martes, 29 de abril de 2014

LA HORA INCÓGNITA (1963), de Mariano Ozores

Mariano Ozores también sabía dirigir películas serias y de calidad. De hecho, por época y edad, es un hombre que debería estar encuadrado en lo que se llamó nuevo cine español junto a nombres como los de Miguel Picazo, Manuel Summers o Mario Camus pero ya se sabe que el dinero es un poderoso caballero y tentó a Ozores para que sus pasos se encaminaran en otra dirección. Ésta película es una muestra de lo que Ozores hubiera hecho de dedicarse a un cine más serio y mucho más artístico.
Sin dejar de lado algunas pinceladas de humor, Ozores pone en juego una fábula futurista sobre un cohete nuclear disparado, probablemente, por error, que va a caer en una localidad de España. La evacuación se hace de forma urgente pero quedan algunos rezagados que, por distintas razones, se quedan en la ciudad. Un policía que busca a un asesino, una prostituta que no escuchó los avisos por encontrarse durmiendo de día, un borracho que estaba en plena mona, un ladrón que intenta saquear aprovechando que nadie queda en las calles, un sacerdote que busca salvar vidas, un empresario amargado  que no desea rendirse, que quiere luchar, que quiere sobrevivir; una dependienta de grandes almacenes que quiere probarse los trajes que tanto ha tenido que vender y que no se puede permitir; un hombre mayor que se desvive por encontrar su gato; dos amantes que planean amarse una vez más sin necesidad de hacerlo a escondidas porque ella está casada y dos comadres que deciden, ni cortas ni perezosas, entrar en las casas de sus convecinos para comprobar si es verdad lo que se dice en los corrillos de cotorras que proliferan en los cafés.
A partir de ahí, Ozores pone en juego un muestrario de las pasiones humanas que son más fuertes que el mismo caos que espera caer desde el cielo. La prostituta quiere sentirse querida por sí misma; el asesino desea que los demás piensen que es una buena persona; el policía busca cumplir con su deber aunque tenga que esperar al último minuto; el borracho, genial José Luis Ozores, quiere entrar en los bares y proseguir su viaje por la ginebra para olvidar un pasado que le persigue; el sacerdote busca salvar almas y dar esperanza porque, al fin y al cabo, cree que no ha sido un buen párroco; el empresario quiere, ante todo, salir de allí, al precio que sea; la dependienta solo quiere encontrar la compañía necesaria para seguir teniendo fuerzas; el hombre del gato comienza a sentir amistad por las personas; los amantes quieren morir juntos aunque puede que haya un mañana en el que sigan viéndose; las comadres comprueban el valor de la verdadera amistad y se dan cuenta de hacia dónde hay que mirar mucho antes que a las intimidades de los demás. El resultado de todas estas pasiones encontradas que terminan por buscar una solución de urgencia para salir de la ciudad es una película con un suspense excepcional, en la que se pone de manifiesto que el ser humano es un cúmulo de dualidades, capaz de sacrificarse en aras de los demás o de exhibir un egoísmo animal y depredador. Esta película es una joya incógnita del cine español con los rostros de Carlos Estrada, Emma Penella, Antonio y José Luis Ozores, Jesús Puente, Rafael Arcos, Luis y Mari Carmen Prendes, Fernando Rey, Mabel Karr, Carlos Ballesteros, Mercedes Muñoz Sampedro, Enrique Vilches, Julia Martínez y Elisa Montés. Todo ellos demuestran que se pudo hacer un cine español muy bueno y que hubo muchos motivos para hacerlo. A partir de aquí, Mariano Ozores realizó un documental excepcional sobre la guerra civil, Morir en España y ya decidió que había perdido suficiente dinero como para seguir esta línea. Todo lo demás, ya se sabe. Es la eterna mediocridad española.


4 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

¡¡Leches!! ¡¡Y tanto que es incognita!!. Absolutamente desconocida para mi y por lo que dices tiene una pinta espectacular. En realidad me haces dudar, tus palabras suelen embellecer tanto lo que describes que la terca realidad a veces es decepcionante. Y no lo digo porque ensalces de forma gratuita lo que no lo merece sino porque hay que intentar evitar embelesarse por lo leido y traspasar el mero texto en la busqueda del concepto.

Y dicho esto, me extraña tanto que, con una propuesta de partida tan atrayente y no mal resuelta si atendemos lo que nos cuentas, esta película se haya perdido en el fondo de todos los cajones que se em hace incomprensible. Tanto cine de barrio o que tiempo tan feliz y demás revisiones del cine patrio menos afortunado y que no hayan rescatado este extraño acierto de la carrera de Ozores. Al menos Cayetana en la 2, que pa eso está.

Abrazos desconocidos

César Bardés dijo...

Y tanto que es desconocida. También lo fue para mí hasta que pillé un pase en Madrid8 y me quedé anonadado. Una película diferente, no exenta de sentido del humor, pero con un aire trágico a todo lo que cuenta intentando, de paso, hacer un retrato de la sociedad española de aquellos días. Me pareció una excelente película, hecha con sentido a pesar de lo, aparentemente, estrambótico de la premisa. Está en el fondo del cajón y me ha parecido bien rescatarla para demostrar que la intención primigenia de Ozores era hacer buen cine. A nadie le interesaba, por supuesto, pero así era. Además arranca maravillosas interpretaciones en la que destaca, por encima de todos, José Luis Ozores en el papel del borracho. Quizá fuera una locura de juventud pero yo la veía y se traslada la acción a un pueblecito francés y la dirige François, Jean-Luc o Jacques o Eric...y estaría considerada como una de las joyas del cine, de eso no me cabe duda. Recomiéndola y, si puedes, hazte con ella. No es el peliculón de los peliculones pero sí una película muy digna, con algún que otro brochazo de humor pero muy, muy certera.
Abrazos contentos.

dexterzgz dijo...

Yo también me he quedado ojiplático. Lo más extraño de todo no es que Ozores hiciera una película como esa, lo raro es que ni se mencione. Ni siquiera es conocida entre los títulos malditos del cine español que muy pocos conocen y aún menos han visto (los Nieves Conde, Inquino...) En su caso, casi es digno de mención siquiera por lo que hizo después. Sorprende que llegando luego a ser quien fue, Don Mariano no decidiese volver a sus orígenes ni aún en democracia (bueno quizá la democracia tampoco era el marco, ya se sabe que contra Franco rodábamos mejor y el hombre ya tenía un prestigio). Yo creo que todos nos hemos reído viendo películas de Ozores y que levante el dedo gordo del pie quién no lo haya hecho. Lo que pasa es que con otras no podías evitar sentir vergüenza ajena, principalmente por el sexismo y el trato degradante a la mujer. Por eso sorprende aún más que el tipo empezara con esto.

Abrazos sorprendidos

César Bardés dijo...

Pues no solo eso sino que es sorprendente que la película pasara la censura porque los personajes más negativos son los que representaban poderes fácticos de la sociedad franquista como el empresario, las señoras de misa y comunión o el tipo burgués que solo piensa en su gato (no tanto el cura) mientras que dirige miradas de comprensión hacia la prostituta, el borracho o, incluso, hacia la pareja adúltera que se queda solo para tener una sesión de cama sin necesidad de esconderse. Yo creo, sencillamente, que estas eran las intenciones de hacer cine de Ozores pero, a pesar del maravilloso reparto y del resultado más que digno, fue un fracaso de aquí te espero, una de esas películas que apenas duraron tres o cuatro días en cartel y lo cierto es que no lo merecía ni de lejos.
Estoy muy contento de haberos descubierto algo tan desconocido y tan aceptable.
Abrazos ilusionados.