viernes, 8 de noviembre de 2013

SOLO DIOS PERDONA (2013), de NIcolas Winding Refn

El tiempo pasa muy despacio entre las estrellas hechas de neón y el rojo mar de sangre. Las debilidades se esconden detrás de rostros de impavidez que se erigen como tierra de promesas, tal vez, porque el pasado se ha dejado demasiado atrás. Las vísceras se confunde con la carne que se vende cocida en los puestos callejeros y todo se inunda de una visión sombría, lenta, desesperante y soñadora. Solo una sombra de negro se dedicará al pasatiempo de la venganza en un lugar donde la vida no vale ni un minuto de atención. Lástima que haya que dedicar tanto para tan poco.
En medio de unas calles que parecen ensuciadas por la bajeza de la moralidad humana, un tipo con un club de boxeo tailandés, un hermano que quiere traspasar de una vez la barrera del infierno, una madre que devora todo lo que toca incluso lo que acaba de nacer…personajes en rojo en fondos de azul, luces de prostitución como espejos de pensamientos sórdidos. Las cosas aquí, en Bangkok, no son como allí, en Estados Unidos. Aquí se te abren los intestinos sin que te des cuenta y nadie te echa en falta. Eso es lo peor. Que a nadie le importas, que a nadie puedes llegar a querer.
Nicolas Winding Refn dirige de nuevo a Ryan Gosling y a una sorprendente Kristin Scott Thomas en esta historia de malos sueños, bañados en sangre y en brutalidad, con un ritmo tan abrumadoramente lento que eso basta para que el espectador se haga la idea de lo que han hecho estos personajes antes del segmento de su historia que nos quieren contar. Antonioni parece que se levanta de la tumba con aire decididamente kitsch y nos encontramos con unas papelinas de bajos fondos, que, en el fondo, quieren contar las consecuencias de la cobardía y que se aleja peligrosamente de la negrura que habitaba Drive para adentrarse en las entrañas de las relaciones personales y de las incomunicaciones tan queridas al director italiano. El resultado es lentitud gratuita, juegos de miradas que también nos retrotraen a otro italiano como Sergio Leone y dos o tres toques de paroxismo irritante que coloca a esta película en la biblioteca de esas rarezas que van a ser muy alabadas por cierto sector del público creyendo que eso es cine cuando, en realidad, todo, absolutamente todo, es puro efectismo visual.
Los diálogos, al fin y al cabo, los podría haber escrito yo en una tarde de resaca (no hay más de un folio en total) y todo se basa en esa descripción de ambiente, como intentando poner una historia típicamente occidental bajo las formas y maneras del cine oriental más circunspecto e introvertido. Será una novedad, sí, pero resulta machaconamente aburrido. Y para aislarse de tanta quietud, tanta contemplación y de tantas caras que hablan sin mover la boca, un par de escenitas de tortura de la buena que hacen cerrar los ojos al resto de cobardes que asisten, atónitos, a unas muestras de crueldad que luego se necesita ir a un bonito karaoke para relajar músculos y olvidarse de tanta metáfora subrayada hasta calar el otro lado del celuloide.
Y es que es difícil vivir en un ambiente ajeno intentando huir del que realmente se pertenece. Siempre existe el consuelo de una madre cuyas motivaciones, por muy oscuras que sean, se esconden detrás del amor más sucio. Para ello, no hay nada como cortar altavoces y el silencio solo podrá ser interrumpido por el desagradable gorgoteo de la vena abierta. Luego siempre podrá venir el inoportuno colega que intenta remover las entrañas que le pertenecieron con sus propias manos. El odio, todo el mundo lo sabe, es algo que se almacena en las tripas. Lo que se haga después con él, necesita una catarsis y ésa, tal vez, se encuentre en un ángel negro que, como Dios, es capaz de perdonar porque, en algún lugar de su corazón, hay un sitio para la inocencia y para lo único verdaderamente intacto de ese fastidioso mundo de neón rosa y azul. De ahí viene la pasión por cantar. Sigamos cantando, no sea que nos partan la cara.

7 comentarios:

dexterzgz dijo...

Winding Refn? Kikboxing? No, gracias. Y mira que está Gosling que son palabras mayores pero ni por eso (¿qué pintas y qué pelos me lleva últimamente, querrá que le den el Oscar?). Ya Drive me gustó pero con reparos. Esos cinco minutos iniciales eran el copón (perdón si resulto demasiado barriobajero, pero creo que es un calificativo acorde con el tono que le quiere dar a sus pelis el Nicolas este) pero el resto se diluía como un azucarillo con alguna escena de violencia gratuita incluso.

Abrazos desde el ring

César Bardés dijo...

Lo del Kickboxing (antiguamente llamado más propiamente "boxeo tailandés") no es más que una excusa. El tipo, en lugar de dirigir un garito de juego, dirige un garito de peleas con patadas. Mira que soy pro-Gosling, que me parece uno de los actores jóvenes con más talento pero aquí todo es de una lentitud, de una parsimonia, de un carácter tan contemplativo para luego tener esos estallidos de violencia tremebunda y difícil de digerir que dan ganas de decirle al tipo que se vaya a visitar la tumba de Antonioni y de que le diga lo que está haciendo. Ya sabéis que aborrezco a Antonioni y este tipo se está ganando mi aborrecimiento. La gran virtud de "Drive" estaba en un argumento que era muy atractivo aunque, como bien dices, había algún momento de violencia que no hacía más que irritar (y no horrorizar que es lo que pretende el danés). "Drive", sobre todo, se apoyaba en el fascinante personaje que creaba Gosling. Aquí, el tipo ha querido dar la vuelta a la tortilla y, a pesar de que es un tipo que se las sabe ver con los bajos fondos...es un cobarde (por cierto, una lectura que no vais a encontrar demasiado a menudo por ahí). Y Refn cree que el "backstory" se explica con silencios o con larguísimas escenas de silencios eternos. Y la escena de la tortura es una de las más absurdamente surrealistas que he visto en mi vida. Decirle a todos las mujeres que están presentes que "cierren los ojos" y ellas van y obedecen para no ser testigos de lo que va a ocurrir es de traca tailandesa, vamos.
Un coñazo, digan lo que digan los críticos habitualmente enaltecedores de las cosas más peregrinas.
Abrazos desde el rincón.

CARPET_WALLY dijo...

Bueno, bueno, parece que habéis leído la crítica de El Pais. Me permito poner un extracto por si os perdisteis a Jordi Ocaña :

"Tercero, un tratamiento maestro de las elipsis. Y cuarto, una puesta en escena donde las simetrías de Peter Greenaway adquieren una nueva dimensión. A Refn, tan brutal como poeta en su visualización, solo se le va la mano en una secuencia, la de la tortura (y sobre todo, en el primer plano navajero a lo torture-porn), único resbalón en una obra en la que priman el fuera de campo y la poesía audiovisual a cámara lenta. Un trabajo solemne (¡y qué!), mayúsculo, más cercano a sus primeras obras (Pusher y Bronson) que a Drive."

La verdad esuqe yo a veces leo cosas como estas y me da un yuyu que muero. No entiendo a críticos que son capaces de poner a parir casi cualquier cosa (eso es muy facil hoy en dia, a decir verdad) y que ensalzan de forma absurda otras que no tienen nigún fondo.

Lo de "Drive" que ya comentamos en su momento a mi me pareció interesante en algún momento, pero ya dije entonces que no entendía el empeño en los silencios, que construir un personaje solitario y huraño no significa que sus dialogos de una peli de 2 horas quepan en un folio por una cara. Para mi, y pese a la buena composición de Gosling, ese era un de los principales problemas de la película. A mi Gosling me gusta más en comedia, fijate tu que blasfemia. Y eso que en "Los idus de Marzo" estaba muy bien.

Pues eso que los sesudos seguirán abrazando a los distintos aunque el cine sea otra cosa.

Abrazos callados

César Bardés dijo...

Qué cojones. Hay que joderse. Cualquier tipo que ponga silencios y mucha mirada y mucha incoherencia ya es la leche en verso. Me hace gracia una expresión como "poesía audiovisual a cámara lenta"...léete tu una poesía a cámara lenta a ver si te llena.
Estoy de acuerdo en lo que dices y valoras, Carpet. Hay críticos que van con la corriente "guay" y ya está. Hay que poner a caldo y a caer de un burro por las razones que sean, pues se pone y ya está. Si pasa lo contrario, pues venga. "Drive" levantó pasiones porque era una película negra con un personaje de mucho juego que destacaba por tener su corazoncito y ningún escrúpulo, lo cual no es más que la evidencia de las contradicciones propias del ser humano (¿a que ha quedado bonito?).
La verdad, creo que Gosling, si no se tuerce y participa en "falsas tonterías" puede hacer cualquier cosa. Comedia, drama o "thriller", le veo talento para ello.
Puro efectismo, nada más. Un video clip con aire de pesadilla y algo satánico.
Abrazos esperando.

CARPET_WALLY dijo...

Puesi y a mi lo que más me impactó fue la frase esa de : "donde las simetrias de Greenaway adquieren una nueva dimensión". Acabáramos si ahora resulta que tenemos que traer al amigo Peter para ensalzar el envoltorio, apaga y vamonos, que el muchacho era muy decorativo en un conjunto vacio. Pues lo mismo eso nos quería decir Ocaña, pero de una forma muy sutil.


En fin, cuando en general para valorar una película se hace tanto hincapié en el espectaculo visual me hecho a temblar. Con la tecnología actual se pueden hacer cosas muy bonitas incluso con paisajes naturales, pero el cine son historias y un buen decorado ayuda y puede potenciar pero no sustituir a lo que nos cuentan.

Abrazos pictóricos.

CARPET_WALLY dijo...

Quizá sea mejor que me "eche" a temblar en vez de "Hecharme a temblar". Disculpad tantos fallos ortográficos (los "hay" por "ahí" son numerosos en mis escritos) que a mi me dan ganas cuando los descubro de dejar de seguir leyendome. Lo malo es que no reviso lo que escribo, que escribo rápido para sacar tiempo a mi jornada laboral y que quiero escribir todo lo que pienso antes de que se me olvide (que el altzheimer está a la vuelta de la esquina).

Mil disculpas.

Abrazos avergonzados.

César Bardés dijo...

¿Simetrías de Greenaway?. Desde luego, a veces decimos cosas para que queden bonitas y nos olvidamos de lo que realmente vemos. Aún reconociendo que hay un par de películas de Greenaway que sí que me parece que tienen contenido y que me parecen muy apreciables (véase "El contrato del dibujante" o "Conspiración de mujeres") hay que reconocer que, en lo demás, tienes mucha razón.
Aquí, lo que prima, es una ambiente de pesadilla todo ello iluminado con luces de neón. ¿Historia? Sí, puede haberla pero hay formas de contar y de contar. Imagínate que yo cuento una historia así:
- Calles...Gente mala...Rencores...Infiernos...Noches rojas...Violencia...Madre...Madre...Madre...Oscuridad...Policía...Brutal...Venganza...Frustración...Madre...Amor...Prohibición...Derrota...Manos...Ya no se puede tocar...Ya no se puede pelear...Horror...Humedad...Cobardía...Muerte, solo muerte.
Quedará muy bonito, será un recurso que me valdrá para un párrafo más o menos largo pero si me tiro una hora y media así, lo más seguro es que cualquiera con dos dedos de frente me mande allí donde amargan los pepinos. Aunque los dos dedos de frente me parece que es algo que cada vez brilla más por su ausencia.
Abrazos echados.