martes, 10 de enero de 2017

PASSENGERS (2016), de Morten Tyldum

En el mismo momento en que el ser humano abandona su existencia en manos de la tecnología se aumenta exponencialmente el posible error. Y ese pequeño fallo puede hacer que cualquiera se convierta en un nuevo Adán, deseoso con el tiempo de tener su propia Eva en un Edén reducido a una nave espacial que surca el espacio durante algo más que una vida. En ese tiempo, habrá que aprender muchas cosas y decirse algunas al oído. Tal vez porque en ningún lugar de la Biblia se dice que Adán y Eva se enamoraron y que estaban dispuestos a sacrificarlo todo con tal de estar con el otro.
El inconformismo de Adán le llevó a probar la manzana, a intentar diferenciar el bien del mal y perder su inocencia. Y eso es imperdonable porque, desde entonces, el ser humano ha cifrado su felicidad en llegar más alto, en vivir mejor, en tener más, en alcanzar lo inalcanzable, en dar rienda suelta a su ambición vital aún a costa de los demás. Puede que esa sea la principal disfunción de su existencia. La felicidad no consiste en alcanzar, en llegar, en poseer, en tener, en amasar. Consiste en agarrar lo que se tiene y apreciarlo, adaptarse a las circunstancias de forma inteligente, tratando de aprovechar los momentos que se viven que no tienen por qué basarse en estar dentro de un coche más caro, ni en una playa lejana de algún país exótico, ni en una cuenta obscena en el banco. Se puede ser feliz en un Edén reducido, en donde se ha adaptado la pasión y se ha hecho crecer algo positivo. Se puede ser feliz rescatando a los demás que corren, una vez más, un gran peligro por culpa de la traidora tecnología. Se puede ser feliz, sencillamente, compartiendo los mejores momentos de tu vida con la persona que amas con el corazón. Porque ésa y no otra será la mejor compañía en tus inevitables momentos de soledad.
Bien es verdad que siempre habrá alejamientos porque no somos perfectos y los seres humanos necesitamos convivir unos con otros porque de lo contrario la locura sería la única compañera. No todo en la vida es amor, también tiene su importancia el perdón, el deseo de construir algo positivo, de reparar lo estropeado. La vida está compuesta de todas esas cosas y a menudo, demasiado a menudo, lo obviamos para centrarnos en lo próximo que va a llegar, en el siguiente objetivo a conseguir, en la satisfacción que dará poder enseñar al amigo, al vecino o al cuñado que nuestro coche, esta vez, es más lujoso.

Quizá se esperaba algo más del director Morten Tyldum después de la estupenda Descifrando Enigma. En esta ocasión, todos sus mensajes resultan algo ingenuos centrándose, sobre todo, en la pretendida historia de amor de estos nuevos Adán y Eva del cosmos. Algunos fallos de lógica aparecen irremediablemente para darle un último sentido a todo como tener solo una unidad médica en la nave para nada menos que cinco mil pasajeros y el trabajo de Chris Pratt y Jennifer Lawrence es correcto con la compañía secundaria de Michael Sheen. Por lo demás, todo se queda en algo demasiado superficial, como renunciando a entrar en disquisiciones más profundas en una situación que daba para ello. El Edén reducido, al fin y al cabo, en nuestros días no sería más que un cómodo parque de juegos. 

9 comentarios:

CARPET_WALLY dijo...

Bueno, a mi me parece una película con bastantes fallos, algunos de coherencia como los que comentas y bastantes más, otros por la pretensión comercial y el final feliz. Sin embargo, me pareció sorprendente y bastante interesante, a veces hasta notable.

Me pareció sorprendente porque plantea dilemas morales en vez de una simple aventura espacial más o menos original. También porque logra mantener sin esfuerzo la atención en un espacio cerrado con apenas un par de personajes y medio. Porque obliga al espectador a pensar (tampoco mucho, no es una obra filosófica) y empatizar con los personajes y esa es una suerte que no es habitual en el cine actual. También creo que está bastante bien rodada con alguna escena muy notable en su ejecución técnica (la falta de gravedad en la piscina). Creo que tiene un ritmo bastante acertado, con un equilibrio muy interesante entre los momentos intimistas y los de pura acción. Y creo que está más que correctamente interpretada, Pratt a buen nivel y Yenni, queramoslo o no, es magnética cuando mira, cuando sonríe (esta vez mucho) o cuando sufre, no me parece guapa, pero atrae la mirada con sólo aparecer. Y tiene el toque justo de humor para dar un respiro a una situación angustiosa.

Y si, el resto en ocasiones puede ser algo pueril, hay muchas concesiones de cara a la galería. Una pre-solución absolutamente increíble con una resistencia a los reactores nucleares que ni Hulk, alguna incoherencia del propio relato con un androide que tomas sus propias decisiones, un mecánico con infinitas capacidades...Y sobre todo con una duda enorme...Y si en vez de encontrase con Chris Pratt, Yenni se hubiese despertado y hubiese visto que su compañero de angustias hubiese sido...no sé, por ejemplo Torrente...¿Como hubiésemos visto la película?


No obstante para mi es un 7 bastante bien ganado.

Abrazos jugando al baloncesto

César Bardés dijo...

Yo no creo que esté más allá de un intento de narrar una historia de amor con las aventuras de fondo. Es verdad que la secuencia de la ausencia de gravedad en la piscina es notable en su realización y en su ejecución y que está bastante bien interpretada. A mí me parece que es una concesión a la galería bastante evidente tratando de meter la parte aventurera como se puede para que nadie quede decepcionado pero, para nada, me parece que eso esté equilibrado. La pregunta que se hace el espectador no es la de si Pratt hubiese sido Torrente sino si es lícito que un hombre despierte a una mujer para una vida, no lo olvidemos, totalmente solitaria aunque estén los dos. Se fabrican su propio Edén y viven felices y comen perdices porque el amor auténtico existe y si existe nada, ni siquiera el aislamiento, podrá deteriorar eso. Un poco ingenuo ¿no? Y no solo ingenuo...sino incluso insuficiente.
Lo de que solo haya una unidad "Predoc" para cinco mil pasajeros me llamó muchísimo la atención porque, claro, hay que darle una salida a la chica para ver qué es lo que decide. La aventura, que prácticamente solo se desarrolla al final, es increíble dos veces (aunque es verdad que la realización, nuevamente, es bastante buena, especialmente en toda la secuencia exterior). Yo, muy a mi pesar, no la daría más de un seis y eso siendo especialmente generoso.
Abrazos desde el cable.

César Bardés dijo...

Ah, quería hacer un comentario para compartirlo aunque nada tiene que ver al caso. El otro día, un tuitero se quejó de los increíbles comentarios que se estaban vertiendo sobre una crítica de esta película en la que decía, sin rubor, que era una película totalmente machista (apareció en el diario.es, que ya sabemos de qué pie cojea Escolar). Yo, obviamente, no estoy nada de acuerdo porque, precisamente, en todo momento se dibuja a Pratt como un ingeniero competente pero bastante brutillo y primario mientras que Jenny resulta guapa e inteligente, intelectual, periodista, capaz de pensar y de ir más allá que su compañero. Bien, el caso es que los comentarios en cuestión, decían que no, que de ninguna manera, que había que estar enfermo (por supuesto, eran de todo pelaje y educación, no quiero decir con ello que esté de acuerdo con los comentarios, lo que no estoy de acuerdo es con el enfoque de la crítica pero veréis). El caso es que se me ocurrió la infeliz idea de hacer notar que la crítica estaba equivocada...craso error, amigos. Se me vertió encima toda la mierda del mundo porque "estaba denunciando a alguien que señala una muestra de machismo y todo el que se oponga es poco respetable". Como os lo cuento. Es decir, la idea estaba por encima del acierto. Si ése es el rumbo que estamos tomando, apaga y vámonos.
Abrazos hibernados.

CARPET_WALLY dijo...

Dos cosas.

Es evidente que el espectador no se plantea la dicotomia Pratt-Torrente, por eso lo decía. La licitud del acto en si, no se plantea de la misma forma si te encuentras con un educado guaperas espacial, algo primitivo (cierto) pero un caballero, que si el hecho "delicitivo" lo realiza un tipo repugnante, feo y grosero.

Y eso enlaza con tu segundo comentario aunque quizá por los pelos. Es fácil atenuar la culpabilidad y comprender si el que realiza la acción es un príncipe azul de quien enamorarse y con quien compartir la soledad eterna. Una acción que resultaría imperdonable en un tipo cuya imagen o forma de comportarse no fuera impecable. Por tanto, lo de siempre...el aspecto es el que influye en que se acepten o no los mismos actos.

Y así twiter consigue unificar a todos porque no se ve el aspecto físico, pero lo que parece unificar realmente es la memez.
Puedo entender, aunque coincida contigo en que me parece que está equivocado, que el autor de la crítica perciba machismo en un comportamiento que va mucho más allá de serlo o no. ¿Y si hubiera sido al revés, Yenni primero y Chris después?, ¿Habría cambiado la película?, en teoría, no tiene porqué. ¿Y si Chris hubiese sido gay y hubiese despertado a un hombre? La película sería igual y no habría machismo en ningún sitio. Pero bueno, como es como es, el tipo algo reduccionista dice que un hombre maneja a su antojo a una mujer, que pasa a ser un mero objeto de entretenimiento y que la busca guapa y divertida para no aburrirse...Hasta ahí es opinión, creo que errónea, pero opinión.

El problema surge cuando alguien opina distinto, mucho más si se opina distinto a lo políticamente aceptado, mucho más si lo políticamente aceptado es de tinte progresista (y ahí me rasgo las vestiduras porque me siento incluido). La mala educación, los malos modos, la falta de respeto venía tradicionalmente de otro lado, de aquellos que engrandecidos con sus posesiones menospreciaban a los inferiores. el usted no sabe con quien está hablando era cosa de la derecha (o de los que vivían bien con ella), no de todos pero algunos eran así y los hemos visto desde hace tiempo. Otros aires vinieron cuando desde el otro lado se preconizaba la tolerancia, el respeto, el escuchar, el intentar convencer sin pretender vencer....
Ante eso, la caverna se movilizó e incluyo abiertamente a determinados poderes con Aznar, Pedro J, Losantos, Aguirre y alguno más que insultaron, se mofaron, ridiculizaron y machacaron a quienes no opinaban igual...

Y, como decía Meryl, la falta de respeto hace perder el respeto, la violencia llama a la violencia...Y ahí nos encontramos ahora en un mundo talibán a derecha e izquierda, si dices A eres fusilado, si dices B eres colgado y si dices C que no es A, ni B, condenado a galeras por indefinición.

¿Respetar la opinión?...Eso es de otra época amigo, de cuando comenzamos el crucero interestelar hace muchos años...sigamos durmiendo.

Abrazos sin piernas

César Bardés dijo...

Bueno, es que si a esto lo llaman "machismo", entonces si el tipo en lugar de Chris Pratt resulta que es Danny de Vito sería "terrorismo de género" o algo parecido, desde luego.
Aclaremos un punto. El tipo en cuestión tiene todo el derecho del mundo para decir que la película es machista y blablabla. Pero no es menos cierto que toda la gente que le contesta tiene todo el derecho del mundo a decir que no lo es y no por ello es machista, que más o menos es lo que me ha pasado a mí.
La estupidez y la idiocia son de tal calibre (siempre me he mostrado de acuerdo con aquella frase de Arturo Pérez-Reverte que decía algo así como "todo el mundo tiene derecho a expresar una opinión pero el precio de eso será que todo el mundo dejará de respetarlo") que hay una corriente en twitter que llega a decir que "la decepción del discurso de Meryl Streep está en que no comentó nada acerca de la política estadounidense en Oriente Medio en su discurso. Otra vez será." Es decir, a mí me gustan mucho las peras y no digo nada sobre las manzanas, que también me gustan, pero qué cabrón que no digo nada sobre las manzanas. Así pues, a la hora de destacar una fruta, habrá que decir: "me gustan las peras mucho, las manzanas mucho, los plátanos mucho, las mandarinas mucho, las naranjas mucho y los kiwis, algo menos, pero hay que reconocer que a muchos les gustan". Cojones. A la mierda ya. Esto desemboca en una falta de libertad de aúpa, se pongan como se pongan los políticamente correctos bienpensantes de los huevos. Al tiempo.
Abrazos cariñosos pero también amistosos, pero también amorosos, pero también respetuosos...

CARPET_WALLY dijo...

Si, tiene gracia (aunque en el fondo no tenga ninguna) que ha habido airada respuesta al fantástico discurso de Meryl Streep por menospreciar ¡¡¡ las artes marciales !!!.

Como dices la idiocia (antaño yo decía la estulticia y me sentía más culto) impera y se impone....y eso pasa sobre todo en las redes sociales, más que en la vida real, las cosas como son. Hace tiempo escribí sobre eso de masacrar las opiniones públicas en el gus, pero quizá pasó desapercibido.

Dije entonces y ahora lo mantengo que hay una corriente generalizada de mal humor en Internet. Todo es motivo de enfado, todo es criticable (en el fondo todo lo es), pero pocas cosas se aceptan peor que criticar una crítica. Da igual el tacto y la educación que pongas en una opinión contraria a la corriente mayoritaria, sólo expresar la discrepancia es motivo para ser condenado a muerte.

Ayer también dije que en España hemos vivido ( aun lo hacemos) tiempos infelices en los que marcarte como cercano a una opinión política daba derecho al insulto y menosprecio generalizado. Comentaba hace tiempo también que en USA eso no pasaba, que son mayoría los que públicamente apoyan a un lado u otro del panorama político sin que tengan que temer por sus carreras (hace poco escuché a Leo Harlem diciendo que había renunciado a eventos de distinto signo porque eso podía vetarle para fiestas de según qué pueblos), ahora no lo tengo tan claro. La respuesta de Trump al discurso (y probablemente en poco tiempo sus fieles seguidores) apuntan a una caza de brujas tan burda como la anterior, pero igualmente peligrosa.

Y en eso estamos, la supuesta ignominia de Kazan o de Edward G por denunciar a antiguos compañeros y salvar sus carreras, está cerca de callar por temor a las represalias que se autoimponen desde hace tiempo unos cuantos, cada vez más. E incluso sin ser personas públicas...malos tiempos para pensar.

Y una cosa más...a mi también me gustan las peras, pero nada la fruta...si hay que ser políticamente incorrecto y parecer machsita, ahí estaré. El machismo está en las actitudes diarias no en las frases pretendidamente cómicas aunque sean desafortunadas.

Abrazos comprensivos y nunca represivos.

César Bardés dijo...

Voy a hacer una salvedad a lo que dices. Todo es criticable...todo es respetadamente criticable...siempre que se sepa de lo que va el asunto. Se ha corrido la idea de que cualquiera puede opinar sobre cualquier cosa. Y eso no es así. Se ha perdido la vergüenza a ese respecto. Es como si yo me pusiera a opinar sobre la inmensa mentira que es la física cuántica, que no quiere más que engañar al hombre con un pretendido orden universal cuando el universo es caos y desorden. ¿Esa opinión es respetable? Pues para mí no porque es solo una opinión sin ninguna base, como si dijera que los elefantes son capaces de volar porque sus orejas son aerodinámicas y además una película como "Dumbo" confirma mi teoría. No es respetable, nos pongamos como nos pongamos. Y eso también es criticable, por mucho que se me diga que mi afirmación contra la física cuántica va en contra de la comunidad científica o sobre los elefantes es antiecologista. Y eso es un síntoma de la falta de cultura, bastante ancestral en nuestro país. Que, además, se está disfrazando peligrosamente de cultura, de verdad incontestable, de pandilla de "sobraos" que hieren con su arrogancia. ¿Yo pedantón? Preparaos, colegas. Os vais a rodear de pedantones ridículos.
En cuanto al machismo, estoy totalmente de acuerdo. Y en cuanto a las peras, también.
Abrazos peras.

CARPET_WALLY dijo...

Tienes razón, pero eso también pasa especialmente en las redes sociales (y en general en los medios de comunicación) y menos en las relaciones personales tu a tu. Evangelizar desde un púlpito donde no se te ve, o si se te ve no se sabe si te avalan conocimientos para decir lo que dices, es muy fácil. En el cara a cara es muy complicado porque argumentar es muy difícil si no tienes un poso suficiente.

También llevo tiempo diciendo que lo pretendidamente positivo que pudieran tener los nuevos espacios de debate que arrasan las audiencias del fin de semana, lejos de contribuir a culturizar a la masa, son espacios banales donde lo que valora el espectador poco despierto (y no me refiero a los infernales horarios) es el resultado del partido o el regate de tal o cual jugador, no entramos en lo que se dice, sino en el quién o cómo lo dice, y ahí, en el cómo, se aúpa a lo más alto al más descarado, al más sarcástico, al menos educado, al más charlatán o al más vociferante.

Un espacio como "La clave" es impensable en nuestro tiempo, allí se traían invitados expertos en el tema a tratar, las opiniones encontradas se expresaban con argumentos a favor o en contra e incluso con espacios de entendimiento. Aquí y ahora para derribar algún discurso de la cosa que fuese o fuera, basta con un "vosotros los de Podemos..." o "ya estáis los de la derecha franquista...). A eso se le llama ahora debatir "respetando todas las opiniones", que encima eso he oído yo tras un acalorado momento de insultos más o menos impresentables.

Pero eso da de comer a mucha gente Eduardo Inda, Paco Marhuenda, el mismo Pablo Iglesias y otros cuantos de la misma ralea, se forran y forran a otros dando "juego"...la cosa de saber de lo que se habla se queda para la 2 porque aburre a los espectadores.

En fin, signo de los tiempos. Y cúmulo de estupideces.

Si la ministra de sanidad no dice nada, no se comenta que desde hace unos años nuestros jubilados copagan las medicinas. Si dice que se va a cambiar porque hay una flagrante injusticia en los tramos del copago, se le echan encima porque quiere subírselo a los jubilados...no se dice que es a algunos jubilados privilegiados (ganar más de 40.000€ de pensión no está al alcance de muchos). En todo caso será debatirle si debe bajarse para algunos y subirlo a otros, o barajar la posibilidad de su supresión si el presupuesto lo permite...pero no ponerse a ladrar de forma que hasta la misma ministra tenga que dar marcha atrás sin ni siquiera arrancar. Solución: No se hará nada y el pobre de 18.000€ de pensión seguirá con sus copagos religiosamente exactamente lo mismo que el afortunado pensionista que cobra (y yo no digo que no lo merezca) 100.000€. Y encima nos ponemos la medalla de haber protegido a todos los jubilados.

País...que decía Forges.

Abrazos con conocimientos sobre abrazos.

César Bardés dijo...

No es menos cierto eso que dices que las redes sociales proporcionan un cómodo anonimato que hace que cualquiera se atreva a opinar lo que en conversaciones privadas no se atreverían en siglos, precisamente por ese poso o esa forma que tienes que demostrar cuando estás exponiendo un argumento cara a cara. Sin embargo, eso, como también apuntas con enorme razón, no vale para las imbéciles tertulias televisivas que se basan mayormente en la ideologización para uno y otro lado precisamente para polarizar a la opinión española y crear un enfrentamiento que hasta ahora ha sido muy rentable para los medios periodísticos. Y lo peor es que nadie con el suficiente poso intelectual tiene cabida para tacharlos a todos de analfabetos sin critério cuyo mayor pecado es, además, hacer que todos los españoles estemos bandeando sin critério y creyéndonos las mentiras de unos y de otros. Evidentemente, cuando sale una verdad como la que comentas de la ministra, somos incapaces de verla porque, sencillamente, esa es del gobierno y la derecha siempre miente. E incluso me atrevería a decir que aquellos que votan al Partido Popular acogen la afirmación con escepticismo incorporado.
Abrazos con mucho escepticismo.