jueves, 19 de diciembre de 2013

DOCE AÑOS DE ESCLAVITUD (2013), de Steve McQueen

Perder la libertad es el mayor crimen que se puede cometer contra un hombre. Es peor incluso que perder la propia vida porque convertirse en esclavo es la condena permanente a estar muerto mientras se sigue respirando, se sigue sintiendo y se sigue asistiendo al grado de crueldad que llega a anidar en el corazón del ser humano. Durante mucho tiempo, ha habido asesinos de la libertad. Aún continúan existiendo. Basta con darse cuenta de lo que algunos pagan y exigen.

Quizá hubo un tiempo en que la verdad no tenía ningún valor. Y menos si era dicho por un hombre de distinta raza. No era creíble que un ser con la piel de otro color pudiera ser culto, con estudios, o que tuviera, simplemente, la capacidad de leer y escribir. Más que nada porque si un negro tenía capacidad para esas habilidades, tal vez, era alguien que podía pensar. Y más vale mantener en la ignorancia a la fuerza de trabajo no sea que esa sangre que se saca a latigazo limpio se vuelva en contra del potentado y todopoderoso empresario.
Uno podría pensar, antes de entrar en el cine, que esta película va a hablarnos con dureza del inquebrantable espíritu de alguien que supo resistir a los embates de la muerte y de la torturante crueldad. Quizá una historia épica con el fondo de la esclavitud sea algo atractivo, con un fuerte estudio de personajes y de motivaciones que fueran más allá del blanco-malo-tortura-negro bueno. Pero, teniendo a la gente de su parte, la película se empeña en mostrar, una y otra vez, las distintas vejaciones físicas, morales, intelectuales y emocionales a las que fue sometido un hombre que nació libre y que fue convertido en esclavo. Los maniqueísmos aparecen con facilidad, el espectador se remueve inquieto en la butaca porque de los latigazos, pasamos a las palizas, de ahí a las violaciones, luego a los linchamientos y, más tarde, a la tortura que supone ver en plano continuado que alguien, durante unos cuantos minutos de cinta, está pasando verdaderos apuros por mantenerse con vida y no viene nadie a cortar la cuerda.
Así, el director Steve McQueen nos habla de la hipocresía blanca, que reza con la Biblia en la mano y no duda en destrozar a cuantos les sirven, de la indiferencia de algunos negros que, asidos con ganas a su instinto de supervivencia, no quieren pasar del lamento en su rebelión. Los personajes no son más que estereotipos sacados directamente de La cabaña del Tío Tom y, por paradójico que parezca, casi parecen más interesantes los carteles explicativos del final que la misma historia en sí, echando a perder una maravillosa oportunidad de darle al espectador la confianza de imaginarse, por sí mismo, que los blancos del sur de Estados Unidos no se andaban con tonterías precisamente con sus esclavos. Sin embargo, con abrumadora terquedad, McQueen se empeña en ser explícito en sus vilezas y en decirnos, repetidamente, que los del Sur eran verdaderos diablos y que, incluso, algunos del Norte, también.

El punto fuerte de la película reside en el apartado interpretativo. Es excelente el trabajo de Chiwetel Ejiofor, comedido y emocionante en algunos pasajes aunque también algo plano en unas motivaciones que apenas se apuntan y que no dejan más que entrever la superficie del personaje. Michael Fassbender consigue hechizar con una mirada que nada en la misma erótica del poder y que se siente permanentemente insatisfecha porque tiene muy poco de hombre. Benedict Cumberbatch (que se va pareciendo peligrosamente a Dennis Quaid) cumple con su cometido de blanco piadoso más de apariencia que de intensidad; a Brad Pitt se le ve tranquilo y a gusto con su breve cometido; y a Paul Dano no hay quien le aguante. El resultado es que se pasa un mal rato siguiendo las aventuras de este hombre de color sin esperanza (una palabra que no se nombra en toda la película) y que apañados vamos si esta es la apuesta que va directa a ganar en la próxima ceremonia de los Oscars. 

6 comentarios:

dexterzgz dijo...

Básicamente estoy muy de acuerdo contigo. La película se malogra por esa tendencia de McQueen al subrayado, se le ve muy en su papel de hacer "LA" película sobre la esclavitud. Y además de lo ya comentado de que el film resulta gratuitamente desagradable - hasta Haneke es más sutil cuando se pone- creo que lo peor está en un guión claramente descompensado.

Y el caso es que a mi la primera media hora me parecio hasta brillante y prometedora; cómo está montado el episodio del secuestro de Solomon, su posterior venta (la bofetada de Giamatti me dolió más a mí que al Chiwetel ese). Pero luego, nada, una sucesión repetitiva y monocorde de acontecimientos que no aportan gan cosa. Y con un par de chispazos descarados en busca de una emoción que nunca cristaliza (la escena del árbol, el reencuentro final). Da la impresión de que Ridley y McQueen han querido hacer que su flim sea al pueblo negro lo que antes "La lista de Schindler" lo fue al judio. Y estaremos de acuerdo en que hasta para manipular emocionalmente hace falta clase y de eso el tío Steven va sobrado.

Por otra parte, veo personajes torpemente desarrollados (¿soy yo el único que piensa que el de Fassbender está mal construido y que incluso él está más sobreactuado que de costumbre?). Al cincuentón Pitt se lo perdonamos que para eso es el productor y además su presencia llena siempre la pantalla. Benedict Cumberbach es el que más me convence en su ambigüedad y tampoco me desagrada Sarah Paulson, aunque su personaje es también muy de una pieza. Ejiolfor está bien pero a veces da la impresión de que le cuesta llevar el peso de la historia y la resposabilidad. Y Lupita Yn´goo lo hace muy bien, pero presiento que no es Viola Davis y va a ser una actriz de corto recorrido. La peli no está mal pero... ays jolin, jolin.

César Bardés dijo...

La película está muy subrayada todo el rato, es un muestrario de torturas que ya me sé de memoria. Y estoy absolutamente de acuerdo contigo en que el amigo McQueen quiere hacer "la" película sobre la esclavitud.
Por cierto, que Chiwetel Ejiofor no es ningún desconocido, desde "Love actually" hasta "Plan oculto", yo lo tenía en la memoria, que hay mucho crítico entendido por ahí que dicen que es "un descubrimiento" y que no le conocían.
No es la primera vez que leo lo de que esta película se quiere parecer a "La lista de Schindler", lo que pasa es que lo he leído en el sentido más positivo y me parece un error monumental comparar una película con otra. Eso sí, que McQueen haya querido hacer algo en esa línea vaya, lo acepto, pero esto no se acerca a "La lista de Schindler" ni en la sangre.
Los personajes, ya lo apunto en el artículo, son bastante planos. Yo creo que sí hay profesionalidad en las actuaciones, intentando sacar lo mejor de una serie de situaciones que no ahondan en ellos. El personaje de Fassbender, el típico tío que no está satisfecho con nada, con la tortura, con la violación, con coger lo que cree que es suyo, etc, etc, está más visto que el tebeo. Incluso el de Cumberbatch también está bastante visto. El de Dano...amos no me joas...incluso McQueen establece una regla en la escena anterior al ahorcamiento, cuando el capataz le dice abiertamente "si no haces lo que te digo, no podré protegerte" y...¿le deja ahí? ¿Esperando que llegue el señor para que decida si se corta la cuerda o no? No, lo siento, ahí no me lo creo porque me has establecido una regla anterior que luego no respetas. Además, el capataz expresa sus simpatías hacia Ejiofor de buenas a primeras y luego resulta que no, que el negro sufra ahí intentando no ahorcarse. Por cierto, yo me hubiera muerto porque no aguanto de puntillas todo el día ni de coña.
La peli es un solemne rollo, que no tiene ninguna progresión narrativa en ningún momento. Al tipo le secuestran, le esclavizan, tortura, tortura, tortura, tortura, tortura, final. Y de hondura psicológica, nada de nada. Un cúmulo de tópicos. "Lo que el viento se llevó", con toda su largueza y todos sus colores pasteles, ahonda muchísimo más en los personajes. Por supuesto, no ha faltado quien también la compare con "Lo que el viento se llevó", con dos cojones.
Abrazos decepcionados.

Alí Reyes dijo...

Hola hermano. He leìdo completa la entrada y también los polémicos comentarios. El caso es el siguiente ¿Recomendarías pagar la entrada para ver esta película?

César Bardés dijo...

A pregunta directa,respuesta directa: No. A no ser que seas un sádico que disfruta con torturas ajenas una detrás de otra. Como vivimps unps tiempos bastante torturantes, es posible que esa sea la razón del éxito de esta película.
Un saludo y bienvenido por estas tierras.

Alí Reyes dijo...

Gracias hermano. Eso se agradece, y más si tienes que invitar a una chica al cine...Uno suela pasar pena ajena por falta de información confiable.
En otro orden. Me gustó la redacción que hace el lobo en cuanto a VACAIONES EN ROMA de verdad que lo plantea todo sin contar la película. en realidad es muy simpática, no obstante creo que los mismos planteamientos han tenído mucho más éxito aun en la película NOTING HILL ¿No les parece?
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Gracias por las respuestas y estoy a sus órdenes en mi blog tigrero-literario.
¡Saludos desde Venezuela!

César Bardés dijo...

Yo no lo creo, sinceramente. "Notting Hill" no me parece una mala película, tampoco me parece una obra maestra. Es amable, como lo es "Vacaciones en Roma" y se tocan ligeramente en cuanto a argumento. Para empezar hay tres diferencias fundamentales. Una es Hugh Grant en comparación con Gregory Peck. Otra es Audrey Hepburn en comparación con Julia Roberts y otra es Roger Michell en comparación con William Wyler. Aún siendo las dos obras de entretenimiento y no demasiado trascendentes, llega mucho más ese deseo de la princesa por ser alguien normal que el de una actriz, que puede hacer exactamente lo que le venga en gana, por ser una persona del montón. En el caso de la princesa, da lugar a una serie de situaciones que dan mucho más juego y también a la aparición de los caraduras que pretenden aprovecharse de la increíble historia (que no lo fue tanto pues está inspirada en la escapada que la Princesa Margarita de Inglaterra hizo con un periodista) de tener a una princesa en exclusiva.
Ya me he pasado por tu blog. Muy interesante.
Saludos.