martes, 21 de abril de 2015

ÁTAME (1989), de Pedro Almodóvar

El interesante debate que sostuvimos en "La gran evasión" sobre "American History X", de Tony Kaye, se puede seguir aquí. Disfrutadlo si os apetece.

Puede ser que la vida sea demasiado corta como para no devorarla con bocados de pasión. La mente es un misterio que se escapa por debajo de la cintura y la libertad tiene que celebrarse con algún deseo convertido en realidad. Por eso no hay nada mejor que estar con la mujer que se ama…aunque apenas se la conozca. Da igual que ella sea una actriz porno, toxicómana, tan desorientada como el que más, que desea nuevas oportunidades en un mundo de aparente orden dirigido por un viejo en una silla de ruedas. La vida es así de absurda, es un mal chiste que siempre termina en alguna plaza de Madrid, comprando jaco para hacer que todo sea más llevadero, como una película de colores chillones y diálogos surrealistas.
Y es que todo comienza porque un desequilibrado, uno de esos jovencitos que ha experimentado el rechazo allá por donde ha ido, decide regalar su corazón aunque la destinataria no lo quiera. Más que nada porque está profundamente convencido de que ella acabará aceptándolo. Ella es atractiva y moderna y es un enorme reloj humano que marca el fin para unos y el principio para otros. Lo inalcanzable y lo cercano. Lo vicioso y lo ordenado. Son demasiadas consideraciones para un chico que solo quiere amar y ser amado por la mujer de su vida. Es así de sencillo, por mucho que algunos quieran ver en esta historia algunos retorcimientos propios de un cineasta que cambió la estética del cine e internó a millones de espectadores por los callejones del grotesco más innovador.
El paisaje en la pared, el rojo chillón en noches claras, otra época y otro lugar en un Madrid que sonríe por la ocurrencia. El sexo es importante, más que nada porque marca reconocimientos y exhibe consentimientos. Ya la súplica es muy clara: “Átame” porque así es imposible escapar al amor que es de lo que habla esta película. De un amor ridículo, esperpéntico, nada casual, forzado y crítico pero de amor, al fin y al cabo. Es el espejo de una felicidad que, seguramente, no durará nada porque resistir no es más que una canción y un pacto de complicidad pero no es la garantía de que las cuerdas seguirán tensas e intactas mientras el amor, ese amor que nació con un secuestro, se va gastando como un bote de pastillas para el consuelo.

Antonio, Victoria, Loles, Paco, Pedro, Ennio…entre todos, consiguieron hacer unos nudos muy fuertes en el corazón de unos espectadores que querían conocer a la persona que, sin atender a las razones que siempre pierden al amante medio, iba a cuidarles con tanto cariño, con tanta ingenuidad y con un puntito de fuerza que terminaba en cuanto la ternura era la moneda de cambio. Y así todos salimos del cine suplicando que nos ataran, no fuera que nos sitiara la tentación de escapar y no volviéramos a probar el sabor de la pasión.

2 comentarios:

dexterzgz dijo...

Mi película favorita de Pedro Almodóvar sigue siendo "Mujeres al borde de un ataque de nervios". Ver "La ley del deseo" en mi tierna adolescencia fue todo un shock. Ahora bien, creo que "Atame" supone un paso adelante en el tratamiento del tema por excelencia del universo Almodóvar: lo irracional del deseo (su productora no se llama así por cualquier cosa). Es por eso que pienso que esta es mi segunda película favorita suya. Y no por nada, pero creo Peeeedro se muestra aquí más certero que en otras obras en las que ha tratado el mismo argumento (léase "La flor de mi secreto").

Y se agradece que no haya muchas "almodovaradas", episodios o subtramas tratadas con un puntito de frivolidad y que lejos de aportar algo, digamos que cortan bastante el rollo. Aquí los secundarios están muy en su sitio, la historia de Rossy y de María Barranco aporta suspense, la de Rabal, homenaje cinéfilo...

Abrazos resistiendo.

Abrazos resistiendo

César Bardés dijo...

Estoy absolutamente de acuerdo contigo en que la mejor película de Pedro Almodóvar es "Mujeres al borde de un ataque de nervios", ahí se mostró gracioso, certero, ácido, con un puntito de un Wilder "pop", con hallazgos visuales enormes (hay que reconocer que es un tipo que visualmente, en ocasiones, resulta muy efectivo. La segunda, para mí, no sería "Átame". Sería una película que está muy olvidada de él y que me parece francamente buena (y que si no recuerdo mal es la única que hizo con producción ajena) y es "Matador". Ahí sí hace un "thriller" y no en "La piel que habito" que sigo encontrando absurda y totalmente prescindible. La tercera sería "Átame" y la cuarta "Hable con ella". El resto...bufff...por muchas pasiones que levante "Todo sobre mi madre"...sus diez primeros minutos son magistrales pero luego la película se me cae a trozos. Las tontadas que ha hecho últimamente, lo siento pero no. E incluso una película con un argumento realmente prometedor como "Los abrazos rotos" lo trunca para escorarse hacia el melodrama cuando tiene ahí un cine negro que podría haber significado un salto "de qualité" bastante significativo. Más luego las cosas que hay por en medio y que tampoco me gustan demasiado. Reconozco su mérito y demás pero de toda su filmografía solo destaco esas cuatro.
En efecto, aquí se agradece la precisión del relato, que no se distrae en otras cosas aunque la historia de Rabal se quede ligeramente colgada aunque no sea algo que moleste en exceso. Y el final no es que me deje impresionado. Esa carretera, ese cantando "Resistiré" con la Abril llorando...discutible y tampoco lo dejaríamos pasar demasiado si se tratase de otro director.
Abrazos viendo porno.