martes, 15 de enero de 2013

ALGUNOS HOMBRES BUENOS (1992), de Rob Reiner

En una mirada, todo el poder. Nadie tose al diablo. Nadie osa convocarle si él no quiere venir. Tal vez solo pueda hacerlo aquel oficial jurídico sin importancia que ensombrece su carrera bajo la sombra de un padre que fue leyenda en los estrados. Es un insecto sin importancia que no se da cuenta de la increíble función que lleva a cabo un hombre que tiene como consigna luchar o morir. Tirar de galón es fácil. Tirar de carácter a todo un coronel es lo difícil. La simple insinuación está penada con un bonito consejo de guerra. ¿Está claro? Muy claro, señor.
Se tienen pruebas y presentimientos pero, por una vez, valen más los segundos que los primeros. La impasibilidad de un oficial médico que tiene que cumplir el papel del buen profesional es una primera dificultad porque no se sabe nunca lo que pasa por la mente de esos galenos con galones. Por otro lado, los pobres acusados. Chicos torpes que han dejado la mente en algún lugar del deber y que obedecen sin chistar ni cuestionar ninguna orden. Si el jefe la da, por algo será. Ellos solo obedecían pero deberían haber cuidado del más débil, de esa pieza del engranaje que no es que no sirva, sino que le cuesta más. Otro coronel que sirvió en los servicios de inteligencia y que también debería haber dicho algo sin arrugarse. Un maldito oficial que ejecuta las órdenes con el pleno convencimiento de que el viejo tiene razón. Escalones irregulares que van ofreciendo la panorámica del horror y de hacer de ello una rutina. El orgullo no cuenta. Cuentan las razones. Los muros no se resquebrajan solos. Lo hacen porque faltan los hombres adecuados para sostenerlos. Es así de simple. O vales o mueres.
Rob Reiner adaptó con maestría la obra teatral de Aaron Sorkin, llevando el enfrentamiento a tensiones inaguantables. El reparto, liderado con eficacia por Tom Cruise en el que, quizá, sea el mejor trabajo de su carrera y por un soberbio e imponente Jack Nicholson se ve sostenido por el de un puñado de hombres buenos con nombres como los de Kevin Bacon, Kiefer Sutherland, Kevin Pollak o J.T. Walsh y, en último lugar, por el de Demi Moore. Porque el abandono nunca puede ser una razón, porque dejar que el débil se defienda solo no es más que un signo de cobardía, porque sin honor no hay nada y no valen códigos de tradición que mancillan el verdadero sentido de lo difícil. Y esos hombres buenos son los encargados de vigilar el muro, de hacer que el abuso no sea presa de lo habitual, de permitir que los culpables se cubran con la impunidad de un uniforme abotonado con condecoraciones e insignias, de hacer que la verdad, la verdad imposible, encaje. Las órdenes son claras. No importa quién sea el culpable. Hay que dar con él. Porque si se deja escapar, los débiles serán castigados y solo podrá sobrevivir el perfecto soldado de la cruz gamada.

7 comentarios:

Carpet dijo...

Ya hemos comentado alguna vez las virtudes de esta película convertida en uno de esos clásicos de nuevo cuño, como la también reciente en este blog "El nombre de la rosa" o alguna más...Por ejemplo, para mi, también "Los intocables de Elliot Ness", por no hablar de los más habituales, lease Eastwood, Scorsese y cia.

Dices que Cruise esta muy bien en el quizá mejor papel de su carrera y estoy de acuerdo, aunque creo que sucede que en realidad tiene un personaje que se adapta a la perfección a sus mohines habituales, sonrisita de gamberrete y mandibula prieta para momentos de tensión., aun así un aciertode Reiner en su contención. También creo que es el mejor papel de Demi Moore en toda su carrera lo que tampoco es decir demasiado, pero indudablemente siendo menor está muy consistente y creible como esa abogada que faltó a clase el día que dieron "Derecho".

Y mencionar otra vez a un fantástico Kevin Bacon en otro de esos papeles secundarios donde suele lucirse como el gran actor escondido que es.

Eran tan buenos, que dificilmente pudieron ser mejores.


Abrazos desde la valla.


Dexter dijo...

Todavía mucho más escondido que Bacon tenemos el caso de Kevin Pollack, un secundario que a mí siempre me pareció excepcional y al que recuerdo como uno de los "sospechosos habituales" de Singer o en el "Casino" de Singer. Sí, por estar sublime está hasta Nicholson, algo que aunque parezca una perogrullada, no siempre se puede decir.

A mí me parece una gran película, absorbente y apasionante. Una de las mejores de ese director de carrera irregular que es Rob Reiner, yo lo meto en el grupo de los Howard o Levinson, pero con grandes títulos en su haber. A mí me gusta mucho "Misery", y como alleniano confeso no puedo sino presentar mis respetos ante una pura delicia como "When Harry meets Sally"

Abrazos en código rojo

Dexter dijo...

Fe de ratas: Ya le hubiese gustado al bueno de Singer hacer "Casino"

Abrazos al 5 negro

César Bardés dijo...

Yo creo más bien, Carpet, que es un personaje fácil aunque crea que lo hace realmente bien. Es más, se podría hacer perfectamente la prueba de poner a otros actores en ese papel y encontraríamos un buen montón de nombres que sacarían el rol con garantías. Sin embargo, sí que creo que tiene una escena particularmente brillante y es la de la borrachera. Cruise domina ahí tanto la desesperación que atenaza al personaje como un sentido del humor cáustico e irremediablemente destructivo. En cuanto a Demi Moore no me parece nada del otro jueves. Y no puedo estar más de acuerdo con Dexter en el espléndido trabajo de Kevin Pollak.
Abrazos castrenses

César Bardés dijo...

A ver, que os contesto debidamente que ayer no tuve tiempo de hacerlo como Dios manda. En cuanto a tus afirmaciones sobre Rob Reiner, Dex, es que yo creo que el tipo tuvo un arranque de carrera fulgurante, muy bueno. Encadenó, así, sin quererlo ni beberlo estos títulos, apuntad: "Cuenta conmigo", "La princesa prometida", "Cuando Harry encontró a Sally", "Misery", "Algunos hombres buenos" y "El presidente y Miss Wade". Tan solo dos resbalones en esta época. Su primera película: "Juegos de amor en la Universidad" y "Un muchacho llamado Norte". Luego ya vino "Fantasmas del pasado", bienintencionada pero mediocre, y el fiasco de "Historia de lo nuestro". Y, de alguna manera, perdió la confianza. Desde 1995 no ha hecho más que auténticas mediocridades, olvidables e indignas de un tipo que no es que fuese un primerísima línea pero sí que hizo unas cuantas películas que merecían la pena. Como toque Alleniano recordar que salía como actor en "Balas sobre Broadway" dando vida a ese escritor y compañero de tertulia, muy idealista de boquilla y aprovechado hasta las trancas cuando ve la oportunidad.
Por cierto, recordad el espléndido trabajo de Kevin Pollak en la ya comentada por aquí "Seven times lucky" una joya desconocida que merecería un descubrimiento por parte de algún crítico.
Abrazos tardíos.

Dexter dijo...

Acabo de informarme por ahí de que el tal Reiner también le da a lo de la interpretación. Y además de ser alleniano, es amiguete de Ron Howard y de la llorada Norah Epron porque sale en varias de sus pelis. No es que me dedique a dudar nunca de ti, líbreme Dios, pero al oir lo de una tertulia en "Balas sobre Broadway" no me sonaba, y me he dicho, no habrá querido decir el amigo lobo "Melinda y Melinda" que también había una tertulia? Pero no, como siembre el lobo tenía razón.

Por cierto, supongo que Rob Reiner será hermano de Carl. Lo que me pude reir la primera vez que vi "Cliente muerto no paga" .

Abrazos risueños

César Bardés dijo...

No, el lobo no siempre tiene razón, y menos últimamente que tiene lapsos de memoria de juzgado de guardia. Pero con "Balas sobre Broadway" sí que estaba seguro porque soy de esos tipos inaguantables que se quedan a ver los créditos de las películas hasta el final y me acuerdo de haberlo visto aparte de que ya sabía cómo era físicamente y me quedé perplejo al ver cómo Allen le había engatusado para hacer un papelín en la película.
No es el hermano de Carl, es el hijo. Probablemente lo de dirigir e interpretar le venga por ahí porque Carl ha dirigido tanto como ha interpretado. Cierto es que "Cliente muerto no paga" es una película meritoria pero, sobre todo, por el inmenso palizón que debió ser encontrar secuencias que cuadraran con el devenir del personaje de Steve Martin. Y al Carl Reiner director le podemos ver en películas como "Un genio con dos cerebros" (una de las películas favoritas de Fernando Trueba), Al Carl Reiner guionista se le puede apreciar en "El arte de amar" y en "Su pequeña aventura", ambas de Norman Jewison. Y al Carl Reiner actor lo podemos recordar como ese impagable Lyman Szerga de "Ocean´s eleven", pero también mucho antes como co-protagonista junto a Alan Arkin y Brian Keith en aquella farse de trazo grueso sobre la guerra fría que era "¡Que vienen los rusos!", también de Jewison, o como el jefe de la torre de control para avionetas privadas de "El mundo está loco, loco, loco", de Stanley Kramer.
Cosas de familia.
Abrazos familiares.