martes, 17 de diciembre de 2013

LOVE ACTUALLY (2003), de Richard Curtis

El amor realmente está a nuestro alrededor. Basta con echar un vistazo y comprobar que se halla en el despacho de los altos políticos, en la grotesca excentricidad de una estrella del rock venida a menos, en el corazón desolado de un hombre que lo ha perdido todo, en el comportamiento diario de un ama de casa que ya ha emprendido la cuesta abajo, en el loco viaje de un joven más superficial que el efecto de una cerveza americana, en la rutina aburrida de un jefe que es torpe hasta la irritación, encima de la mesa de una secretaria que ansía un poco de amor porque ella lo da todos los días sin descanso, en los golpes furiosos en una batería para llamar la atención de una niña que canta como los ángeles, en el viaje de vuelta de un escritor mediocre que cree que su página ya ha sido escrita o en ese amigo que siempre ha permanecido en silencio pero que es mucho más divertido, más ocurrente y más cariñoso que cualquiera de sus amistades. Vaya, vaya, pero si parece estar hasta en las impensables conversaciones de una pareja que se dedica al porno más blando…
Y es que el amor es muy caprichoso. Se pasea, vuela, se distrae, vuelve, se va, se posa, se queda, huye, se dilata, se encoge, se manifiesta, se avergüenza…Nada hay en el mundo que pueda sacar del ser humano reacciones tan tontas como la timidez a la hora de decir que se ama a alguien. Creemos que el ridículo está ahí y es posible. Y somos unos necios porque, realmente, si alguien nos dice que nos ama deberíamos sentirnos halagados, privilegiados y únicos. Somos merecedores de que una persona haya posado sus ojos y sus esperanzas sobre nosotros y, en muchas ocasiones, el miedo a la negativa o a la furtiva sonrisa que destroza ilusiones nos mutila el impulso para ser presas de la soledad y, muy a menudo, de la desesperación. El amor, incluso, se puede disfrazar para que no lo veamos cuando está ahí mismo, en todos los actos, en todas las sonrisas, en todos los gestos y en todas las miradas. Es el instinto natural del hombre. Y cada vez somos menos capaces de asirlo, acariciarlo y aprovecharlo. Porque el amor, sí, está deseando ser aprovechado.

Con sus altos y sus bajos, sus idas y venidas, ese cine amable y optimista, sin más pretensiones que el de transmitir sentimientos de forma leve y tenue, Richard Curtis articula este Love actually que se roza en las historias y cae como una hoja mecida por el viento en medio de los incautos corazones que creen que el amor ha pasado de largo. Y no es así. El amor nunca pasa. Es juguetón. Es trágico. Es el motor que mueve muchas vidas pero también es el causante de muchos estatismos. Es el elemento que hace a los débiles, fuertes y a los fuertes, débiles. Es tan inalcanzable como posible. Es el día luminoso y la noche llena de estrellas. Es lo único capaz de ponernos alas en los pies y hacernos sentir realmente diferentes. Algo curioso si tenemos en cuenta que el amor está a nuestro alrededor. Puede tocarle a cualquiera y, es más, a todos nos ha tocado. Aunque luego creamos que fue un sueño delirante con final irremediablemente feliz.

18 comentarios:

Máximo dijo...

Una pena que Curtis deje de dirigir. Muchos le echan en cara de mostrar siempre el lado bueno de las cosas y no profundizar, pero como dice él en el guion de Love Actually cuando laos aviones se estrellaron contra las torres gemelas las llamadas de móvil que se dieron fueron todas de amor y no de odio. Magnificamos lo malo, cuando lo bueno la bondad es lo que nos caracteriza. Deseoso estoy de departir con vos esta noche.
Salud compañero:
GRK

César Bardés dijo...

Estaré encantado de estar con vosotros e intercambiar puntos de vista. Al hilo de lo que dices, hay una frase estupenda de Nelson Mandela (siento el oportunismo) que decía algo así como "amar es fácil de aprender porque es la tendencia natural del hombre". Y yo lo creo así. Es lo que nos da identidad como seres humanos. Y tienes toda la razón, nos gusta magnificar lo malo cuando todo lo maravilloso lo tenemos ahí, en cualquier gesto de cualquier persona y lo más triste es que, la mayoría de las ocasiones, no somos capaces de verlo por las prisas, los intereses, los egoísmos, la mirada hacia adentro, el regodeo en la propia desgracia...
Es el amor lo que nos hace ser como somos.
Salud, compañero.

dexterzgz dijo...

Yo parto de la base de que una película que tenga dentro a Enma Thompson no puede ser mala del todo. Siempre tendrá al menos a Enma Thompson. Luego, sí, la pelicula es entretenida, tiene encanto y te ofrece la posiblidad de disfrutar de la creme de la creme del cine británico de la época (+ Keira y Hugh Grant). Pero también es... ¿me atreveré a decirlo? ummmm, venga va, también es un poco ñoñada. Soy un poco Mr Scruge, lo sé.

Abrazos con almibar

César Bardés dijo...

Blandita, la palabra, para que quede bien y eso, es blandita. De lo que no cabe duda es de que tiene ratos de disfrute precisamente por la gente que sale y le da un aire de desenfado sabio. Esa es una de sus grandes virtudes. Pero...¿qué diablos? Es Navidad y hay que despedirse de buen rollito. El amor es lo que es. El cine también.
Abrazos con flores.

CARPET_WALLY dijo...

¿¿¿Ñoñada???...No saco el fusil porque estoy lleno de amor, amigo.

Ya lo dije a propósito de "Una cuestión de tiempo", la última de Curtis, no es fácil ir al cine hoy en día y que salgas con buen rollo y sintiendote mejor. Si, hay mucho drama hoy día, el mundo está hecho un asco y todo eso, pero si pasar un rato agradable es una ñoñada...

El amor es ñoño a veces, Dex (quizá siempre). Cuando te juntas con una pareja de esas (casi siempre nuevas) que se entretienen en carantoñas y besuqueos, hay una mezcla de rechazo (que ñoños, que empalagosos) y de envidía (yo también quiero, si aquí y ahora).

A mi me puede esta peli, ya lo he dicho varias veces, no es un tema de calidad o de gran dirección es cosa de que me tiene ganado el corazón y que la pille cuando la pille (y son muchas porque se televisa mucho) me engancho.

Tiene mucho que ver la capacidad de Curtis para construir personajes reconocibles y entrañables, distintos y encantadores todos: el rockero de vuelta de todo, el enamorado secreto, el escritor torpe, el Tony Blair simpático, el pobre adultero, el jovensuelo salido,...
Otro éxito, también de todo el cine de Curtis, es el guión lleno de requiebros verbales, frases de fino humor, dialogos con mucha gracia.
Y la música, muchísima atención a la banda sonora le pone el británico, la balada que acompaña a Collin Firth y sus historia portuguesa, suena muchísimas veces mientras trabajo...

"Chicos, si a la salida del colegio veis a un tipo que os vende droga, no le compreis...haceos rockeros de éxito y os las darán gratis"...Ese Bill Nighty está impagable.

Abrazos tiernos

dexterzgz dijo...

No, si ya sabía que me iban a caer por todos los lados. Esto solo me pasa a mí. De todas formas, alguien tenía que ejercer de abogado del diablo y me tocó a mí. Ya me puse la venda antes de la herida y dije que era una peli simpática y amable. Pero yo echo en falta algo de mala leche, no sé, el personaje de Bill Nighby solo no me vale. Que no digo yo que todas las comedias navideñas tengan que ser como "El apartamento" o "Plácido" pero vaya...

Abrazos con cuernos (de diablo, claro)

César Bardés dijo...

Bueno, estoy de acuerdo en algunas cosas y en otras no. Son personajes entrañables, sí. Algunos son reconocibles y otros no, lo que pasa es que juega con que el público está muy a favor según va contando lo que ocurre. Cierto es también que es una comedia que presta más atención a los finos diálogos que a las situaciones, cosa en la que quizá Curtis no se desenvuelva tan bien. Hay ratos, sinceramente, en que la película (como película) entra muy bien y otros que no tanto. Yo no es que quiera contentar a todos pero eso es lo que pienso. Eso sí, creo que es una excelente elección para desear Feliz Navidad a todos. Y, es cierto, el personaje de Bill Nighy es una perla.
Que conste, Dex, que yo no te he dado, que te comprendo, lo que pasa es que el Carpet éste está cumpliendo ya muchos años y, ya se sabe, según vas envejeciendo te vas ablandando...
Abrazos con la mala leche que le falta a la película.

CARPET_WALLY dijo...

A ver, que como me hago viejo, me hago pellejo. Cuando digoq ue los personajes son reconocibles, no digo que sean personajes que te puedes encontrar o que reconoces (mas o menos) en la vida real.
Cuando yo hablo de los personajes reconocibles de esta película me refiero a que los presenta y a partir de ahí los construye sin error, se desarrollo es perfectamente razonable, toda su peripecia es aceptada porque corresponde al dibujo que nos han hecho del personaje y no nos dan gato por liebre a mitad de la peli, cosa que ocurre con mucha frecuencia en el cine actual, con cambios inexplicables incluso en personajes principales. Curtis no lo hace con ninguno, ni si quiera con el viejo rockero y su redención antidestroyer final ( aquí si se pueden hacer spoiler, el que no la haya visto debe ser un caso digno de estudio).

Efectivamente es una película más de dialogos de humor que de escenas cachondas, aunque las haya muy simpáticas: el baile a lo Tom Cruise de Grant, el momento Mr Bean,...
No obstante, no estoy de acuerdo en que Curtis no se desenvuelva bien con las situaciones, en realidad, toda la historia de Knightley se apoya en las situaciones y funciona, algunos acusan de hecho a esa parte de ser la más ñoña y sin duda lo es, pero ahí si que funciona la emoción navideña y que se te declaren en silencio en la puerta de tu casa mientras suena un villancico es un momento tremendamente romántico, amigos....a mi vejez esas cosa aun ponen.


Abrazos dibujados en una cartulina grande

dexterzgz dijo...

Uf, chicos, es que a mí me sucede justamente lo contrario. Cuantos más años caen más cascarrabias y más descreído de todo me vuelvo- el panorama que nos rodea tampoco ayuda mucho la verdad. A lo mejor tenéis razón y en estos tiempos que corren es bueno darse un chute de azúcar. En cualquier caso es una película que me parece simpática pero que no me transmite el buen rollo de otras porque peca quizá de demasiado conservadora. Coincido con Bardés en que Curtis desarolla mejor los personajes que las situaciones. De todas maneras, os deseo a los seguidores del lobo y a los conversacineros que paséis unos días estupendos, y no le hagáis demasiado caso a este cascarrabias.

Abrazos esperando al fantasma de las Navidades pasadas

César Bardés dijo...

Al final estoy haciéndome viejo, que no doy abasto y resulta que os contesto después de dos días. A ver. Carpet...la peripecia del primer ministro no es razonable bajo ninguna premisa salvo el "todo vale", lo cual es perfectamente admisible cuando se habla de cine. Entre otras cosas, porque el dibujo que se ha hecho del personaje tampoco es creíble. No es que el personaje tenga cambios inexplicables (aunque, la verdad, que un primer ministro se deje llevar por la rabia para enfrentarse al Presidente de los Estados Unidos tiene tela). Y, como dije en el debate, el final de la historia de Colin Firth es un "Lo que necesitas es amor" presentado por Jesús Puente. Otra cosa es que sí, la película destila buen rollito y estás de su parte y llega un momento en que comprendo que se admita todo pero que se pretenda hacer pasar por creíble y reconocible todo...Me creo mucho más,porque me parece la mejor historia, la de Laura Linney e incluso la de Emma Thompson.
En cuanto a la cascarrabiez, Dex...es que todo es así. Te vuelves más cascarrabias, es verdad, más gruñón pero también llega un momento en que ese malhumor se combina con un deseo de "quiero que me quieran".
Los cascarrabias, además, siempre tendrán un sitio por estos lares.
Abrazos enamorados.

CARPET_WALLY dijo...

Aysss...bueno los que no semos cascarrabias nos haremos un hueco aunque sea a base de codos.
En fin, que me parece que aun debo decir algo, ¿será posible?.

Un par de apuntes. El tema de la credibilidad del personaje de Hugh Grant...ejem, estamos en una comedia, supongo que no pediremos credibilidad a "Dave, presidente por un día", por ejemplo (buena o mala nos habla de un increible momento presidencial) o a mil de películas más que en tono de comedia toman personajes o situaciones increíbles. Nos hemos cargado la Historia cuando ha convenido sin problemas, "Malditos Bastardos" es el ejemplo perfecto. El caso de Grant es un Primer Ministro diseñado para esta película con su historieta, poco creible en el fondo, vale, pero absolutamente razonable en la forma, si te presentan a un primer ministro así todo lo demás cuadra, incluso que se enfrente al Bush de turno (pintado también muy en caricatura).
En cuanto a la historia de Firth, chico...os parecerá "Lo que necesitas es amor", pero se acerca mucho a un momento personal (muy reconocible para mi en la vida real) mio, sin prtugués de por medio.

Lo que pasa es que sois unos descreídos y no os dais cuenta de que el amor tiene "mil" caras...no dos como decían algunos. Y a veces, lo que no parece creíble lo es mucho más que lo que se supone. ¿Recordáis "Tu y yo"?, ¿De verdad dejariáis pasar al amor de nuestra vida por descuidar el posible reencuentro jugandotela sólo a una cita?...

Ah, y el reclamo a la mala leche...en fin, no sé si eso es siempre necesario, de verdad. Para mala leche hay o debería haber muchas películas, que quizá no la tengan, pero a las que debía exigirsele, pero a una película de buena cara, no lo considero necesario.

Abrazos de buena leche.

César Bardés dijo...

A ver, puntualicemos un poco. Yo no me creo tampoco "Dave", entre otras cosas también es una película que, a pesar de la presencia de Kevin Kline, no me gusta. Y ni siquiera me parece muy graciosa. Será que también tengo un problema de "blandez" con Ivan Reitman. En todo caso, es innecesario que sea precisamente el primer ministro en esa historia. ¿No podría haber sido un alto cargo menos de cara al público? Un tío muy enterado de lo suyo y muy serio, muy estirado, que, al fin y al cabo, es de lo que se trata. Si hubiera sido Frank Capra el que hubiera hecho esto a lo mejor se lo dejaríamos pasar, pero no faltaría gente que diría que es un ñoño y que eso formaba parte del Capra más idealizador, etc, etc. Yo no tengo ningún problema en aceptar que un primer ministro británico haga o no haga algo que se corresponda con la Historia. El problema es que es una figura tan pública que no puedes creer que sea tan majo, tan cercano, tan estupendo, que se deje llevar hasta un colegio y que sea tan estúpido como para besarse detrás del telón de un colegio y dejar que su novia se abrace de la forma en que lo abraza en el aeropuerto. Sin embargo a Nighy sí te lo crees, por muy disparatado que sea. Precisamente es eso, si estableces unas reglas, es decir, si pretendes que esas historias nos las creamos, ponle elementos que hagan que nos las creamos, y eso no tiene nada que ver con la realidad.
En cuanto a "Kill Bill" nadie dice que sea una historia realista, en ningún momento Tarantino pretende dar ese concepto ni esa mirada.
Yo soy muy romántico, Carpet. Sé que el amor tiene mil caras. Soy un pastelillo mal cocinado que escribe poesías, que tiene detalles que muchas mujeres rechazarían por ser demasiado "blandos" y todo lo que tu quieras. Y aún así no me declararía a nadie con medio pueblo detrás y esperando allí mismo que la chica conteste. Hay determinadas cosas que considero muy íntimas. Llorar, por ejemplo, es una de ellas. Decir cuánto quiero a alguien es otra.
En cuanto a la mala leche yo no comenté nada de eso, creo. Acepto que haya películas amables, que intentan simplemente insuflar un poco de optimismo y de bondad en el corazón. Sin embargo, y a pesar de tu defensa a ultranza de esta película (cosa que yo respeto al máximo) aún has llegado a decir por aquí que el cine no hace mejores personas...
Abrazos Clesa.

CARPET_WALLY dijo...

No entiendo la última frase, o creo que ha habido un error al escribirla.
"...aún has llegado a decir por aquí que el cine no hace mejores personas...".

No sé si he dicho esa frase o algo parecido. Y si lo hice me desdigo de inmediato porque pienso lo contrario. Creo que el cine, como la literatura, la música, el arte en general, hace mejores personas. He dicho o he querido decir esto muchas veces, lo comentabamos a propósito de películas como "Matar a un ruiseñor" o "Heredarás el viento" o ...muchas otras que te enseñan algo positivo, tolerancia, esfuerzo, responsabilidad, amor sincero, incluso sacrificio, abnegación, compañerismo, respeto,...hay muchas de estas cualidades que aparecen en muchas películas y que yo creo que sirven modo ejemplarizante, aun cuando no fuera ese su objetivo, para que el espectador tome nota de determinados comportamientos que son siempre positivos, que la vida real sea otra cosa ya lo sabemos, pero no quita para que algo de poso quede y nos sirva.

Lo que no digo es que "Love actually" sea una de ellas, no creo que sirva como fábula ejemplar, ni que verla nos haga buenos. Si digo, que a algunos, nos sirve como terapia. Hay gente a la que el vino no le sienta bien a otros es la leche (la buena, claro) la que les hace daño...Yo ya dije que a mi lo de esta película no se reduce a un tema de calidad, sino a otro aspecto mucho más intangible que sólo puedo defender de forma tozuda y sin un gran argumentario desde el punto de vista objetivo.

Pero dentro de esa tozudez me cuesta aceptar algunas de las críticas que se le proponen a la película, sinceramente porque creo que si las acepto deberíamos ampliarlas a miles de films más. El tema de Blair-Grant por ejemplo, es obviamente una fábula, una gracia que no busca ser creíble, es una forma de contar que el amor actualmente toca a todos, a la gente de a pie que se dedica a ser doble de iluminación en una peli porno (¿ alguien realmente cree que esa profesión exista?, ¿tienen que estar en pelotas para probar las intensidades lumínicas?) y al primer ministro de una gran nación que se salta el protocolo porque él es así de campechano (casi como un Rey de españa). ¿Que más da?...

El cine no deja de ser un conjunto de sensaciones que se despiertan en el espectador ante las imagenes e historias que aparecen en la pantalla. No me creo "Love actually", pero me llega. "Gravity" no me llega, y no me la planteo en términos de credibilidad exactamente, porque eso la haría facilmente criticable.

Eso es lo que quería decir a proposito de "Kill Bill", es obvio que no es una historia realista, lo que no comprendo es que se intente que "Love actually" lo sea o lo parezca. ¿En serio si vas a un bar perdido de USA te encuentras 4 pibones de Playboy que te ofrecen quedarte en su casa con una sola cama y que duermen en pelotas?...

En el fondo no importan lo creibles que sean las historias, lo importante es que conecten, Curtis lo consiguió con algunos ( yo diría muchos) y con otros no, que se le va a hacer.

Abrazos de buena voluntad

César Bardés dijo...

Bien, vayan por delante mis disculpas porque, efectivamente, tú nunca dijiste eso. Te he atribuido a ti la frase de otro que, además, luego también fue matizada. Eso es lo que pasa cuando uno cumple años y la memoria comienza a ser demasiado traidora. Perdón.
Bien...quizá, no sé, peque de elitista. ¿No crees que cualquiera con dos dedos de frente ya sabe que el amor toca a todo el mundo, incluso a Rajoy? Seamos sinceros. Si eso mismo se le ocurre a un director español, con un trasunto del buenísimo Zapatero...¿seríamos tan indulgentes como con Curtis? ¿Y si incluso como trasunto ponemos a un actor que no te crees de Presidente del Gobierno ni a patadas, por ejemplo, Fernando Tejero?
Lo de los dobles de la peli porno no es más que un chiste, casi casi en función de la conclusión del mismo chiste: "¿Ah, sí? Y cómo os conocísteis?" y Martin Freeman se queda sin saber muy bien qué decir. Yo no exijo realismo al cine, sería absurdo y está muy planteado el ejemplo de "Gravity", pero sí que haya algo que haga que me crea lo que se me está contando, bien porque el director ha puesto unas reglas previas. Otra cosa es que Curtis ponga humoradas que pueden ser más o menos brillantes. Y todo el rato, su historia sobre el primer ministro gira en torno a lo cercano que es este tipo que incluso se arranca a cantar unos villancicos con el guardaespaldas a la puerta de una casa cualquiera. De todas formas, me estoy repitiendo en los argumentos y eso quiere decir que mis meninges están ya en Defcon 2. Tú dices algo importante en cualquier caso: lo importante es que conecten. Tú dices que a ti te conecta toda la película. A mí no me conectan algunas de las historias de la película y otras sí. Repito, la de Laura Linney sí me conecta, la de Emma Thompson con Rickman, también. Acepto el ángel Atkinson sin problemas y me parecen dos apariciones prodigiosas. No acepto la de Colin Firth y tampoco la de Grant, ni tampoco la muy poco trabajada historia del chico que se va a Wisconsin y liga con Denise Richards. No es que la película sea o no realista (aunque hay determinadas situaciones como la de Thompson y Rickman que sí me lo puedan parecer, y la de Linney también, y la de Nighy, por muy estrambótica que parezca, también) es que, sencillamente, tal vez ahí está el error, que la película tiene algo de realista (las imágenes del aeropuerto son reales y ahí está estableciendo las reglas de lo que a continuación vamos a ver) y también algo de lo que no lo es y quizá la mezcla de las dos cosas no hacen más que despistar a espectadores poco avezados en estas lides como yo.
Abrazos exculpatorios.

CARPET_WALLY dijo...

¿Rajoy enamorado?...¡¡No puede ser cierto!!.

Por cierto, nos creimos a Miguel Rellán de ministro putero que se hacía una revisión en una clínica de enfermedades de transmisión sexual para quedar guay y darle publicidad a la clinica de la mujer de su asistente en "La vida alegre" y...ah, coño que eso era mucho más que creíble ...perdón.
¡¡Que grande Rellán!!.

Lo del presidente en plan Zapatero, no lo descartes, yo creo que bien hilado da para una buena comedia...lo que no sé es si sería muy bien aceptada.

Abrazos guionizando


César Bardés dijo...

No me hagas trampas. "La vida alegre" es una astracanada y no creo que la vocación de "Love actually" lo sea. Ahora bien, dicho esto y no porque yo me precie de ser su amigo...Rellán es bastante mejor actor que Grant y me pega mucho más de ministro que Grant de Primer ídem.
Vale, ya estoy trabajando en el guión de "El amor, en realidad"
Abrazos ministeriales.

CARPET_WALLY dijo...

No, no, que no eran trampas. Que cuando has dicho lo de Tejero y Zapatero, he pensado si en España no se habían hecho comedias sobre políticos y me ha venido a la memoria aquel gran papel de Rellán. Es más, quería decir que su personaje podría ser bastante real, como no lo es obviamente el de Grant.

Tu pon en el guión las cosas del humor y yo ya le meto la cosa romántica que veo que si no nos quedaría muy descreído y cascarrabias.

Abrazos escribiendo a dos manos (o a cuatro si utlizamos teclado)

César Bardés dijo...

Vale, el problema es que tenemos que inventarnos otras nueve historias. No sé, Enrique Bunbury haciendo un villancico, Adriana Ozores descubriendo que su marido le es infiel o, incluso, Mario Casas yéndose a Buenos Aires a ver si liga con dos o tres gaúchas. Caramba, y de ángel, Arévalo.
Abrazos delirantes.