jueves, 8 de noviembre de 2012

SKYFALL (2012), de Sam Mendes

Cuando un trabajo falla porque ocurre algo imprevisto, se cae en desgracia. La confianza parece que huye en busca de los incompetentes. La duda se abate sobre el nombre y toda estrella, por muy brillante que haya sido, comienza a declinar. La mentira y la insidia son las armas habituales para echar tierra sobre la fama. La leyenda ya no es tal y entonces aparecen las debilidades del superhombre. Ya no se está tan seguro. El músculo se vuelve falible. La caza invierte los papeles. No todo es tan perfecto. Quizá, para eso, más vale estar muerto.
Pero las venganzas suelen ser planes trazados sobre un mapa de rabia y la furia inicial, la impenetrabilidad en la mente malvada solo puede ser resquebrajada por quien conoce bien su oficio. Los muertos vuelven para demostrar que quien tuvo, posee. Las luchas a contraluz parecen coreografías de muerte donde el cielo acaricia la arquitectura. Los reflejos de las luces anuncian que el vacío llama a sus víctimas con colores de neón. Un Martini con vodka agitado, no removido. Una mujer con ojos de vértigo y transparencias intuidas,, un paisaje desolado, un insinuante malvado que cree tener todos los ases en la mano. Y los tiene. Salvo uno. La burocracia se abre paso. El aprecio permanece. El pasado, también.
Y por el camino queda el agente Ronson, con nombre de mechero, que agoniza porque, tal vez, el más famoso agente secreto de todos los tiempos ya no fuma. Agujereado yace un Aston Martín que ha funcionado siempre como una tabla de salvación. Una lucha sobre un vagón con cadena incluida remite a aquella otra entre Lee Marvin y Ernest Borgnine en la estupenda El Emperador del Norte, de Robert Aldrich. Se visita con breves guiños a otros clásicos de la serie Bond, James Bond. La renovación se avecina. El círculo se cierra. Y hasta la sombra de Batman parece alzarse antes del final. Ése es 007. Un tipo con agallas, sin sentimientos y que ya se olvidó de llorar.
Por un lado, ya se sabe. Este Bond del siglo XXI, violento y brutal pero que surge más como ser humano que como el agente sin tacha ni moral. Por otro, un villano refinado, sutil, de diálogo brillante y gesto imprevisto bajo el rostro de Javier Bardem que consigue, en sus momentos iniciales, robar plano al hombre del smoking en un cruel juego de ratas. En segunda fila, ese amor de mujer que es Judi Dench y ese actor con mirada de hielo que es Ralph Fiennes. Y, para colmo, detrás de las cámaras se halla un tipo que da coherencia al conjunto, con cierta seriedad y algún que otro desliz como Sam Mendes. El cielo, esta vez, sí que se cae.
Y es que, sin duda, en esta ocasión tenemos una de las mejores entregas de toda la serie del agente al servicio secreto de su majestad. Porque los diálogos están muy pulidos, llenos de dobles sentidos, mordientes y cínicos. La acción...hay de todo. Secuencias mejores y peores. Errores de una cámara que desea ser contemplativa en manos de Mendes y pide un poco más de perspectiva pero eso, sin ser piadoso, se puede olvidar en un expediente que sorprende, que decae hacia el final, que entretiene sin sombra de traición, que quiere mirar atrás sin dejar de hacerlo hacia delante. Bond tiene que resucitar. Al fin y al cabo, ése es su trabajo.
Atrás del todo, con barba, escopeta y en Escocia, aparece un viejo amigo como Albert Finney ayudando con cariño y dureza a Bond. Y me juego el anillo de boda que ese papel fue escrito pensando en el único y auténtico agente secreto que no es otro que Sean Connery. Lo que pasa es que el terco escocés no quiere volver a visitarnos. No quiere ser mito. Siempre quiso ser actor. Lo de Daniel Craig, aquí, es al revés. Pero ¿qué se le va a hacer? No se puede tener todo. Ni siquiera un Q en condiciones. Londres espera. Bond vuelve al trabajo. Siempre vuelve. 

9 comentarios:

dexter dijo...

Ayyys, por finnnn. Cuídate, Bardés que el cerebro se te puede volver papilla. A mí este Bond me ha gustado mucho, hasta el punto de que te diría que es la mejor de los 23 de la saga – aún estoy con el subidón así que tampoco me lo tengas muy en cuenta. También es una película que me reconcilia con 007 pero sobre todo, y definitivamente, con Daniel Craig (no te entendí muy bien eso que dices al final de que busca ser mito y no actor; en todo caso a mí me parece un buen actor que intenta ponerse a la altura del mito).

Yo también he leído, de hecho el propio Mendes lo ha confesado, que tras este 007 se halla la sombra alargada de los Batman nolanianos. Yo también veo, fíjate, la sombra alargada de Ethan Hunt pero sobre todo de Jason Bourne- esa primera escena en el bazar, esa identidad reencontrada. Y la contratación de Sam Mendes para ponerse a los mandos de este nuevo episodio todo un golpe de efecto por parte de los Broccoli como respuesta a todos estos nuevos héroes cinematográficos del siglo XXI. Que se le estaban subiendo a las barbas al mito y no era cuestión. A fin de cuentas lo viejo es siempre lo mejor ¿no?

Y Mendes responde renovando al héroe conceptual y argumentalmente – que no, que no spoileo aunque me estoy mordiendo la lengua no te creas. Y ahí es donde digo que me congració con Daniel Craig. Lo de “Casino Royale” fue para mí una conmoción, un cambio demasiado brusco con respecto a ese vendedor de Cortefiel que era Pierce Brosnam. No lo asimilé bien. Y “Quantum of solace” me pareció directamente una chorrada. Aquí no, aquí hay una transición serena y coherente. Y me gusta mucho. A fim de cuentas, no siempre lo viejo es lo mejor ¿no?

Y luego, la película es un espectáculo disfrutable de principio a fin. Desde esos créditos alucinantes con el tema de Adele – qué grande va a ser esta chica si no lo es ya- la fotografía impresionante de Deakins ¿le darán el Oscar algún día a este tío?- y los guiños de nivel a pelis como “Vértigo” o “El silencio de los corderos”. Si por estar bien, está deslumbrante hasta Bardem que no sé tú pero yo – la vi en VOSE- creo que vocaliza mejor en inglés que en la lengua patria. Qué gozada, vaya.

Abrazos agitados y mezclados

César Bardés dijo...

Tranquilo, salvo por eventuales disloques debidos al uso continuado de la memoria, no se me va a hacer papilla el cerebro. Tampoco pienso tanto. Soy plano y llano como un encefalograma ídem.
En cuanto a Daniel Craig...veamos. Su caracterización de Bond a mí no me acaba de convencer. No es tan elegante como se supone al personaje (y tranquilo, aunque físicamente Connery sea el más parecido a lo que describe Fleming en sus novelas, estoy pensando precisamente en Fleming y no en Connery). Sigue teniendo ese punto de chulería barriobajera de la que es difícil que se desprenda. Incluso cuando tiene una contestación brillante en el diálogo, la espeta con descaro, en lugar de burlonamente. Esta es una opinión particularmente mía, por supuesto. Por ahí he leído verdaderas excelencias de la película. Que Craig es el mejor Bond, que esta es la mejor película de la saga...Yo no creo ni una cosa, ni otra. A ver si me sé explicar.
Craig no es el mejor Bond, en parte por las razones que ya he dicho, pero también porque, al intentar dar una mayor profundidad psicológica al personaje, creo que no sabe dar con el tono (¿soy duro o no lo soy? ¿quiero a la gente o no la quiero? ¿soy un asesino despiadado (Bond lo es) o tengo un corazoncito?). No es la primera vez que la saga Bond intenta dar esa profundidad. Recordemos a una de las peores entregas de la serie que fue "007 al servicio secreto de su Majestad", con el pobrecito de George Lazenby intentando hacer olvidar a Connery. En esa, Bond se casaba (creo recordar que con Diana Rigg, la chica de la serie "Los vengadores" con el recordado Patrick McGee), se iba de viaje de luna de miel y la chica caía asesinada mientras Louis Armstrong cantaba melancólicamente "We have all the time in the world".
En cuanto a que es la mejor entrega de la saga. Tampoco lo creo. Seré un clasicorro maníaco como me han acusado recientemente pero me parece bastante mejor, por ejemplo, "Goldfinger" donde veo al Bond que creo Fleming, donde veo al mejor James Bond en la piel de Connery, donde veo villanos de altura muy bien caracterizados como Gert Frobe o el chino Oddball con su sombrero de acero forjado. Y veo a féminas que me sorprenden como la Pussy Galore espléndidamente encarnada (y con qué carne) por Honor Blackman. Aquí no hay chica Bond por excelencia (lo cual puede ser entendido como una innovación), hay alguna que otra incoherencia (a quién diablos va a matar el tipo de Shanghai) y cerrar el círculo con la escena con la que se abre "Doctor No", no sé. Es eficaz, sin duda. Hay una sonrisa en quien sabe eso, pero no sé si es demasiado acertado. Es sólo una duda, no una crítica. Al final, en Escocia, creo que la película decae ligeramente pero este es un fallo menor.
Eso sí, es una de las mejores, también lo digo. Tiene escenas realmente buenas (la lucha a contraluz, espléndidamente coreografiada y dirigida, el diseño del villano que hace Bardem aunque se diluye un tanto al final), la película sirve extraordinariamente bien al objetivo de homenajear al personaje en sus cincuenta años. Hay un acierto indudable en dar mayor protagonismo a Judi Dench (¿te imaginas que Connery hubiese aceptado el papel de Finney? El subidón al final hubiera sido impresionante). Estoy completamente de acuerdo en el diseño de fotografía maravilloso que hace Roger Deakins (fotógrafo habitual de los Coen). Los títulos de crédito son extraordinarios, efectivamente. Está muy bien, sin duda. Lo que pasa es que está muy bien para lo que esperas que sea una película de Bond. Lo cual no es poco.
Y, por cierto, cómo me duele lo del Aston Martin. Ya me dolió cuando Timothy Dalton se despidió de él diciendo: "Siento tener que abandonarte".
Abrazos de John Barry.

dexter dijo...

Bueno, básicamente tampoco estamos tan en desacuerdo. Yo también soy mitómano y creo que como Connery no habrá ninguno. Hace poco leí creo que a Boyero decir que la opinión general es considerar un Bond a partir de la madurez y ningunearlo en su época Bond - y eso que hizo un Hitchcock el tío-, un Connery post "hombre que pudo reinar" y eso - algo parecido a lo que pasa aquí con el Landa post "santos inocentes". Y que es una falacia, Sean ha sido un gran actor siempre.

Con respecto a Craig, pues ya te digo. Me sorprendió "Casino Royal" por esa nueva imagen que daba de Bond. Chulo, macarra, y como dices, algo barriobajero. Solo dije que aquí me reconcilio un poco con esa imagen que me chirrio un poco al principio. Y con respecto a que es la mejor de la serie, dejame pensarlo que como te digo aún estoy con el subidón. Por cierto, lo del Ralph Fiennes...

Abrazos mordiéndome la lengua

El de antes dijo...

considerar un Bond = considerar a Connery un actor

César Bardés dijo...

Yo siempre he pensado que Connery ha sido un gran actor incluso en su época Bond. Hitchcock lo supo ver, y, de hecho, quiso contar con él para el papel que finalmente interpretó el muy mediocre Frederick Stafford en "Topaz" pero ahí ya el "cast" de Connery se había disparado y, como todos sabemos, el tío Alfred estaba en horas bajas.
En cuanto a Craig es que la cosa flaquea por un lado importantísimo del personaje (aunque habrá quien me rebata). Una de las cualidades intrínsecas del personaje es su cinismo tremendo, algo que no pega mucho si el diseño que se hace es el del macarra. Ojo, Daniel Craig me ha parecido un estupendísimo actor, por ejemplo, en "Camino a la perdición" y creo que tiene cualidades para eso y más pero no me parece el mejor Bond precisamente porque no me cuadran los aires burlonamente elegantes con el tipo que parece permanentemente cabreado que se carga al primero que pasa a la mínima. Es la diferencia entre lo que el cina ha dado a entender entre un asesino profesional y un navajero profesional.
En cuanto a lo de Ralph Fiennes...chico, a mí no me parece tan mal. Incluso me atrae el trazado del personaje de Mallory. En realidad es casi un burócrata brutal que, en el fondo, no quiere serlo. Prefiere ser un agente de campo brutal. Y como no puede serlo se dedica a otras cosas. Je. Si alguien me acusa de spoilers se va a hacer un lío en el forroglasp.
Por cierto, una cosa sí que tengo que reconocer. Tal vez sea la película de Bond en la que mejor uso se hace de la banda sonora. Es espléndida, climática, con unos arreglos estupendos.
Abrazos pentagrámicos.

dexter dijo...

No sí a mí me parece bien. A mí Ralph Fiennes me gusta mucho como actor. Igual que Judi Dench.

Abrazos en la cuerda floja

César Bardés dijo...

Ah, mil perdones, querido D. Creía que había sugerido que lo de Fiennes no procedía. Y a mí me parece estupendo. Es un actor por el que siempre he sentido simpatía y una gran admiración.
Abrazos secretos.

Carpet dijo...

Aissss...que ganas mentran, lo mismo esta tarde si puede ser...que se yo. No habéis spoileado demasiado, aun no, ya he leido por ahí cosas que cuentan más y con mas detalles y eso que sólo pretenden ser críticas superficiales...

Yo también voto por Connery, incluso como mejor Bond, el bueno de Sean esy era un actor como la copa de un pino, con un magnetismo brutal, Craig es más bruto que brutal y eso hace que su Bond no me guste. La sonrisa cínica de Brossnan me parece mejor, aunque crea que daniel sea mejor actor que Pierce, y eso que su Bond se parecía más a Remington Steele.

De hecho y coincidiendo con los comentarios del post anterior mi adolescencia concoió antes a Moore que a Connery, al menos en pantalla grande, y "La espia que em amó" guarda un sitio especial en mi corazoncito con una mención especial a Barbara Bach (la de ringo) como una de las más bellas chicas Bond que recuerdo, con permiso de Halle Berry que a mi me parec lo más, muy por encima de la Andress que en su momento impactaba pero que a mi nunca me dijo demasiado...ni aunque hubiera sido mi tia.

Abrazos con muchas ganas ( de cine claro)

César Bardés dijo...

Bueno, pues ya que estamos nostálgicos voy a desgranar algunos recuerdos de cómo me encontré yo con Bond, James Bond.
Lo descubrí en Cullera, en esos cines de verano que recuerdo con una nostalgia maravillosa, que dejaban pasar a los niños, cualquiera que fuera la película que pusiesen. Fuimos al cine Oasis porque estaban poniendo "Vive y deja morir", con Moore y Jane Seymour y mis padres me habían dicho que me acostara en la siesta para que aguantara la sesión nocturna. Creo que empezaba a las once de la noche. El caso es que salí maravillado con aquel tipo que acababa de conocer.
Aquel mismo año, el cine de la competencia, el cine Playa, programó otra de Bond pero se llamaba "Agente 007 contra el Doctor No" y la hacía otro tipo, una tal Connery. Mi padre ya me avisó que este Bond era mejor que el que habíamos visto en "Vive y deja morir". El caso es que fuimos y allí estaba ella, Ursula Andress. Increíble. Me enamoré perdidamente de esa chica. Tanto es así que aquel mismo verano comencé a escribir un guión sobre 007 (tengamos en cuenta que tenía la tierna edad de siete años) y,por supuesto, imaginaba que la chica en cuestión era Ursula Andress y yo, James Bond. Creo que, sinceramente, fue mi primera erección.
A partir de ahí, me propuse ver todas las películas de la saga Bond. Cosa que, de momento, he cumplido. Eso sí, de aquello aprendí a escribir un guión. Mi padre me iba diciendo cómo se hacía y se divertía mucho de mis ocurrencias jamesbondianas.
Abrazos ingenuos.