miércoles, 23 de mayo de 2012

PROFESOR LAZHAR (2011), de Philippe Falardeau

Dedicado a todos los profesores de la enseñanza pública, privada y privada concertada, porque todos ellos se dedican a una de las mejores profesiones que existen pero también de las más ingratas. Porque todos ellos sienten la frustración como rutina pero también, todos los días, se levantan diciéndose que esa lección que han preparado para hoy, va a ser útil, va a servir de algo, va a formar librepensadores, va a modelar una brizna del futuro de alguien. Con toda mi admiración hacia todos ellos, prescindiendo de maniqueísmos, amando lo que se enseña.

Mundos que se unen en aras de un conocimiento que no puede enseñar, solo vivir. La sensibilidad y el humor parecen convertirse en las tizas con las que se escribe en una pizarra que exhibe, orgullosa, sus enseñanzas. Cargar con la propia mochila y, además, con la de los alumnos, es una tarea demasiado pesada para un profesor que vive en el riesgo y siente en la temeridad. El silencio y el tabú de la muerte son razones más que suficientes como para renunciar a las propias inquietudes personales porque la mente, ese don maravilloso, no puede perderse en la ignorancia y el profesor quiere guiar en medio de la oscuridad. Quizá solo hasta que brille levemente la luz pero quiere dar la mano a todos los que desean alcanzar un minuto de plenitud, un segundo de magia, un instante de verdad a través de la comprensión de una existencia que, en épocas de uniforme y desorientación, se antoja enormemente complicada e inasible. La negación de la muerte no pasa necesariamente por ignorarla. La muerte es traumática y, sobre todo, incomprensible. Cerrar las cicatrices de la emoción es trabajo para la familia, pero también para los que forman estructuras de pensamiento capaces de resolver los más intrincados problemas. La exploración de la pérdida, de la fe, del exilio y de las verdades que contamos a nuestros hijos es el mejor camino para llegar a la madurez de mentes que, aún en estado letárgico, están deseando saber. Y ahí es donde entra la delicadeza del maestro, la enorme virtud de darse esperando la exigua recompensa de un tornillo más en el mecanismo de la exigencia. Exigencia oficial, exigencia burocrática, exigencia parental, exigencia empresarial, exigencia, exigencia, exigencia…
El viaje por las múltiples personalidades de todos los aprendices es tan apasionante como duro. Y debe ser tan exento de manipulación como eficaz. La emoción es la mejor droga para el alma y ahí es donde el profesor, en muchas ocasiones, se hace dueño de la atención. La película exhibe honestidad y realismo. Un realismo idealizado que se materializa a través del amor, si se quiere, pero realismo al fin y al cabo. El profesor, el auténtico profesor, derrama cariño todos los días de su vida sobre todos los que se sientan en sus pupitres. A veces no le dejan darlo, otras veces el cansancio se lo impide, las más, el desánimo lo ahoga y sale lo peor de la persona. Y ellos, precisamente ellos, los maestros, deberían tener la certeza de que siempre hay alguien que llora lágrimas de agradecimiento por su trabajo, que sonríe en casa cuando comprueban que su hijo ha asimilado bien algo que han enseñado con pasión, que, más allá de los regalos obligados con dinero comunitario, hay una mirada que solo trata de apoyarles en un caminar sobre fuego requemado. Y mientras la sociedad no sea consciente de lo que hacen y de lo que sufren, no habrá nada que enseñar.

19 comentarios:

carpet dijo...

No conozco esta peli, pero me uno a tu homenaje a los maestros. Yo nunca quise serlo, me parecía terriblemente complicado y de una responsabilidad que mi poca capacidad y valentia era incapaz de asumir.

Se viven tiempos complicados en los que la enseñanza, la educación, el conocimiento se considera un gasto...como ver la tele, como comprar chuches, como vestir marcas, como cenar fuera...Hay que ahorrar y esta partida se lelva muchos fondos, menos maestros, mas alumnos, matrículas más caras, enseñanzas no subvencionadas, menos becas,...se gasta tanto y para los resultados que obtenemos en el informe PISA, ¿que mas da?...

En fin, políticas aparte, vamos al cine, podría parecer un gasto, pero a veces es una inversión, el cine es una escuela en cierto modo, nos enseña vidas distintas que no vemos desde nuestro reducido campo de acción...nos cuenta cuentos, pero sus personajes a veces son reales ( o podrían serlo) que no los conozcamos no quiere decir que no existan.

Y yendo al cine, podríamos mirar a todos esos maestros abnegados que nos enseñaron tantas cosas. En general el cine ha venerado la figura del maestro, le ha hecho luchar con alumnos rebeldes, con circunstancias adversas, con escasez de medios, con mundos opresivos...y siempre le ha dignificado, le ha sacado triunfador, le ha dado emotivos reconocimientos...es una profesión generalmente bien tratada, sobre todo si era el centro de la acción, sólo en algunos casos de presencia secundaria se le ponía en negativo, a veces incluso objeto de bromas y mofas...pero en general, el trato ha sido admirativo.

Recuerdo la tremenda humanidad y sensibilidad de Fernan Gomez inerpretando al viejo maestro de "La lengua de las mariposas" y ese final tan terrible y tan hispano.

No se puede no mencionar al profesor Kitting de "El club de los poetas muertos", quizá el mejor papel de Robin Williams. Hace poco fui a un curso de Formacion de Formadores y pusieron varios videos de la película para mostrar algunas buenas practicas pedagogicas.

Maestros que dejan huella, como el porfesor Mathieu de "Los chicos del coro", preconizando el buen trato frente a la ferrea disciplina. "Leeciones inolvidables" con un Edward james Olmos que logra convertir a chicos de suburbios en verdaderos especialistas en matemáticas, incentivando nuevas técnicas de estudio y motivación frente a las tradicionales.

Hay muchos profesores/as asi en el cine...también seguro que hay más de uno memorable en nuestras vidas.

Abrazos con tiza

César Bardés dijo...

Yo sí he sido maestro, como sabéis. Y debo decir que, aunque tremendamente duros, fueron años inolvidables y los echo mucho de menos. Mis recuerdos varían desde la mirada de odio y desprecio de alumnos que no querían, ni deseaban aprender hasta la mirada de agradecimiento o el mismo agradecimiento implícito que iba en una frase dicha aleatoriamente. Luego llegaba a casa, quizá corregía algunos exámenes, miraba un poco lo que iba a impartir al día siguiente y dedicaba cinco o diez minutos a examinarme a mí mismo y autocensurarme o autoalabarme, viendo con tranquilidad qué es lo que había hecho bien o qué es lo que había hecho mal.
Me duele muchísimo ver a los profesores en estos trances entre otras cosas porque sé de qué va el paño y leo algunas afirmaciones convertidas en verdades que no pasan de ser burdas mentiras. Todos los gobiernos que hemos tenido han ido contra la educación, de uno y de otro signo, con un disfraz o con otro, con una justificación o con otra. No interesa que los niños aprendan a tener critério. El aborregamiento es la mejor arma contra el pensamiento y en ello se han aplicado. Así es como se perpetúa la clase política. Y eso lo sufren todos los profesores, de cualquier tipo de enseñanza (todas ellas respetables porque todas ellas representan una opción para cualquier padre). Y no se sabe de la misa, la mitad. Es lamentable, pero así es.
Yendo al cine, por supuesto que ha habido maestros que han dejado huella en mi vida. Ahí está el Sidney Poitier de "Rebelión en las aulas" pero, sobre todo, el Glenn Ford de "Semilla de maldad", que intenta erradicar el frentismo propio de la adolescencia con buenas dosis de razón. O el Richard Dreyfuss de "Profesor Holland", que rehúsa dedicarse a componer para llegar a la mejor sinfonía de su vida. Esos tres, creo, son imprescindibles dentro del "género de aulas". Luego podríamos citar a la Michelle Pfeiffer de "Manos peligrosas", a la Whoopi Goldberg de "Sister Act 2", al Robin Williams que guía a su genio al borde del abismo en "El indomable Will Hunting" o, sin dudarlo aunque no haya clases, al profesor ansioso de buscar leones en la ya mentada ayer "Leones por corderos".
Muchos profesores. Muchas huellas dejadas en el alma. A todos los que perdieron tiempo y energía conmigo, gracias. Mi deuda con vosotros no se podrá pagar.
Abrazos sin borrador.

dexter dijo...

Me gustaría añadir dos películas imprescindibles a este transversal tan especial, una clásica y otra relativamente reciente. La primera es "Adiós Mr Chips" con un impresionante Robert Donat - creo que hay un remake con Peter O´Toole que no he visto. Es una película que pone el acento en lo que ya habéis comentado del agradecimiento nunca suficientemente bien ponderado hacia los maestros y profesores que nos enseñaron a vivir y que resulta más emocionante incluso que "El club de los poetas muertos" o "Profesor Holland". La segunda es la para mí magistral- nunca mejor dicho- "Hoy empieza todo" de Tavernier, cuyo visionado resulta si cabe más imprescindible en tiempos tan convulsos como estos.

Abrazos cum laude

César Bardés dijo...

Pues tienes toda la razón, Dex. Yo sí he visto el remake de "Adiós Mr. Chips" con Peter O´Toole y Petula Clark. Lo malo de todo es que es un musical aunque la interpretación de él, como casi siempre, es maravillosa. Como versión, sin duda, me gusta mucho más la de Donat, estupenda y divertida y, aún más, absorbente.
También bien visto "Hoy empieza todo", de Tavernier, una película con la que me sentí profundamente identificado en su día por esa sensación de impotencia que arrastra el profesor durante toda la película aunque, en realidad, se mete un poco en camisas de once varas.
Por otro lado, habría que destacar otras películas como "Escándalo en las aulas" donde hay un profesor tremendamente cruel como Laurence Olivier enfrentándose a un osado Terence Stamp. También habría que añadir el punto de vista de muchos alumnos en películas como "Verano del 42" o "Vida de un estudiante" o, apurando el fondo, "Los cuatrocientos golpes", "Adiós, muchachos" o los insufribles maestros descritos en "Las diabólicas" de Henri Georges Clouzot.
Abrazos con olor a lápiz.

Carpet dijo...

Hay otros profesores inolvidbles como el maestro del pueblo de "Amanece que no es poco" y su peculiar forma de dar clase, en particular, anatomia al ritmo de "tic, tic tac..tic tac..".

Otro porfesor que enseña cosas tan importantes o más que su asignatura, es Kevin Kline en "El club de los emperadores", explicando a la manera de Socrates que "no (solo) se trata de vivir, sino de vivir justamente".

Otro maestro más que notable, aunque no le vemos dar clase en un aula, sino impartiendo sabiduria en un apartamento y descubriendo el horror de unos alumnos desalmados es James stewart en "la soga". Y no sólo de profesores está el mundo lleno, que también hay seños, como la mclaine y la Hepburn en "La calumnia" o en una vuelta de tuerca, Blanchet y Judy Dench en "Diario de un escandalo".

Muchos profesores y maestros, los hay a los que las alumnas le lanzan mesajes de amor con un lento parpadeo como a Indiana Jones en "La última cruzada". O profesores algo más especiales, que no se si merece la pena ser su alumno, tipo Joda o Pai Mei.

Abrazos de pie en el pupitre

César Bardés dijo...

Podríamos citar al profesor que, casi involuntariamente aunque tentado por el poder, conduce a sus alumnos al nazismo más descarnado en "La ola", de Dennis Gansel. Hay una película de corte satírico, creo recordar, con Nick Nolte, Jobeth Williams y un alocadísimo Richard Mulligan que, al fin y a la postre, se convierte en el mejor profesor que puede tener un alumno, que se llamó "Profesores de hoy", del muy irregular Arthur Hiller. Una grandísima maestra fue Anne Bancroft en la estupenda "El milagro de Anna Sullivan", de Arthur Penn. Lo mismo que lo fue Katharine Hepburn en una de las películas de su vejez, rodada en Irlanda, dando clases a los hijos de los mineros en "El maíz está verde", de George Cukor así como la versión de los años cuarenta que protagonizó Bette Davis con el mismo título. También hay maestros de crueldad contrastada en las innumerables y salvajes rebeliones que protagoniza Malcolm McDowell en "If", del "airado" Lindsay Anderson, por no hablar de los diversos maestros en brujería que aparecen en las distintas entregas de Harry Potter. El adoctrinamiento fascista y comunista se dan la mano en esa pequeña maravilla que es "Europa, Europa", de Agnieszka Holland, y el maestro es el único que mantiene la cabeza sobre los hombros en esa otra maravilla que es "La cinta blanca", de Michael Haneke. El maestro, también, es el héroe que construye un muro mental muy difícil de traspasar en las dos versiones de "El pueblo de los malditos", de Wolf Rilla y de John Carpenter. Y, por supuesto, la figura de la maestra es marginada absolutamente en esa fría civilización que impide la culturización de sus ciudadanos (a qué me suena esto) en "Fahrenheit 451", de François Truffaut bajo la preciosa cara de Julie Christie.
Abrazos con letras.

dexter dijo...

Qué decir de los profesores particulares como el profesor Higgins de "My fair lady" o a Michael Caine en "Educando a Rita". Profesores ha habido a cascoporro y de las más variadas disciplinas en las películas de la saga Harry Potter. Y en fin, Russell Crowe fue el profesor John Forbes Nash en la sobrevalorada "Una mente maravillosa". Por cierto, que de aquí a un rato tengo cita con el tal profesor Lazard. Mañana te cuento.

Abrazos cara a la pared

César Bardés dijo...

Uf, profesores particulares...la institutriz de "¡Suspense!", por ejemplo, esa Deborah Kerr en trance de frigidez y morbosidad a partes iguales. Al igual que la anterior, que sólo se nos relata en la película y que fue retratada en una película de 1972 bajo el rostro de Stephanie Beacham (¿quién se acuerda de ella?) siendo un juguete sexual en manos del lascivo Marlon Brando en "Los últimos juegos prohibidos", de Michael Winner. Y es que los profesores particulares tienen un peligro...
Abrazos con plumier.

dexter dijo...

Acabo de ver la película hace unas horas, y releyendo tu artículo, las palabras adquieren otra dimensión. Es ese don mágico que tienes, sabes acercarte a las películas más con los sentimientos que on las palabras. Y esos sentimientos y ese estado de ánimo está más a flor de piel que nunca después de la última semana. Vamos que el estreno ha venido que ni al pelo. Y debería hacernos reflexionar, a nosotros, o a esos padres que como el de la película dicen al profesor " ustede límitese a enseñar que de educar a nuestra hija ya nos ocupamos nosostros"- uno piensa qué criterios y qué base moral tiene ese padre para educar. O a esos iluminaos que pretenden cargarse todo lo cargable e hipotecar nuestro futuro de una forma tan ruin, y para quienes en el fondo, la crisis no es más que una perfecta coartada.

Abrazos con crisálida.

Carpet dijo...

Michael Douglas también compone a un profesor de literatura en la, probablemente mejor interpretación de su carrera, en "Jovenes prodigiosos" de Curtis Hanson. Y hasta Suache ha hecho de maestrillo de niños temibles en la también temible "Poli de guarderia".

En España, tan dados a contar pelis desde el punto de vista de lso niños, no son pocos los maestros y profesoras que han desfilado por nuestras películas, pero voy a destacar dos que me parecen muy aleccionadoras, podemos imaginar adonde vamos si echamos un vistazo al de donde venimos.

Una de ellas es "El espinazo del diablo", con ese horfanato-refugio regido por maestros republicanos escondidos en medio de la nada de la amenaza franquista.
La otra me parece más paradigmática, siendo el tema escolar una pequeña subtrama, dentro de la película basada más en el despertar del sexo en la adolescencia. Se trata de "El año de las luces", con esa maestra represiv, autoritaria, siempre dispuesta a usar su vara, el escrúpulo religioso enfrentado al ¡¡bedel!! del sanatorio, conocedor de literatura francesa, librepensador, que recita poesias...De hecho, hay hasta una quema de libros que no esten escritos por españoles, alemanes o italianos...
Parece lejano, pero en esta España tan rara, no se ha apostado por educar, ni enseñar, era más importante adoctrinar. Y, siento decir esto, pero lo creo firmemente, si en algún sitio se ha buscado una educación neutral ha sido en la escuela pública, continuamente falta de presupuesto suficiente, parecía un mal necesario. La enseñanaza privada y la concertada han forzado el adoctrinamiento, con la connivencia, que duda cabe, de los padres, que han denostado a la escuela pública porque "allí" hay de todo, emigrantes, delicuentes, pobres...Yo siempre estudié en colegios, institutos y universidades públicas, lo hacen mis hijos y creo firmemente en la bondad del modelo.
Los planes educativos, su acierto, la validez de ciertas enseñanzas, los años de duración, etc...son debates interminables y donde es dificil acertar, pero siendo sinceros no debería ser complicado para un pacto de estado, comisiones de expertos, sentido común y la solución acordada podría llegar. El problema es que se anexa a la discusión otros temas que distorsionan: La enseñanza de la religión, la educación para la ciudadania, crucifijos en las escuelas, tolerancia o intolerancia sobresexualidad, sobre temas morales, presupuesto para la enseñanza concertada, etc...
Ese es el problema las miserias ideologicas y los privilegios de clase y el sectarismo...Estos son nuestros políticos, creados de nuestro propio sistema educativo....lo que nos augura el fúturo, tristemente, no puede ser mejor.

Abrazos desesperanzados.

César Bardés dijo...

La verdad, leer esas palabras por la mañana te ponen las pilas. No sabes cuánto las agradezco. Es evidente que has sabido leerlo y asimilarlo, lo cual no siempre es fácil y eso siempre, siempre, es de agradecer.
Sin duda que la crisis es una coartada. Hay muchísimos lugares más por donde meterse. Los profesores, en este país, llevan aguantando mucho, pero mucho, desde que se implantó la LOGSE. Una reforma cada nuevo gobierno, apreturas burocráticas que sólo sirven para enzarzar el sistema y les distraen de su verdadera misión (y me atrevo a decir de su verdadera pasión) que es dar clase. Muchos de ellos se preocupan de verdad en dar una educación equilibrada y sincera y siempre topan con la incomprensión administrativa, con la incomprensión gubernamental, con la incomprensión de las direcciones de los centros, con la incomprensión de las inspecciones (en una gran mayoría desertores de la tiza), con la incomprensión de los padres y, por supuesto, con la oposición frontal de los destinatarios de la enseñanza. Y tienen que bregar todos los días con dudas permanentes sobre su labor. Imaginemos que vamos al médico y éste nos dice: "Mire usted, tiene un acrosantocanus renal. Se lo tiene que tratar así y así y así" y el paciente contesta: "Ah, no. De eso nada. Mis riñones se portan de maravilla. Son verdaderas maulas. Yo bebo agua todos los días y orino más de cinco litros así que mi rinón no está enfermo. Busque otra cosa porque eso no es".
Bueno, pues los profesores se encuentran con esa situación todos los días, absolutamente todos. Su diagnóstico es puesto en duda. Se le achacan las culpas del sistema (un sistema que pasa necesariamente por una regeneración social que aprecie de verdad el trabajo de maestro) y carga con las culpas, las iras y los caprichos de todos los estamentos. Y ahora, pues eso. Hay que recortar para salvaguardar el sistema. Lo mismo que con las pensiones de otro que yo me sé. Hay que elevar la edad de jubilación y endurecer las condiciones para salvaguardar el sistema. Un día, el sistema les va a dar un puntapié donde...
Abrazos cabreados.

César Bardés dijo...

Querido Carpet, siento estar en desacuerdo con lo que dices. Yo estudié en colegio privado (por entonces no había concertada) y llevo a mi hijo a un privado concertado y todos esos maniqueísmos sobre que en los privados concertados no hay inmigrantes y demás historias son bastante falsos (no niego que hay alguno de corte elitista que intenta poner trabas a la entrada de inmigrantes o de colectivos marginales).
La enseñanza privada concertada es la opción para mi hijo y es tan respetable como los que creen que la enseñanza pública es la releche. Y eso de la falta de presupuesto histórica vamos a dejarlo. El puesto escolar en la pública sale bastante, pero bastante más caro que el puesto escolar en la enseñanza privada concertada. Y te daría un ejemplo sobre cómo en la privada, en cuanto a materiales, se ha dispuesto de muchísimas cosas que la enseñanza privada concertada (esos paniaguados) se han tenido que negar simplemente porque no alcanzaba. ¿Sabes cuánto se paga a un colegio de enseñanza privada concertada por unidad abierta? Entérate que te vas a quedar pasmado. Yo también veo que en el colegio de mi hijo hay emigrantes (en su clase hay tres, de una clase de 26). También veo que hay pobres (hay una madre a la que tenemos que ayudar los demás porque no tienen ni para ir a un comedor de caridad). El colegio no le exige el pago de ninguna cuota ni nada de eso. De delincuentes ya no se tanto, aunque sí sé de algún padre que no es que esté al tanto con la ley. Y sin embargo aún se dice que a la privada concertada sólo van los "pudientes". La enseñanza pública en España es muy buena y que yo defienda a la privada o a la privada concertada no quiere decir, ni mucho menos, que ataque a la pública. Sé que el concepto de "Enseñanza privada concertada" es contrario a la izquierda y es por eso que los profesores de ese sector se hallan absolutamente desprotegidos en materia sindical. Los sindicatos no son partidarios de la enseñanza privada concertada con lo cual, que les den. Un profesor de la enseñanza privada concertada gana bastante menos que un profesor de la pública (sí, sí, hay una oposición de por medio pero ahora te cuento). Y trabaja, sólo en horas lectivas, cuatro horas semanales más que uno de la pública. Ah, sí, se me olvidaba. Los de la enseñanza privada concertada no han superado ninguna oposición pero eso sí...y esto lo sabe muy poquita gente. Cuando se baja el sueldo a los funcionarios, profesores incluidos...también se le baja a los profesores de la enseñanza privada concertada, esos enchufados de la "Espe" y del PP. No, pero eso no se dice. No sea que la enseñanza privada concertada llegue a tener un cartel mínimamente digno.
En cuanto al sistema, insisto, recomiendo un libro de Gregorio Luri que se llama "La escuela contra el mundo" y en él se dan algunas claves de los defectos del sistema de enseñanza que, insisto, pasa por una depreciación social alarmante.
Abrazos diferentes pero igualmente cariñosos.

Carpet dijo...

A ver, aclaro un par de conceptos que probablemente en mi vehemencia pude dar lugar a mala interpretación. Hablemos en un primer momento desde el punto de vista filosófico-social, si esa cosa existe o se admite. Reitero mi convencimiento en que lo ideal es la enseñanza pública, creo en que evita desigualdades y como sistema me parece lo correcto.
Ahora bien, existe, no podemos evitarlo, la enseñanza privada. ¿Por qué?, porque promueve la diferencia y (aunque sea entre comillas) adoctrina. Es elegida por un grupo de personas que por un precio que no pagan en la pública, da a sus hijos una enseñanza diferenciada y, entendemos que ellos creen, mejor. Esa mejoría puede buscar la excelencia, fomentar una clase elitista o un ideario determinado. No me gusta, pero existe y este es un país libre.
Ocurre que debido a problemas demográficos, la población escolar oscilante obligaría a una redistribución de las inversiones para dar cobertura a un número elevado de niños no previsto o cuya temporalidad puede hacer poco recomendable un establecimiento público permanente. Así nace (o debería haber sido así) la enseñanza privada concertada. Donde no había un colegio público o este estaba masificado y no era previsto ampliarlo o construir otro, se llegaba a acuerdos con colegios privados para que mediante una subvención acogieran al excedente de alumnos públicos. En puridad todos tienen derecho a su enseñanza gratuita así que, el numero de colegios privados concertados debe ser elevado, pues en caso contrario debes construir tantos colegios como para dar cabida a todos los niños en edad escolar de la zona en concreto, con el riesgo de que sus padres prefieran una enseñanza diferente y por tanto te quedes con las infraestructuras vacías.
Pero ¿qué es lo que pasa?, una paradoja. Los padres que habían elegido el colegio privado diferenciado se encuentran ahora con que el colegio debe admitir a los niños como cualquier colegio público normal. Pero, es más. El padre dice: “yo pagaba X hasta el año pasado, pero ahora viene este niño que quiere clase en la pública y no hay sitio y le mandan aquí y no paga nada. Coño, voy a decir que mi hijo también quiere enseñanza pública y tampoco pago nada”. Con lo cual pasamos de la subvención inicial del excedente a la subvención total del centro.
Y el colegio concertado, ¿Cómo vende su “excelencia”?
1. Estableciendo criterios de admisión, más o menos declarados, que legalmente no se pueden imponer en un colegio público.
2. Encareciendo la educación de forma que finalmente sea algo a la que no cualquiera pueda acceder: Actividades extraescolares, Uniformes, etc.

Va en dos partes que no me cabe en una.

Carpet dijo...

Sigue de la anterior…

Esa es la raíz filosófica de la enseñanza. Otra cosa es, y te puedo dar la razón en mucho de lo que dices, que la mezcla actual de privada concertada y pública dependiendo del lugar donde residas, se pueden dar casos de mimetismo casi absoluto, incluso presupuestario. Te admito sin saber que el coste por alumno sea mayor. El problema de la cosa pública, enseñanza, sanidad, transporte es un problema de ineficiencia brutal y sus costes se disparan por mala gestión a la que te descuidas. Tengo que reconocer también que los profesores públicos no son baratos, no lo son al menos comparados con el resto de Europa, aunque a mí me parezca que en materia salarial hay que poner en cuarentena lo que es mucho y lo que es poco. También acepto la desprotección de los profesores de la concertada y de la pública, sus contratos son en la mayoría de los casos inaceptables, en condiciones bastante gravosas y expuestos a decisiones arbitrarias por parte de la dirección del colegio sin tener que responder ante casi nadie, los contratos suelen ser temporales, con lo que o dices “si bwana“, o te quedas sin trabajo…en ese colegio y en muchos más, porque las referencias en la enseñanza privada son fundamentales. Desprotegidos, por tanto, si, estoy de acuerdo.
También te digo que la opción elegida por ti para tu hijo, no sólo me parece respetabilísima sino que estoy seguro que es la correcta. Cuando tenemos que tomar la decisión sobre donde van a estudiar nuestros hijos (al menos así lo hicimos nosotros y estoy seguro que tú harías lo mismo) revisamos todas las posibilidades, nivel académico, referencias de terceros, actividades, instalaciones, cercanía, precio…etc. Por ello, no sólo respeto sino que te deseo verdadera suerte en la elección.
No es cosa de maniqueísmos, no creo que toda la enseñanza pública sea buena, ni toda mala, ni que la enseñanza privada o concertada este llena de pijos elitistas y la pública de obreros solidarios…No es así, está claro, pero desde el punto de vista conceptual creo que se se acerca mucho a lo que he comentado.

En cualquier caso, creo que estamos de acuerdo en lo fundamental, la desprotección del maestro, la desidia burocrática, el cambalache político sigue haciendo un terrible daño a un pilar de la sociedad.
Y seguimos.
Abrazos concienciados.

César Bardés dijo...

Bien, con estas matizaciones estoy mucho más de acuerdo. Ojo, yo también estoy de totalmente a favor de que lo ideal, el sumun, sería que todo el mundo fuera a la escuela pública. Ése es el modelo que habría que perseguir. Desgraciadamente, además del hecho de que, efectivamente, no hay suficientes centros públicos para acoger a toda la demanda y, por ello, son necesarios los centros privados concertados, también levemente apuntas que la enseñanza gratuita y libre debe ser un derecho fundamental (está amparado por la Constitución) y si un padre tiene pocos o ningún medio, tiene derecho, como el que más, a elegir un centro privado para la educación de su hijo.
Por otro lado, te diré que, por supuestísimo, hay centro privados concertados que no merecen ni la apertura de sus puertas y que también hay centros públicos que dan una formación inmejorable al que desea recibir ese planteamiento, digámoslo así, de enseñanza.
No olvidemos que los criterios de admisión en un centro público y en un centro privado concertado son los mismos (véase LODE, ley González) y que lo que es válido para unos es válido para otros. Y es más. Si bien es totalmente cierto que en muchos de los privados concertados se han hecho cambalaches para admitir a los que les interesaba, ahora es mucho más difícil. Tanto es así que yo no pude llevar a mi hijo al centro en el que yo estudié. Y siendo, ojito, el director el primo de mi mujer y yo antiguo alumno con un apellido de buen cartel y de recuerdo (no sé si grato) en la mayoría del claustro. Creo que es bastante representativo. Y lo demás, es pura propaganda. Un intento de desprestigiar con el fin de ganarse adeptos a la enseñanza pública.
En otro orden de cosas, te diré que la imposición de uniforme es algo que se está llevando a cabo en muchos colegios públicos (como muestra, un botón, al lado de mi casa mismo, Colegio Público Marqués de Suances donde hay que llevar uniformidad) y esa uniformidad tampoco es gratis. Bien es cierto, que los centros privados concertados piden a los padres una aportación voluntaria cuya cuantía viene establecida por el propio centro. Como esa aportación es voluntaria y la paga quien puede (hasta yo sí), legalmente está considerada una aportación a una ONG que conlleva la correspondiente deducción en la declaración de la renta. En mi caso, no me importa confesarlo, se aporta cada mes la inmensa cantidad de 26 euros. De eso, se deduce en la cuota, como bien sabes, muy, muy poquito dinero. Y parece ser que los que llevamos a nuestros hijos a la enseñanza privada concertada somos unos ladrones viles, que nos damos la gran vida con las inmensas deducciones de las que disfrutamos gracias a que la derecha nos beneficia con la deducción "íntegra" de nuestros pagos. Ahí queda eso y eso está escuchado por mucha gente que lleva su hijo a la pública.

César Bardés dijo...

De lo que no cabe duda, y estoy absoluta y totalmente de acuerdo contigo, es que todo parte de un problema de gestión. Y de abusos del sistema. Te sorprendería saber cuánto interino ha estado dando clase hasta abril o mayo, se pide la baja por la cercanía de la oposición para preparársela y se paga al interino y al sustituto del interino que es otro interino. Tanto abuso lleva a la quiebra y eso es de cajón de primero de facultad como bien sabes.
En cuanto a la desprotección sindical del profesorado público, no estoy de acuerdo. Los sindicatos aprietan fuerte (sindicato mayoritario en la pública es CC.OO) y realizan medidas de presión muy acertadas. No así, como ya he dicho, en la privada concertada (sindicato mayoritario UGT). Por cierto, tampoco se puede decir que toda la enseñanza privada concertada sea una pura doctrina puesto que yo mismo he dado clase durante diez años en dos colegios aconfesionales y privados concertados y al lado mismo de mi casa, existe otro. Hay de todo.
En todo caso, sí, Carpet. El que sufre todo esto, como siempre, es el maestro. Está desmotivado, denostado socialmente, criticado y despreciado. Y mi homenaje, que quede bien claro, era para todos, para todos ellos. Públicos, privados y privados concertados porque en todo maestro hay un orgullo que lucha por comprobar que lo que enseña no cae en saco roto.
Y generalmente, y esto lo digo con la mejor buena intención del mundo, los padres solemos acertar con la elección del tipo de enseñanza que queremos para nuestros hijos porque esta profesión está llena de grandísimos profesionales que saben moverse en cualquier terreno y se adaptan a todo lo que les venga encima. Llevan no sé cuántas reformas educativas (y la que nos viene, con la que tampoco estoy de acuerdo) y seguirán ahí, al pie de la pizarra intentando sembrar algo, una luz, un momento mágico.
Abrazos desde el estrado.

carpet dijo...

Ea, así es como se hacen las cosas, discutiendo, argumentando, escuchando (en este caso leyendo)y oponiendo ideas...Así yo aprendo y sobre todo comprendo.

En definitiva llegamos al mismo punto. Los dos admiramos el trabajo de los maestros, de los profesionales de la docencia y eso que, como en todos los lados, los hay muy malos, pero en general y sobre todo viendo lo que les toca sufrir ( es cierto que entre los muchos tópicos todavia algunos les menosprecian por "sus enormes vacaciones") a diario, y la de tortas que se llevan por todos los lados ( los no públicos y los públicos también, casos hay y los conozco) su abnegada entrega para conseguir que nuestros hijos no salgan tan rematadamente zoquetes como sus padres es para hacerles un monumento uno a uno.

también estamos de acuerdo en la mayor, además de la labor del maestro, la política educativa no puede ser cosa de partidos o ideologias, una ley con un minimo de criterio para conseguir un nivel cultural y educativo consecuente con un pais de primera linea no debería ser tan complicada...o tal vez, si, pero no puede ser que se cambie cada 8 años para denostar la anterior. La tan terrible y denostada EGB, BUP y COU con que nos educamos, se revela ahora que ya somos adultos como un Eldorado educativo y cultural. Tal vez si dejasemos asentar algo o se pactaran determinados criterios fundamentales podríamos obtener resultados más interesantes.
desde luego el problema no son los maestros, ni que se tire el dinero (la ineficiencia se corrije gestionando bien, no recortando presupuesto).

Asi que, un placer disentir y aprender. Maestro.

Abrazos con sentido común.

carpet dijo...

Sólo otra cosa que se me quedó sin comentar.
En Majadahonda también hay un colegio concertado aconfesional, lo que no quiere decir que no adoctrine, más bien todo lo contrario, adoctrina hacia el otro lado...es el colegio de los rojillos de Majadahonda (así les llaman). He de reconocer que todas las referncias no hablan muy bien en terminos educativos y eso que estoy seguro que tiene maestros más que notables.

En cuanto a la uniformidad y las extraescolares, pues efectivamente hay de todo.
En el colegio público al que iban mis hijos, ahora ya van al Instituto, se propuso el uniforme, era voluntario y las caracteristicas eran generales. pantalon o falda gris, camisa o polo bloanco, jersey o chaqueta azul marino. Se podían comprar en cualquier sitio aunuqe indicaban alguna tienda donde se vendía todo.
En el colegio concertado de al lado de mi casa, van mis sobrinos y lo conozco bien, hay también uniforme, obligatorio y de obligada compra en el centro. El precio está disparatado, de forma que alguna madre espabilada, encontró una tienda donde vendían algunas prendas "exactamente iguales" y descosía el escudo de prendas de años anteriores y las cosía en las prendas nuevas. Obviamente comentó su ahorro a algunas amigas y asuello llevó a que el colegio perdiera un buen número de ventas. Solución: el colegio denunció a la tienda por vender sus uniformes sin autorización. La tienda sorprendentemente perdió la demanda, tuvo que indemniz<ar al colegio y el centro mantiene el monopolio y los precios disparados. ¿Que ha hecho el APA?, preguntarás. aliarse con la dirección para evitar que un colegio insigne como es, se vea minimizado por ahorrarse unos duros en 4 prendas...de 26 al mes, nada...en este caso más de 900 euros por niño: 2 camisas, chandal, polo, chaqueta de bonito y chaqueta de diario, ¡¡¡zapatos!!!, etc. Por cierto los resultados educativos tampoco son una gran cosa, pero indefectiblemente todos los alumnos tomaron la comunión cuando les llegoó el momento.

Otra cosa, conozco personalmente 3 profesores de ese colegio, 1 es un puro disparate, los otros dos son profesionales abnegados, uno de ellos es ideologiocamente bastante contrario a mi manera de pensar, pero reconozco que sus clases deben ser fantásticas y finalmente el tercero, tiene dificultades porque, a su entender, le obligan a dar demasiada importancia a criterios disciplinarios mientras que no estimulan tanto los creativos y académicos.

Pues eso, que en todos sitios cuecen habas.

Abrazos con birrete

César Bardés dijo...

Pues lo mismo digo con respecto a tu primer comentario, Carpet. Gracias también por ensanchar la mirada en este tema tan espinoso, tan difícil y que tanto duele a los que de verdad creemos que la educación es el primer paso para el progreso y el bienestar. Es evidente que falta un gran pacto nacional de educación y que, desde luego, habría que asentar una educación común para todos, que valiera en todos los sitios y que, sobre todo, la figura del profesor fuera respetada por todos los que queremos la mejor educación para nuestros hijos. Por cierto, aún estoy esperando que a algún político, sea del signo que sea, consulte a un colectivo de profesores para realizar la reforma educativa y no a los malhadados pedagogos que son los que lo lían todo.
En cuanto al segundo post, sin duda. Hay atracos a mano armada, sin duda, con la connivencia de APA´s. En el caso del colegio de mi hijo, sí, van uniformados, el colegio vende las prendas a un precio más caro del normal pero no pone ningún reparo a que las prendas se compren en cualquier otro sitio al precio que sea. Por otro lado, añadiré que yo sí soy favorable al uniforme para evitar, precisamente, diferencias a primera vista.
También conozco de públicos que obligan a comprar las prendas en su centro y, desde luego, tan malo es un caso como el otro. Como bien dices, hay centros malos y centros mejores en uno y otro sistema.
En cuanto a los profesores que dices, bueno, no olvidemos también que la profesión de profesor es la que mayor índice de enfermedades mentales arroja y que hay pirados para aburrir. Sin ir más lejos, mi hijo ha tenido una profesora de inglés que era para colgarla del palo más alto de los pulgares para ver si entraba en razón y se curraba aunque fuera un poquito su asignatura. De momento, hemos salvado el obstáculo. Gente buena y gente mala, como en todas partes, las hay también aquí pero hay que defenderles. Solo si ven que estamos respaldándolos, se sentirán mejor y podrán dar una mayor calidad.
En cuanto a lo adoctrinamiento, asumo el mea culpa al suponer que te referías al adoctrinamiento religioso (que lo hay y existe en muchos colegios y no lo hay en otros muchos). Pero con el ejemplo que pones, Carpet, muy bueno, aprovecho la ocasión para decir que tan malo me parece uno como el que tú describes.
Abrazos con mención. Gracias.