jueves, 6 de febrero de 2014

LA GRAN ESTAFA AMERICANA (2013), de David O. Russell

El dinero no da la felicidad, pero manda a buscarla...No, eso no es del todo cierto. Puede que en una época impersonal, cuando la moda era un manual de fealdad, cuando los postizos estaban a la orden del día y las pinturas se aferraban a las caras de las chicas que eran realmente guapas, el dinero fuera lo más importante porque, al fin y al cabo, eso es lo que nos habían dicho. Pero detrás de grandes cantidades de pasta ganada de forma fácil e ilegal no había ni un solo resquicio para la felicidad. Puede que toda esa gente que se dedicaba a estafar fueran unos artistas del expolio, del robo a manos llenas, pero sus vidas eran tan vacías que solo se sentían millonarios en sus chalecos, en sus horribles chaquetas y en sus pantalones de campana. No tenían nada. Y ellos lo sabían.

Y es que solo se sentían capaces y poderosos mientras el negocio se quedara en las cuatro paredes en las que fue ideado. De pronto, viene un extraño, un advenedizo que no duda en quebrantar todas las normas para llegar a ser líder y, además, coger a los corruptos que se llenaban los bolsillos con sobornos fáciles pero eso no era suficiente. Había que coger a más gente, incluso a los que se comportaban bien, haciendo que cogieran maletines creyendo que eran otra cosa. La ley al servicio de una sociedad que se estaba troceando por una crisis económica, por la guerra más larga del siglo XX y por la altura de unos cuantos políticos de perfil muy bajo.
Lo que se escondía realmente era una profunda inmadurez como adultos que acotaban sus responsabilidades al máximo y que pretendían dar satisfacción de una forma modesta, aunque solo fuera haciendo algo ilegal. Si el timo crece, el delito también y entonces comienzan problemas de falsa moralidad que han estado ausentes mientras la infidelidad y el latrocinio tomaban posiciones. Y así, tal vez, los que estaban del lado correcto de la ley, eran los malvados y los que se empeñaban en violarla una y otra vez, eran los héroes. Así eran los setenta.
David O. Russell ha dirigido con brío una película que habla bien a las claras de que la gran estafa americana no residía en el timo sino en el escaparate que exhibía un modo de vida que parecía perfecto y que, sin embargo, era un puro engaño que hastiaba a sus protagonistas y no hacía más que poner en evidencia los agujeros de un sistema social y personal que no funcionaba. No es posible hacerse rico rápidamente sin sacrificar ningún principio. Ni ascender sin pisotear la moral que, durante tanto tiempo, ha sido una continua negativa. La historia es convincente pero decepcionante si se espera ver una película de ladrones listos y víctimas incautas. En realidad, es toda una fábula ilustrativa de unas vidas que no iban a ninguna parte, que no tenían suficiente con el dinero que timaban y que, además, se encaminaban a un callejón sin salida a ritmo de Duke Ellington.

Bien es cierto que Russell maneja con maestría un reparto que funciona muy bien de forma colectiva porque la ausencia de química entre ellos acentúa la aburrida década de los setenta, llena de excesos y de suciedad moral. Un peldaño por encima de los demás está Amy Adams, tocando muchos y variados registros y enseñando, una vez más, su talento. Por supuesto, hay que destacar la aparición de Robert de Niro que llega a robar la escena durante unos segundos a todo el resto del reparto, dando una lección de miradas y de expresiones y trazando todo un personaje con su simple físico. Por lo demás, no cabe duda de que se sale del cine con la impresión de que la honestidad es algo que deberíamos guardar por encima de los ceros en la cuenta corriente y de los irrefrenables deseos de triunfo que tanto nos atenazan. Entre tantos días de extravagancia y de olor a tela barata vendida como elegante, tenía que quedar un punto de clase y algo de verdad entre tanta mentira.

17 comentarios:

dexterzgz dijo...


Créeme, Bardes, que yo esta vez me había dejado los prejuicios en casa y que iba dispuesto a entretenerme con una película que a priori tenía potencial de sobras para entretener. Pero hete aquí que empieza la película y veo que no pasa nada que me estimule un poquitín, y así pasan diez, veinte minutos y ¡¡¡dos horas y cuarto¡¡¡ después sigo igual.

Dices que es una película que decepcionará a quienes buscan una historia de ladrones, listos y víctimas incautas. Y yo te pregunto qué más cabría esperarse de una historia así. ¿Un tratado filosófico y moral sobre la corrupción social? No, hombre, no, que esa es la que nos echaron hace dos semanas, “El lobo de Wall Street” se llamaba y era por cierto más entretenida e interesante ¡¡¡ y duraba tres cuartos de hora más¡¡¡
Yo no creo que un tipo tan mediocre como O Russell esté capacitado para eso sinceramente.

Que el fulano además no se corta un pelo a la hora de copiar. Claro que si copias a Marty para montar tu película procura al menos que ésta tenga el ritmo de las pelis del cejas. Yo me aburrí como un calamar.

Así que nuevamente me siento estafado con este hombre, con su película y con la repercusión mediática que vuelve a tener. Esto no da para 10 nominaciones al Oscar ni de coña. Como tampoco lo daban las dos anteriores, llueve sobre mojado. Yo me pregunto qué le ven a este hombre por allá cuando además me consta que es un tipo bastante irrascible y con una mala hostia increíble que se ha peleado con medio Hollywood, ¿qué le ven?

Otra ¿comedia? insípida, sin gancho y sin gracia. O lo que es peor con una gracia pueril y más que dudosa. Porque lo de la Yeni con el microondas o cantando “Live and let die” con los spontex lo siento pero no cuela.

Abrazos estafados

César Bardés dijo...

Lo que trata de hacer el fulano (sin duda, un fulano demasiado sobrevalorado) es decir bien a las claras que, incluso los que manejaban dinero y se prestaban a los chanchullos policiales, tenían unas vidas vacías y sin mucho sentido. Así hace un acercamiento a la vacuidad de la vida en los setenta. A partir de ahí, hacemos varias digresiones.
La primera, sí, estoy de acuerdo, esto no da para diez nominaciones ni de coña.
La segunda, sin duda, Martin Scorsese ha retratado mucho mejor los sesenta. No encuentro demasiado atinada la comparación con "El lobo de Wall Street" porque ahí sí que hay una corrupción moral. Aquí los personajes ni siquiera se plantean si su moral está corrupta o no. Solo hay uno que reacciona al final y que elige una solución más o menos "honesta" como única salida.
Tercera, no, David O. Russell no está capacitado para una cosa de gran envergadura. No es un gran director, como se empeñan en meternos por el gaznate. Creo que es un tipo que se queda muy justito en sus objetivos. No va mucho más allá. Ahora bien, sí que he de reconocer que la dirección de actores, en general, en esta película es más que válida.
Cuarta: ¿Intenta copiar a Scorsese? Sí y yo lo he visto más con respecto, fíjate, a "Casino" que a "El lobo de Wall Street". Y sin duda, Russell no tiene ni el tino, ni la clase, ni el sentido del ritmo que tiene Marty.
Quinto: Se me ocurre que es un tío que ha caído en gracia y que debe de tener unas agarraderas enormes. De hecho, a mí me sigue pareciendo que su mejor película es "Tres reyes" a pesar de su débito más que evidente con "Los violentos de Kelly" y a pesar de su irritante cámara al hombro.
Sexto: Uno de los errores monumentales que comete el resto del mundo es considerar que esta película es una comedia. Que me digan a mí dónde está la gracia. Es una drama con todas las de la ley. Lo de la Yeni...bueno, digamos que le está pasando algo parecido a lo de Russell, la gente la está encumbrando (ya lo hemos comentado por aquí) más de lo que merece aún reconociendo que aquí hace el papel de una idiota recalcitrante que, además, se atribuye el papel de lista (y no sabes la de gente que he conocido con esas características). Lo de "Live and let die" y lo del microondas, la verdad, son secuencias demasiado evidentes, demasiado "tontas" por decirlo de alguna manera. Ahora bien, es verdad que cuadran con su personaje que es más simple que el mecanismo de un chupete. A mí me parece que tiene mucho más mérito en su escena final con Christian Bale, por ejemplo, cuando el propio Bale reconoce que "eres muy lista".
Séptimo: Sin llegar a encantarme, tampoco puedo decir que me haya estafado. No me dio mucho menos de lo que esperaba. Me parece que es una película que está bien, con muchos defectos, que no merece ni una sola nominación (la única más justificada me parece la de Amy Adams) a pesar del buen conjunto actoral, que llega a ser insulsa en algunos momentos y que se puede ver y punto. Y no hay nada más.
Abrazos indulgentes.

dexterzgz dijo...

El hecho de que los personajes no tengan conciencia de su corrupción moral no tiene nada que ver con que la tengan o no. Eso el espectador lo ve y da que pensar. Y de hecho el personaje de Lawrence al principio le recrimina a Bale ser así (en parte porque le pone los cuernos, vale). No sé, a mí me parece que estos 4 (5 si contamos al personaje de Renner que es pa nota) son unos frikis cuando todavía no existían los frikis.

Y sí, claro, el montaje remite más a "Casino" o incluso a "Uno de los nuestros" pero teníamos demasiado cercano el espejo de "El lobo" para comparar.

Yo diré una tontería ahora pero la que me has convencido hasta ahora de O Russell es una comedieta ¡¡¡ con Ben Stiller¡¡¡ (también salía Alan Alda) que se llamaba "Flirteando con el desastre" o algo así. Al menos, era una comedieta sin pretensiones y no la nominaron a ningún Oscar.

En cuanto a las interpretaciones pues estoy de acuerdo en que la mejor es Adams, y el peor Bale a quien todo el mundo está poniendo por las nubes. En cuanto a la nominación de Amy, bueno, bueno... así que mañana nos hablarás de Enma Thompson ¿eh?

Abrazos con bisoñé

César Bardés dijo...

Hombre...yo creo que sí tiene que ver que los personajes no tengan conciencia de su corrupción moral. Evidentemente, el paso previo para llegar a ese estado es prescindir de ella pero es que yo creo que ahí es donde quiere incidir Russell (otra cosa es que esté acertado o no) y es que era un tiempo en el que ni siquiera se planteaban esas cosas. Si había que delinquir, se hacía y punto, sin planteamientos morales ni nada. Eso sigue ocurriendo hoy en día. Hay muchos que hacen delitos, que están timando a la gente y, sencillamente, ni se plantean la cuestión moral. Solo es un medio y no un fin. Y para medios, más vale aprovecharse porque si no, otro lo hará y ahí también va la película.
Uf, es arriesgado decir que en los setenta no había frikis. Yo creo, precisamente, que es la época en la que los frikis implotan y comienzan a brotar de todas partes. A la Yenni con la escena de Bale al principio...¿tu crees que esa chica tal y como está dibujada se plantea cualquier resquicio moral salvo el hecho de que le ofende que su marido se esté entendiendo con medio Estados Unidos? Yo no lo creo. Y eso no es moral, es dignidad personal, que nos ponemos muy dignos intentando salvaguardar principios, estos sí, morales y luego, si se nos presenta la oportunidad, hale, venga, a quitar el dinero al que se ponga por delante.
Sueltas muy bien lo de la Thompson. Ahí te doy la razón. Es incomprensible que la Thompson esté fuera y la Adams esté dentro. Estoy de acuerdo. Ahora bien, la nominación de Adams no me molesta en absoluto.
Abrazos con ropas de tergal.

dexterzgz dijo...

Yo creo que desde su ingenuidad la Yeni sí que le recrimina a su marido la actitud que tiene, le reclama no ser un matrimonio como los demás, y fíjate la que le monta cuando Renner les regala el microondas. Es como si no quisiera pertenecer a ese mundo. Luego, claro, se espabila.

Y hombre, evidentemente en los 70 había mucho friki, pero no sé yo si el término al menos estaba tan generalizado. De hecho, O Russell, se recrea mucho, demasiado quizá, en el tópico setentero, que si los pelucones cardados, los medallones al cuello, Donna Summer, los escotes de Amy...

Abrazos con pantalón de campana

César Bardés dijo...

Es que es un personaje tan estúpido que es difícil ahondar en sus profundidades psicológicas. Sí, también tienes razón. Puede que haga exhibición de su moral, expuesta de forma muy ingenua, irritante y que dan ganas de cruzarle la cara con un par de ostias bien dadas.
El término "friki", que yo recuerde, no existía en los setenta. Se utilizaba "marciano" aunque, claro, en España con nuestra cultura habitual decíamos que eran "anarcas" además de "tíos raros", "milongueros" y alguno más por ahí que no recuerdo (tenía un hermano en edad de discotecas y me mantenía informado).
El "friki" ya bien definido como lo comprendemos hoy en día, existía. Y existía mucho. Había cada uno que era para echarle de comer aparte. Ahora bien, sí que es verdad que Russell abusa de ello, quizá, por cierto, para acentuar un poco ese "look" simplón y sencillote que tiene de Niro. Por cierto...cualquiera con dos dedos de frente vería el actor que es comparado con los que le rodean en aquella mesa. Para criticarle hay ciento ocho mil voces, para alabarle...tiene que haber una nominación de por medio. "Frikis"...
Abrazos con esclava en la muñeca.

dexterzgz dijo...

Joer, pos ahora viene cuando me tienes que aclarar una duda existencial que siempre he tenido y que me ha resurgido al leer tu comentario

¿Es "hostia" u "ostia"?

Abrazos ortográficos

César Bardés dijo...

Bueno, tengo que echar mano de las enseñanzas religiosas del Obispo Perelló, colegio en el que estudié. Un buen día, un cura que daba Religión (ya digo que eran muy rojos) vino dispuesto a darnos una clase sobre el tema y nos dijo que la ostia sacudida, el tortazo, el puñetazo o lo que fuera menester se escribía sin hache. Sin embargo, la hostia consagrada, pan y alimento de las misas, bendecida con el aliento de Dios, se escribía con hache. Esta es una duda existencial que siempre he puesto en práctica y que muchos mantienen. Parece la misma palabra pero no, no lo es.
Abrazos beatíficos.

CARPET_WALLY dijo...

A mi si me pareció una peli buena, no una grandísima película, pero si "Gravity" opta a Oscar, creo que esta no es peor (para mi gusto, claro).
Yo creo que efectivamente O´Russell es un director muy bien dotado para la dirección de actores, creo que saca mucho partido de todos sus intérpretes. A mi Bale me parece más que correcto pese a que no me suele gustar casi nunca, e incluso Renner creo que logra parecer simpático en vez de poner esa cara de mala leche que siempre tiene. Otra cosa es que los personajes (salvo el de Amy) parezcan sacados de un tebeo, Yenni, Bradley y Jeremy especialmente.
Evidentemente Amy es la más destacable, porque efectivamente su personaje se mueve en muchos más registros que el resto, demasiado caricaturas, y ella está espléndida (para mí). Yenni también está muy bien y estoy de acuerdo en esa escena que comentas, Wolf, como su gran momento.

Y sobre la referencia a Scorsese, yo creo que hay un problema en la forma de rodar de O´Russell demasiado extendido en la actualidad. El 90% de los planos si no más, son primeros planos o como mucho de dos personajes, eso consigue acentuar la actuación de cada uno casi de forma individual, pero saca de plano al resto con lo que no deja ver reacciones, acciones y movimientos de otros personajes. Eso provoca, al menos a mí, que la acción se base sólo en la actuación, en la capacidad del actor de transmitir cada instante, pero el espectador sólo observa y no se siente testigo de lo que pasa como si estuviera en la misma sala. Scorsese al menos intercala esos momentos "individuales" con el cine más clásico de plano fijo sobre una habitación donde se mueven los personajes en función de la acción. Por eso a mí tampoco se me hizo demasiado largo "El lobo de Wall Street" y si se me hizo algo pesada a veces "la gran estafa..."
Porque otro de los problemas de la película creo que es el ritmo, a veces se acelera y otras se duerme, de pronto pasan muchas cosas y de repente no pasa nada. Creo que había una muy buena película dentro de ese guión, pero O´Russell no la ha sabido sacar, ha confiado todo a que los actores expresaran su papel bien, pero para contar hay que hacer algo más. Por ejemplo, ese inicio y la relación con Amy, contada casi como un flashback, o sobra o se cuenta distinto, pero lo que no puede ser es que vuelvas a la escena de inicio, que ha generado una tensión intrigante, media hora después y quieras retomar esa tensión, por lo demás resuelta con una tontería: "ya bajo yo y le convenzo".
Del mismo modo, la relación de Bradley con su jefe y con el fiscal es a menudo chirriante y absurda y no contribuye a contar mejor, sino a parar la trama.
Cosa parecida ocurre con los políticos y los sobornos, con la escena de la cena de las parejas, e incluso el de la reunión en el club. Si, es buena la escena con De Niro, claro (efectivamente los 5 minutos de Bobby son grandes ). Aunque lo de plano-contraplano nos hacía perder mucho de lo que esa escena podía dar de sí, ¿os imagináis esa escena grabada en plano fijo? ¿Las caras de póker que los personajes debían ofrecer ante la situación?, ¿No hubiera sido mucho más potente?...


Y sobre el fondo, sobre la ambición, el gusto por el dinero, por la poca conciencia cívica...Yo creo que es algo que va más allá aunque quizá sin pretenderlo, es la historia del inicio (o el principio de su explosión) del individualismo, de que lo importante es uno mismo, de tener y llegar, de ser alguien sin respetar a los demás, meros instrumentos. Así los personajes caídos en desgracia son precisamente los que son, el que no tiene conciencia moral (como dice Bardés), el que traiciona parte de su discurso solidario, el que finalmente decide que no le gusta su nuevo lápiz de uñas...Y salvan en contraposición a aquellos que aman, que hacen algo pensando en el otro y no sólo en sí mismos.

Abrazos con rulitos

César Bardés dijo...

Bueno, pues evidentemente, estoy más de acuerdo con el análisis de Carpet, desde luego. No estoy de acuerdo con la valoración, ya discutida en su momento, sobre "Gravity" y tampoco diría que Bale está más que correcto, yo quitaría el "más que".
En cuanto a la realización, certerísimo tu análisis. Es más, yo me atrevería a afirmar que ese "flashback" que trocea a la película en dos partes, Marty lo hubiese resuelto con su "voz en off" y en llo que es uno de sus sellos de fábrica y en verdadero maestro en su uso (me refiero a la voz en "off"). Scorsese, en muchísimos momentos de su filmografía, es un verdadero virtuoso con la cámara y ahí Russell tiene la batalla perdida de antemano. Claro, das con una parte de la piedra filosofal de todo esto: la potenciación de la interpretación personal de cada uno de los personajes a través de planos cortos favorece el brillo de los actores y también hace que esa dirección esté mucho más mimada, haciendo que sus "castings", por lo general, sean bastante acertados en lo que hacen.
Estoy también de acuerdo en que es una época que marca la explosión del inicio del individualismo y, por tanto, de la necesidad de desprenderse de la conciencia moral sin reparar en daños. Solo hay un personaje que, de forma algo sorpresiva y llevado de forma bastante torpe, expresa remordimientos por lo que hace. Por ahí, me hace aguas teniendo en cuenta cómo se ha dibujado ese personaje anteriormente.
Pero es que incluso Russell no se posiciona. Quizá tenga alguna mirada de más piedad hacia ese mismo personaje que sí tiene remordimientos y, si me apuras, hacia el personaje de Yenni, pura ingenuidad llena de mala leche. Y eso, para mí, es un problema de dirección. Se esfuerza en pintarnos unos personajes claramente antipáticos, con los que no sintonizas ni en broma y luego pretende que tengas algo de simpatía con ellos. No, eso tampoco cuela.
Abrazos con cadenitas al cuello.

CARPET_WALLY dijo...

Juer, cuando he colgado mi comentario os habíais alargado hasta casi el infinito.

Sobre "Hostia" y "Ostia", coincido con Wolf, yo también las escribo como palabras distintas en función del significado. Mucho más si me refiero al puerto italiano.

Claro que había frikis en los 70, de hecho era muy generalizado. recordad a Huggy Bear de "Starsky y Hutch", al propio "Superagente 86" e incluso a Gopher de "Vacaciones en el mar".

No he visto a Hanks y a Emma, pero ya me supongo que la Thompson está a otro nivel, como la propia Meryl, pero hay que dar cancha a los jovenes, que si no siempre jugaría Cristiano ronaldo o messi (bueno vale, ellos siempre juegan).

Abrazos a otro ritmo

César Bardés dijo...

Puerto de Ostia, al lado de la ciudad de Ostia Antica que, como bien sabéis, significa Tortazo Rancio.
Estoy de acuerdo en que hay que dejar entrar a gente (lo de Meryl ya es la típica y tópica nominación mensual y aún tengo que leer que la mujer está fatal, que está muy sobreactuada, etc, etc) siempre y cuando no moleste la nominación, que es el caso de Amy. Lo que sí me parecería una exageración es que ganara, como también me parecería una exageración esa tendencia a darle otro Oscar a la Yenni, que está muy bien, pero que, la verdad, tampoco es para tantísimo. BIen la nominación, el premio...pelín excesivo.
Es más, yo a esta película no le daría ninguno de los Premios a los que está nominada.
Abrazos a todo ritmo.

dexterzgz dijo...

No, si al final me vais a dar la razón y todo (menos en lo de la "ostia", claro). A mí no me vale de nada que la Yeni esté muy bien, que lo está, si su personaje no hay por dónde agarrarlo. Aún con todo pienso que los chicos salen peor parados porque tanto los personajes de Cooper,Bale y Renner son infumables. Luego está el tema del ritmo, que sí que es lo que dice Carpet, que unas veces pasa todo en 2 minutos y hay otros momentos en que estás rato y rato que no pasa nada. Y eso en una peli de 2 horas y cuarto es agotador.

Yo también espero que esta peli se vaya de vacío en los Oscars. La nominación de Meryl no me molesta, ya les gustaría a otras sobreactuar lo bien que lo hace ella (cuando actúa es ya la ostia). De todas formas creo que el calvo este año es para Cate.

Abrazos al encuentro de Mr Banks

César Bardés dijo...

Yo creo que el personaje de Renner es meramente decorativo, con un peso moral en la trama bastante relativo. Si ese mismo personaje lo hubiera hecho cualquier otro actor, no hubiera pasado absolutamente nada. En cuanto al ritmo, pues sí, es lo que hablábamos sobre Marty y su maestría. Hay ratos en los que no pasa nada y otros en los que pasa todo con una cierta precipitación, incluso.
Sí, probablemente el calvo de oro vaya para Cate. Otra que sobreactúa.
Abrazos en una calle con niebla.

Anónimo dijo...

Una cosilla masa propósito del personaje de Bale, que ami como tal no me parece tan infumable, salvo en su tramo final que concuerda mal con lo que sabemos de él. Y eso es demerito del director, porque de tanto estimular parte de su comportamiento, el resto parece casi anecdótico.
Pero es cierto que se nos van dando algunas pistas del verdadero fondo del tipo (la relación con el hijo, la propia relación con Yenni, la forma de ganarse a Amy a través de la música, su sinceridad inicial y su lamento porque por ello podía perderla,...). Lo que ocurre es que se nos va soltando casi a destiempo y se enfoca casi todo en su personalidad aparente.
Otra cosa es que no entiendo la necesidad de caracterizarle tan gordo y con esa historia capilar.¿ para hacer unas risas?. ¿O es que sin esas pintas nos parecería demasiado guapo y no comprenderíamos a Amy y sucosa con Bradley?

De todas formas creo que Dexter exagera en eso de que los personajes no hay por donde cogerlos. No son malos es que los han dibujado así.

En cuanto a la propuesta de que el alcalde fuese otro actor, sinceramente creo que otro tal vez le pofría haber dado algo más de empaque. Renner no me molesta pero tal vez otro le hubiera dado más jugo. Recordad a Clooney en "Los industria de marzo". Claro qué George llegó a las manos con O'Russell en " Tres reyes" y juró que no volvería a trabajar con ese director.

Abrazos escotadísimos
Carpet

Anónimo dijo...

Una cosilla masa propósito del personaje de Bale, que ami como tal no me parece tan infumable, salvo en su tramo final que concuerda mal con lo que sabemos de él. Y eso es demerito del director, porque de tanto estimular parte de su comportamiento, el resto parece casi anecdótico.
Pero es cierto que se nos van dando algunas pistas del verdadero fondo del tipo (la relación con el hijo, la propia relación con Yenni, la forma de ganarse a Amy a través de la música, su sinceridad inicial y su lamento porque por ello podía perderla,...). Lo que ocurre es que se nos va soltando casi a destiempo y se enfoca casi todo en su personalidad aparente.
Otra cosa es que no entiendo la necesidad de caracterizarle tan gordo y con esa historia capilar.¿ para hacer unas risas?. ¿O es que sin esas pintas nos parecería demasiado guapo y no comprenderíamos a Amy y sucosa con Bradley?

De todas formas creo que Dexter exagera en eso de que los personajes no hay por donde cogerlos. No son malos es que los han dibujado así.

En cuanto a la propuesta de que el alcalde fuese otro actor, sinceramente creo que otro tal vez le pofría haber dado algo más de empaque. Renner no me molesta pero tal vez otro le hubiera dado más jugo. Recordad a Clooney en "Los industria de marzo". Claro qué George llegó a las manos con O'Russell en " Tres reyes" y juró que no volvería a trabajar con ese director.

Abrazos escotadísimos
Carpet

César Bardés dijo...

Yo creo que el principal defecto de la interpretación de Bale está precisamente en su excesiva caracterización. Ya desde la primera escena casi se dibuja como un personaje de tebeo, como una especie de intento de distanciarse de sí mismo que no queda del todo bien. Bien es verdad que lo hace con algo más de clase que Bardem en "El consejero" pero no acaba de convencer todos esos intentos por alejarse de la propia personalidad a base de caracterizaciones un tanto extremas.
Estoy de acuerdo en que las verdaderas preocupaciones de su personaje se van soltando a destiempo y eso hace que pasen casi desapercibidas para el público.
Vamos, que estoy de acuerdo en todo lo que dices. No es normal, por otro lado, que Russell caiga en trampas tan típicas como ese dibujo del personaje de Bale que queda como deslavazado, como un trazo hecho de forma chapucera cuando, quizá, junto con el de Adams, sea el personaje más interesante.
Abrazos con gafas de pera.