien no es sencilla de alcanzar. Clooney es la película y, en él, hay tantas sensaciones que alguna, por fuerza, tiene que ser también nuestra.
Con aires de comedia negra, de comedia trágica, de comedia dramática y de comedia de situación, Alexander Payne fabrica la que es su mejor película hasta ahora. Mucho más acertada que Entre copas y mucho mejor trazada que A propósito de Schmidt, Payne pinta un fresco sobre la familia, sobre la dejadez de la edad adulta y sobre la adultez de la edad adolescente, sobre la ceguera paterna que suele machacar involuntariamente por donde más duele, sobre el acre sabor de la venganza, sobre la certeza de que hallar el camino correcto suele ser una sinuosa pirueta del destino. La vida tornada en celuloide. Unos planos de realidad para que la sonrisa acompañe incluso cuando las cartas vienen mal dadas. Un actor excepcional para asegurarnos que, sobre él, están todas las debilidades como personaje y todas las fortalezas como intérprete.
El amor es el salvavidas para todas las situaciones. Incluso cuando el corazón comienza a convertirse en piedra, el amor es el asidero, el que impide que seamos fieras que abandonan a sus crías para lanzarse en busca de la ambición. El amor puede dibujarse en unos collares de flores que flotan en el agua como último testimonio de que, no importa lo que haya pasado, se echará de menos al ausente. Y la marea, caprichosa y transparente, dibujará con ellos tres corazones como marco de una ceniza disuelta. Somos lo que hacemos pero también lo que dejamos y lo que tenemos que dejar atrás, no nos engañemos es amor. Porque con él, vivirán nuestros hijos. Porque con él, seguiremos adelante y ellos tendrán impulso. Bajo una manta y delante del televisor. Compartiendo el calor. Disipando la pena. Siendo más nosotros y menos yo. El yo no vale nada. El yo es un artículo de saldo con el que mercadean otros. Amor es la herencia. Y no valen monedas falsas. Sólo cariño del auténtico. El que impone tranquilidad. El que da seguridad.

7 comentarios:

Carpet dijo...

Juer, varios días esperandote y cuando llegas estoy con el trabajo hasta las orejas. Mmmmmm, ¿muy preocupado por el laburo y abandonando lo verdaderamente importante?...me suena, me suena.

Dos cosas sobre la peli.
Una. Creo que de un tiempo a esta parte se hacen películas con apariencia de pequeñas, sin alardes, sin grandes nombres (aquí salvo Clooney ninguno es un revienta taquillas) y con argumentos muy pequeños, casi anecdóticos. Un buen guión bien enlazado, una mezcla más que correcta de drama y comedia, algún chispazo y a correr...Y en esa carrera enganchan con el público, se convierten en agradables sorpresas, empiezan a recaudar premios y tienen una carrera comercial de lo más aparente. Podemos citar algunas, desde el "Entre copas" que has mencionado, hasta "Pequeña Miss Sunshine", pasando por "Juno" o incluso "Up in the air".
Son películas que se disfrutan por un acertado guión, por una dirección amable (sin alardes) y por interpretaciones de nivel. "Los descendientes" es así, o a mi me lo parece.
Dos. Clooney. Él es la película. Lo anecdótico del argumento, que no acaba de desarrollarse y cuando empezamos con un problema generacional y de desencuentro con las hijas, nos pasamos al adulterio tardíamente descubierto, al ecologismo nostálgico, a la busqueda del amante...Todo tiene un sentido pequeño que se vuelve enorme cuando Ceorge le pone rostro a su descoloque vital. Cada mirada, media sonrisa o gesto de dolor nos expresa el desconcierto que le ha tocado vivir cuando creía tener atadas tantas cosas. Esta película sin él recordaría pelicrosamente a las de A3 de sobremesa (en su argumento, obviamente). Es cierto que Dujardín está fantástico en "The artist", pero no soporta él solo el peso de la peli, aquí Clooney si lo hace.

Mención aparte merece, en lo negativo, algo que comenté con Dex. El doblaje de las crios es vergonzante, a destiempo y sin innterpretación. La versión original es una buena opción en general, pero hemos presumido muchas veces de los grandes dobladores españoles, si ahora para ahorrarnos tres pesetas, cogemos a alguna chica a leer el texto en español sin más intención que no trabarse deberíamos plantearnos suprimir de una vez por todas el doblaje.

Abrazos paternales

César Bardés dijo...

Bueno, ese tipo de películas que describes puede responder perfectamente al tipo de película "indie" que, poco a poco, se va haciendo con un sitito en el mercado porque están dando algunos tintes de calidad en lo meramente anecdótico que tan bien transcribes. Es más, hay algunos que presumen de ser cineastas netamente "indies" y un ejemplo de ello es el propio Alexander Payne que no sale de ese tipo de producción a pesar de que ha recibido ofertas de todos y de todo. Probablemente, creo yo, porque tiene una mayor libertad creativa, trabaja él su propio argumento y le da la forma que le conviene. He de decir que "Entre copas", me pareció curiosa y poco más. Que "A propósito de Schmidt", psé, ni fu, ni fa. Sin embargo, te voy a decir una virtud que tiene "Los descendientes" de la que adolecen las otras dos. Es decididamente una comedia a pesar de la situación dramática que plantea, apuesta por arrancarnos, aunque sea, una media sonrisa y, cuando no lo hace, lo hace de forma nada estridente. Poco a poco, es lógico, el cine se va fijando en microcosmos más pequeños como reflejo de una realidad que nos rodea de forma desoladora. Como bien dices, el personaje central cree tener todo bien atado cuando todo se le desflecha por los extremos.
En cuanto a Clooney, está perfecto. Pero si queremos ser serios, una película como "Mejor imposible", tampoco deja de ser anecdótica (cómo se enamora un tipo que es más raro y más maniático que Bela Lugosi durmiendo en su ataúd) y se sostiene también porque está Jack Nicholson ahí. Es evidente que Jack es un monstruo consagrado y Clooney está en vías de serlo y que no es lo mismo alabar a uno que hacerlo con otro. En todo caso, no deja de ser también otra película de éxito con un argumento ciertamente anecdótico.
Lo que decía, que me desvío. Clooney está magistral y no me parece tan A3 la película por la razón que he dicho antes. Decididamente es una comedia y te ríes y en varias ocasiones. Bordea peligrosamente esa condición en el momento de la aparición de la hija mayor porque ahí es dónde Payne podría haber optado por hacer un melodrama sin trascendencia y de nula pegada a pesar de tener a Clooney a la cabeza del reparto. No es menos cierto que, en lugar de ser Clooney, es cualquier otro, la película se desmorona porque, muy probablemente, dejaría de tener gracia.
Lo del doblaje estoy absolutamente de acuerdo. No sé qué pasa últimamente con las voces jóvenes que son realmente malas y hechas como a desgana. En eso no tengo nada que decir y creo que deberíamos seguir defendiendo la pacífica coexistencia entre la versión doblada y la versión original.
Abrazos en español (Embraces in English)

Carpet dijo...

Si, es cierto lo de la comedia. De hecho a mi me parece sorprendete el globo de oro a Clooney como mejro actor dramático y el Dujardin en comedia o musical, o los de mejor película por lo mismo.
"los descendientes" es una comedia, tal vez comedía dramática si tal género existe, lo mismo que "The artist", si me apuras esta última es más drama que comedia y salvo la escena final, tiene poco de musical.

IObviamente no es telefilme A3 por lo que dices, por el humor, pero la peripecia vital es casi de libro, mucho más si el prota hubiese sido femenino.

Abrazos sin subtitulos

dexter dijo...

Vaya, a mí también me pilláis no entre copas en este caso, sino entre papeles. En cualquier caso hago un hueco para leeros y dar mi opinión. Yo también creo que la película tiene más empaque que el de un telefilm, y no sólo por la presencia de Clooney. Y es de alabar esa tendencia que está manifestando últimamente el llamado cine "indie" para ir desencasillándose de sus inicios más o menos frikies (véase Kevin Smith y cia) y abrirse a um sector más amplio de público. Ciertamente, este tipo de cine ha encontrado un filón en el tema de las familias, desestructuradas generalmente y aquí tenemos un claro ejemplo.
Si dije antes que la peli tiene más empaque que un telefilm de A3 lo achaco fundamentalmente al dibujo de personajes, muy potentes la mayoría (hemos hablado de Clooney, pero no os perdáis a la hija mayor, que por cierto, está sí horriblemente doblada, pero es todo un descubrimiento). Me gusta mucho cómo está escrita la historia, y el personaje principal soportando todo ese vaivén de emociones que se le vienen encima. Es una película que deja poso, y repito creo que no sólo debido a la presencia de George.

Abrazos en V O S E

César Bardés dijo...

Bueno, es que la clasificación de los Globos de Oro no deja de ser meramente anecdótica y un modo de repartir el botín. No es la primera vez que esto ocurre ni será, me temo, la última. Ya digo en el artículo que la película es un comedia barnizada con un montón de matices y toca todos los palos de la comedia. La carrera torpe de Clooney no deja de ser unos segundos de comedia de enredo aunque la finalización de la escena sea dramática.
Por otro lado, Dex, tienes toda la razón en resaltar el trabajo de la hija mayor. Realmente sorprendente a pesar del estúpido doblaje. Me hace mucha gracia el personaje del...¿novio? ¿ligue? ¿amigo? que es un pedazo de trozo de leño que, al final, llega a caer simpático. Eso sí, nadie puede discutir que poner un elemento ajeno es un truco muy viejo y muy visto pero, en esta ocasión, está resuelto con cierta gracia.
Cierto es también que el dibujado de personajes está muy bien trazado porque puedes imaginar sin ningún esfuerzo cómo ha sido la vida de esa familia hasta el momento en que empieza la película, lo cual le da un volumen a la historia que llega a ser ciertamente atractiva.
En todo caso, chicos. Más atención a lo que importa y menos a las cosas materiales. El euro puede esperar.
Abrazos morales.

dexter dijo...

Puedes imaginar cómo ha sido la historia de esa familia y da pie a conjeturar cómo va a ser en el futuro (muy bueno ese plano sostenido que cierra la peli y que veladamente destacas en tu artículo). Habrá otros problemas, surgirán nuevas dudas, pero la familia ya está unida. La cámara de Payne director pasea por las vidas de sus personajes y capta un trozo de las mismas (que no es poco). La pluma del Payne guionista se encarga de describirlos minuciosamente, y no sólo a Matt. A mí al principio me costó entrar con esa voz en off que amenaza con ser un lastre, pero luego todo fluye estupendamente. Y con respecto a lo de los géneros, pues ya lo decía Woody, la vida es una tragedia con burbujas de comedia.

Abrazos burbujeantes

César Bardés dijo...

Es un plano fantásticamente sostenido, no cabe duda y, lo que es aún mejor, pleno de significado. Muy buena esa breve descripción que haces del Payne guionista y del Payne director. Y estoy totalmente de acuerdo. El principio de la película amenaza un poco y es que, como ya he apuntado antes con Carpet, la gran virtud de la película está en su equilibrio. Parece en algún momento que se va a desbordar por los lados, que se va a caer por el camino fácil y vas a salir de allí astragado y harto, pero no. Payne consigue mantenerse, en parte por ese acertadísimo aire de comedia que planea por toda la película. Qué razón tenía Woody, y qué buenas sus nominaciones.
Abrazos bajo la sombrilla.