miércoles, 4 de mayo de 2016

CAPITÁN AMÉRICA: CIVIL WAR (2016), de Anthony Russo y Joe Russo

Toda hazaña tiene una segunda lectura. Los daños colaterales no ayudan precisamente a forjar leyendas y cuando ha habido demasiados es cuando entran los políticos en escena. Y ya se sabe que cuando los políticos comienzan a hablar, las hazañas quedan minimizadas hasta quedar finalmente ignoradas. No es que el mundo no quiera héroes. Es que los quiere cuando el mundo los necesita. Y a eso se le llama coartar la iniciativa propia, condición indispensable para ser un héroe.
Así que la pescadilla se muerde la cola y se obliga a los super-héroes a firmar unos acuerdos para someterse al control político. Todo esto se convierte en papel mojado cuando hay una amenaza secreta en alguna parte del mundo y los chicos de la máscara (que, en realidad, no se sabe muy bien por qué la llevan porque se sabe quiénes son) tienen que correr para salvar a la humanidad. Y ya está liada porque hay algunos que quieren respetar los acuerdos y otros que se ven constreñidos por ese intento de control de hazañas. La oscuridad se cierne sobre los Vengadores y todo se cae para ayudar al caos.
No cabe duda de que las secuencias de acción con un clímax cada diez minutos, aproximadamente, es lo que se le exige a una película como ésta. Y lo cumple con creces. Hay peleas imaginativas, variantes, novedades, nuevos personajes, nuevas visiones…También está el inevitable dilema moral en el que cada uno toma un bando diferente pero que siempre se salda a favor del héroe que ha formado parte de las preferencias particulares de cada uno. Hay trabajos de cierta profundidad, como suele ser habitual, por parte de Robert Downey Jr., de Scarlett Johansson, que cada vez se amolda mejor a su personaje e, incluso, de Paul Brittany escondido tras una máscara de maquillaje. Por otro lado, hay errores de bulto con la elección de Daniel Brühl o la cara excesivamente aniñada de Tom Holland como Spiderman. Hay rencillas, rencores personales para sostener la guerra civil que se desata entre los héroes de Marvel, la consabida aparición de Stan Lee y un ritmo que, en ocasiones, parece algo irregular. Todo eso contentará a cualquier fan que se precie que, sin duda, entenderá mejor el desencuentro de héroes que el maremágnum ininteligible que DC Cómics perpetró hace poco con Batman vs. Superman. Hay espectáculo a discreción y, desde luego, todo se queda un poco en el aire esperando la próxima entrega del super-héroe de turno para solucionar el tema. La película no da más, no da menos. Falta algo de humor (imperdonable cuando Downey está en medio) pero no hay más pensamiento que el siguiente golpe, el próximo destrozo y otro dilema a la vuelta de la esquina.

Es fácil ser un super-héroe cuando te dicen exactamente lo que tienes que hacer pero quizá, por esas mutaciones que sufren o esas fantásticas máquinas que los moldean, a un super-héroe se le tiene que exigir estar ahí cuando las dificultades se avecinan. No hace falta llamarles, ni decirles lo que tienen que hacer. En toda guerra hay daños colaterales y ellos, aunque superiores, también son humanos (o no). En cualquier caso, es cierto que el mundo no es necesariamente más seguro con ellos dentro y siempre habrá algún alma que busque una satisfacción porque perdió lo que más quería en una acción ejecutiva de algún super-héroe. Y para conseguirla, basta con apelar a la más antigua de las debilidades humanas.

2 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

No la vi (aun), este fin de semana aunque largo se llenó de compromisos y decidí dejarlo para hoy miercoles, dia del espectador. Claro que hoy miercoles se la juegan otros superheroes contra el Manchester United...y ahí estaremos para sufrir y tensionarnos.

Los de hoy están muy bien pagados, pero ¿los de Marvel?, Salvo Stark que está superforrado, el resto no sabemos si cobran un salariete de funcionario o se llevan una pasta por contrato de SHIELD, ¿los X-men que están con Xavier cobran igual o menos que los mutantes de Magneto?. spiderman al menos sabemso que las pasa canutas para sacar adelante su noviazgo con Gwen o Mary Jane cobrando unos dolares por fotillos del trepamuros y Dan Defensor (Dare Devil) es abogadillo ciego de La Cocina del Infierno, pero ¿El resto?...¿Habrá intentos de superfichajes?...¿Cuanto duran sus contratos?...

En fin, veo que te ha gustado sin estusiasmo, quizá empiece a estar saturado el tema y ya cuesta encontrar aquella inicial ilusión de que adaptasen a nuestro superheroe favorito y recordar nuestra infancia y adolescencia...Muy bien tiene que estar cada film para que podamos apelar a algo más que a la nostalgia y eso es cada vez más dificil, resuelta ya la prmera impresión y sorpresa.

No obstante ya te contaré que me parece.

Abrazos con escudo

César Bardés dijo...

Contra el City...contra el City...que no es el United...que a los madridistas enseguida se nos sube el pavo...
Efectivamente, me ha gustado sin entusiasmo. Le falta ese toque que sí he visto en otras películas de Marvel (no todas) y que pasa del "no me importa estar aquí" al "estoy disfrutando como un enano". Eso me pasó en "Los vengadores", la primera, naturalmente, y también en "Iron Man 3". Aquí le falta un puntito a todo para parecerme genial. Aunque bien es verdad que hay momentos culminantes y que lo mejor es Scarlett Johansson que empieza a darle cierta intensidad a un papel que tanto ha sido secundario en otras como la Viuda Negra-Natasha Romanoff. Lo cierto es que, sin haberla vista, tienes mucha razón en una cosa: muy bien tiene que estar cada film para que podamos apelar a algo más que a la nostalgia y eso es cada vez más difícil.
Espero tu opinión.
Abrazos desde la armadura.